Enrique Cruz (h)
Era periodista de la sección Deportes de El Litoral, especializado en automovilismo y conducía un programa dedicado a la actividad mecánica en Cable y Diario.
Enrique Cruz (h)
deportes@ellitoral.com
Tenía apenas 58 años y la verdad es que la noticia sacudió y muy fuerte la redacción del Diario El Litoral y de Cable y Diario. Es que la muerte de Daniel Monticelli no sólo significa una pérdida muy grande por su capacidad y conocimiento en lo que ha sido su especialidad de toda la vida —el automovilismo— sino que deja —y esto es lo más importante— un vacío muy grande y una tristeza mayúscula porque supo ganarse el aprecio de todos a través de una forma de su hombría de bien y esa forma de ser en el que las buenas charlas, las bromas y las anécdotas servían para ponerle alegría al trabajo diario.
Daniel trabajó desde hace décadas en El Litoral, pero se transformó rápidamente en uno de los periodistas más destacados y reconocidos del automovilismo a nivel nacional. Siguió muy de cerca el desarrollo de las grandes categorías, conoció prácticamente todos los circuitos y los pilotos, y además, se metió de lleno en el mundo de esta actividad, al punto tal que las distintas marcas lo señalaron a la hora de las invitaciones para participar en viajes de presentación de los nuevos modelos.
No sólo se destacó como un muy buen periodista en la parte escrita (en El Litoral, además de su tarea para la sección Deportes, también estaba a cargo del suplemento Motores & Tendencias), sino que también trabajó en radio. Lo hizo durante mucho tiempo en LT9, también en la Sol y en otros medios. Precisamente, en LT9 conoció al “Negro” Norberto Lezcano, su amigo y ladero con el cuál se lanzaron a la aventura de hacer televisión en las pantallas de Cable y Diario, la señal de TV de El Litoral.
Quiénes lo conocimos, quiénes nos divertimos con sus ocurrencias, jamás podremos olvidarnos de él. Seguirá muy cerca nuestro, dejando esa imagen de tipo bueno, jovial, divertido. Ese vacío es el mismo que dejará en esa familia que tanto quería y por la cuál se esforzaba y trabajaba con mucha fuerza.
El corazón sufriente desde hace tiempo dijo basta este jueves 21 de julio, justamente el día después del Día del Amigo. Se nos fue un amigo, un amigo de verdad que ahora descansa en paz.