Mario Cáffaro [email protected] El desplazamiento de tropas federales en varios ciudades de la provincia; el compromiso de crear una oficina de la Procuraduría de Narcocriminalidad en Rosario y el 70% de financiamiento de Nación para la última etapa del nuevo hospital de alta complejidad Iturraspe, para la reparación del Monumento a la Bandera y para 630 viviendas en Rosario son hechos que marcan la nueva etapa de las relaciones entre el gobierno de Santa Fe con la administración nacional que encabeza Mauricio Macri. El gobernador Miguel Lifschitz quisiera ya tener la autorización del gobierno nacional para emitir 500 millones de dólares para apurar proyectos de infraestructura y que le determinen cómo le pagarán la deuda por detracción del 15% de Ganancias durante varios años. Sabe que de mantener encauzada la relación tendrá rápida respuesta a lo primero y un acuerdo para lo segundo en el mediano plazo. El propio Lifschitz se encargó de encauzar una relación que tenía demasiados ruidos no solo desde Cambiemos sino desde el propio Partido Socialista y desde sectores del gabinete provincial. La diputada Alicia Ciciliani fue partícipe de algunas de esas reuniones del gobernador en los despachos de Marcos Peña o de Rogelio Frigerio. De todas maneras, parece que la tregua fue sellada por Lifschitz y Macri, en esos 30 minutos a sola que tuvieron antes de la firma en Casa Rosada de los acuerdos por seguridad. Solo ambos conocen la letra chica que permitió el apretón de manos. El gobernador se habría comprometido a bajar los decibles de las críticas a políticas nacionales de los integrantes de su gabinete, no así del ala política del socialismo. No obstante, Cambiemos tuvo gestos hacia la propia Ciciliani invitándola a integrar una delegación legislativa a Nueva York y a ser parte del Observatorio de Malvinas. La sugerencia del gobierno nacional de que Santa Fe adhiera al blanqueo podría concretarse el jueves próximo cuando vuelva a sesionar Diputados. El proyecto que votó el Senado tuvo el visto bueno de la Casa Gris y en la Cámara Baja deberá superar la barrera ideológica de propios socialistas. “Es muy bueno que se empiecen a cumplir los compromisos del 70% de fondos nacionales con el correspondiente 30% de Santa Fe” señaló en los pasillos legislativos un dirigente socialista de línea directa con Lifschitz. En el caso del Iturraspe el gobierno coronó un éxito tejido por radicales en sintonía plena con el gobierno nacional. Desde la Secretaría de Obras Públicas de la Nación se ocuparon de ponderar la excelente presentación del proyecto que permitió apurar el acuerdo, 24 horas antes de la apertura de la millonaria licitación. Este lunes, Daniel Chain, secretario de Obras Públicas de la Nación estará en Santa Fe para la apertura de ofertas del desagüe Espora, largamente reclamado por la Municipalidad de Santa Fe y anunciar que la nación se hará cargo de la remodelación del edificio del Correo en esta capital donde se instalarán las oficinas de la AFIP en pocos meses más. La relación ahora marcha sobre rieles. Las interpretaciones son disímiles. Algunos hablan de pragmatismo, otros mencionan que macristas y socialistas comparten las mismas franjas sociales al momento de votar y algunos mencionan el significado de las encuestas que marcan que la ciudadanía no quiere enfrentamientos estériles, sino trabajo conjunto. La apuesta es a la continuidad de la tarea, de todas maneras, en ambos espacios políticos se admite que la convivencia entrará en zona peligrosa cuando se acerque la elección legislativa de octubre del año que viene. Pero para eso falta bastante y lo mejor es recobrar la confianza dañada al comienzo de ambas gestiones.