El Litoral
La principal recomendación es reducir el consumo de sodio. Pero también se sugieren una dieta saludable y ejercicio.
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Dieta saludable y ejercicio son dos recomendaciones que se repiten en boca de todo médico. Pero en el caso de la hipertensión arterial se suma otro consejo fundamental: disminuir el consumo de sodio. Esto implica algo tan evidente como moderar la cantidad de sal que se le agrega a las comidas, pero también reducir la cantidad de alimentos que contienen la “sal invisible”, es decir el sodio agregado como conservante o para realzar el sabor de determinados productos.
El 70 % de la sal ingerida no proviene del salero, sino que ya viene incorporada en los alimentos precocidos (como el pan), preparados, galletitas y conservas.
“La hipertensión es multifactorial, entonces todas las medidas que apunten a controlar los factores que la causan, como el colesterol, el tabaquismo, el consumo excesivo de alcohol y de sal, y el sedentarismo ayudan a controlarla. Lo importante es educar a la población para que los cambios sean incorporados como rutina, es decir que la dieta saludable pase a ser parte de nuestra vida diaria, al igual que la actividad física”, explicó la doctora Patricia Morales, subdirectora de Control de Enfermedades Crónicas no Transmisibles del Ministerio de Salud de la Provincia, quien alertó sobre la peligrosidad de este “enemigo silencioso” porque la mitad de quienes son hipertensos, no lo saben. Por eso es fundamental estar atentos a los antecedentes familiares -padres hipertensos- y controlarse la presión.
Menos sal
En Argentina, existe desde 2013 la ley nacional de regulación del consumo de sal, que intenta reducir la ingesta de este componente. En nuestro país el actual consumo promedio por día ronda entre los 12 y 13 gramos, cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda hasta 5 grs por día (el equivalente a una cucharadita de té).
Si se lograran reducir 3 gramos de sal en la dieta diaria, se salvarían unas 6.000 vidas al año. También se aconseja tomar precauciones desde la infancia, ya que al reducir el consumo de sal en la alimentación de los niños se puede disminuir la presión arterial adulta.
En este marco, el Ministerio de Salud de la Provincia de Santa Fe sigue avalando a nivel local, la campaña nacional “Menos Sal, Más Vida” y desde la Dirección de Promoción y Prevención de la Salud promociona las “panaderías saludables”, que ya llegan a 75 en toda la provincia.
“Estamos trabajando con panaderos de diferentes localidades para invitarlos a que realicen sus panificaciones con menos sal. Es un trabajo arduo, pero con resultados muy importantes”, comentó Morales.
El otro frente de acción es con los pacientes en los consultorios: “Les enseñamos a cocinar con menos sal y recurrir a condimentos que se fueron perdiendo, como la pimienta, el ají molido, laurel, romero, estragón y comino, entre muchísimos otros, que realzan los sabores de los alimentos”, detalló.
¿Qué es?
La hipertensión arterial es una enfermedad crónica caracterizada por un incremento de la presión sanguínea en las arterias. Impacta a un 30 % de la población y la mitad no sabe que la padece. Constituye uno de los principales factores de riesgo para las enfermedades cardiovasculares, ACV e insuficiencia renal.
Es fundamental para el control de la tensión arterial: mantener una dieta equilibrada, consumir menos sal, evitar el uso nocivo del alcohol, practicar actividad física con regularidad, mantener un peso saludable y evitar el consumo de tabaco.
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