Ignacio Andrés Amarillo
Ignacio Andrés Amarillo
Por tercer año consecutivo, el Anfiteatro Municipal se convirtió en sede del Rock en Baradero, una propuesta artística que busca afianzarse como “el festival de verano de la provincia de Buenos Aires”. Un predio acotado, un solo escenario (dinamizado por la rápida circulación de las tarimas móviles de las baterías) demuestran que lo fundamental para una de estas propuestas pasa más por la grilla que por el despliegue escenotécnico, y por la buena disposición de la ciudad, con sus callecitas de tránsito cansino.
La apertura
La jornada del viernes abrió con Tributo, banda ganadora del concurso que habilitaba a tocar en el encuentro; los siguieron los santafesinos de Parteplaneta, que resistieron el rayo del sol, junto con El Buen Salvaje, Mustafunk, Buffer y Coverheads.
De la Gran Piñata llegó por segunda vez consecutiva al Anfiteatro: trajeron aguante propio de Zona Sur y “más allá” (la banda es oriunda de Berazategui). Darío “Pantera” Giuliano (guitarra y voz), Lucas Martínez (guitarra y coros), el zurdo Nicolás Pernig (bajo y coros) y Alejandro Zenobi (batería y coros) mostraron su propuesta de hard rock con Groove, riffs fuertes y voz con tintes barriales (Pantera suena un poco al Pity Fernández de Las Pastillas del Abuelo). “La pasamos bien después del cagazo inicial de tocar, del escenario gigante...”, afirmó el cantante.
Emergidos
Ya con el sol en baja y la audiencia nutrida salió Eruca Sativa, con la estética del flamante “Barro y fauna” en la pantalla. “Armas gemelas” y “Abrepuertas” abrieron el set, para luego volver en el tiempo con “El genio de la nada”, “Blanco”, “Fuera o más allá” (con la bajista Brenda Martin haciéndose cargo de la parte rapeada). Lula Bertoldi (voz y guitarra) habló del “olor a clásico” del encuentro, de la reunión de amigos, e invitó al santafesino Luciano “Tano” Farelli (Parteplaneta) a cantar “Desátalo”.
Ahí vino “Antes que vuelva a caer” (con el video del deportista ciego), y la intimidad explosiva de “Amor ausente” (con Brenda en el solo, como desde “Huellas digitales”). Maikel (Miguel Medina Campos) de Kapanga fue el segundo invitado, para tocar “La carne”. “Nada salvaje llegó con el video premiado en los Grammy Latinos y los “chiches” electrónicos del baterista Gabriel Pedernera, pegado a “Quéloquepasa?” y “Magoo” (video estelarizado por Alan Sabbagh y Maru Polak).
Explosivos
“¿Qué pasa Baradero?”, dijo Marcelo “Corvata” Corvalán, voz y bajo de Carajo: “Vamos a cuidarnos entre todos”. El segundo power trio (completado por Andrés Vilanova en batería y Hernán “Tery” Langer en guitarra y voces) arrancó con “Libres”, “El error”, la explosiva “Chico granada”, “Tracción a sangre” (con videoclip atrás). Tras pedir un aplauso para los colegas, Corvata recordó los 15 años cumplidos en 2016, pasaron “Luna herida” (con un juego de voces entre Corvata y Tery), y el clímax a toda orquesta con la muy coreada “Sacate la mierda”, diciendo que si los invitan van a volver. Para la despedida, el meddley instrumental de Pantera, con “Walk” como punto más alto, y “El vago”.
Nostalgia y fanatismo
Attaque 77 también es hoy, en virtud de las circunstancias, un trío: los fundadores Mariano Martínez, Leonardo De Cecco y el veterano Luciano Scaglione reivindican un presente que se vincula con el aniversario reciente de “El cielo puede esperar”, así que es el guitarrista Martínez quien funge como vocalista principal en canciones que traen recuerdos a unos cuantos. Acompañados con visuales despojadas, destacado el 77 en la estrella del logo, pasaron por “Ángeles caídos”, “Como salvajes”, “Aún te quiero”, antes del “oohh, soy de Attaque” (fueron la primera banda que tuvo cántico).
“Gracias por seguir a este humilde grupo de rock nacional que está cumpliendo 30 años de carrera”, despachó Mariano antes de dedicarle a René Favaloro “Western”, con gran pogo. “Chicos y perros” antecedió a “Setentista” (dedicada a los trabajadores en lucha), “Canción inútil” (dedicada a los 30.000 desaparecidos) y “San Fermín (en la voz de Luciano). Pasaron “América” (con un meddley de “Mucho por hacer” de Riff), “Beatle” y los himnos “Espadas y serpientes” y “Donde las águilas se atreven”.
Llegó la alegría
Antes del show de Kapanga, el aperitivo fue la actuación de Panchito Chévez, como si estuviese en el Cosquín Rock, o sea que suma su segundo festival. Estuvo acompañado por Martín “Mono” Fabio (con remera de Malvinas), quien compartió con él “Abro caminos”.
El Mono se juntó con Maikel y la tropa para arrancar su set plagado de, pases de comedia entre ambos, imitaciones y homenajes musicales a muchos artistas, con “Descarte”, “Rock”, “En el camino”, y canciones nuevas del disco independiente “Motormúsica”, empezando por la homónima, antes de celebrar el festival como un clásico. “No me sueltes” antecedió a una humorada sobre las luces, y diciéndole a Carajo y Attaque 77 que usen menos “distortion” y más guitarra criolla para ahorrar.
Ahí fue el momento de “La crudita” y “Juntos”; Tobías, hijo del Mono se subió a tocar la guitarra en “La taberna”. “Bisabuelo”, “Mis amigos” y el bailongo con “A través del universo” y “El mono relojero”.
Propuesta de rock
Hay que reconocerle a La 25, la multitudinaria tropa liderada por Mauricio “Junior” Lescano (voz y primera guitarra) la versatilidad sonora para, dentro de su monolítica y clásica propuesta rockera, poder pasar de ser una banda de tres o cuatro guitarras a una de tres o cuatro vientos. “Cómo me gusta” abrió la larga lista, festejada con las banderas (que sobre el final fueron leídas por el cantante) y el ritual de siempre. “Nena bien”, “Primavera light”, “Me voy a quedar” y “Sucio sheriff” pasaron entre visuales vistosas, para que luego los vientos toquen “Así habló Zarathustra” (de Richard Strauss) antes de la densa “Cruz de sal” y “Ya todo pasó” (donde apareció el trapo gigante de cancha en el público). La cosa siguió con “25 horas”, “Diez mandamientos” (con guiño Stone), y “La rockera” (dedicada a las chicas).
“Sólo esta noche” antecedió a “Mil canciones”, en la que se subió a cantar el Mono Fabio, un “amigo del barrio”. Las banderas no descansaron con “Volver a casa”, con Junior saludando sobre la versión de los vientos de “Cuando los santos vienen marchando”. El trapo apareció de nuevo para “Adicción”, seguida por un tramo final con “Rock and roll hasta el amanecer”, “Chica del suburbano”” y “Hasta la victoria”, para dar un cierre a la fiesta bonaerense.