El Litoral
Según el Barómetro de la Deuda Social de la UCA, la ciudad y su área metropolitana se redujo drásticamente y se ubica en el 4 %, casi 3 puntos por debajo de la media nacional (6,9%). En tanto, los niveles de pobreza alcanzan un 21,6 %, más de 11 puntos menos que el resto del país. “El Plan Abre tiene un papel importe”, reconoció Agustín Salvia, responsable del estudio.
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Mientras a nivel nacional los números de la indigencia treparon del 5,4 al 6,9 por ciento, y los de la pobreza crecieron del 29 al 32,9 por ciento, según los datos arrojados por el Barómetro de la Deuda Social que elabora el Observatorio de la Universidad Católica Argentina (UCA), en Rosario y su área metropolitana las cifras se despegan bastante.
Según reveló Agustín Salvia, coordinador e investigador jefe del Programa del Observatorio de la Deuda Social, entre 2015 y 2016 la indigencia en el Gran Rosario descendió al 4 por ciento, casi tres puntos menos que a nivel nacional. En tanto, de acuerdo al estudio, el nivel de pobreza se ubicó en el 21,6 por ciento, más de 11 puntos por debajo del promedio nacional.
En el documento presentado por Salvia en la sede rosarina de la UCA destaca además un importante descenso en el número de “hogares con carencias”, y un aumento en el acceso a “servicios básicos”, y a una “vivienda digna”.
"La indigencia mostró un considerable descenso (del 5,5 al 4 por ciento), significativamente mayor que lo ocurrido en otras áreas urbanas, debido posiblemente a la incidencia de los programas sociales y otras fuentes alternativas de ingresos laborales informales", destacó Savia.
Además, el responsable del Barómetro reconoció el “papel importante” que juega el Plan Abre en los barrios más vulnerables de Rosario y su área metropolitana. “Los indicadores de pobreza multidimensional de Gran Rosario presentan menos incidencia que en el resto del país, e incluso mejoras más pronunciadas en materia de servicios públicos y vivienda”, reveló Salvia. En este sentido, los números del informe precisan que en los últimos 6 años se registró en Rosario un fuerte descenso de los hogares sin acceso a servicios básicos (del 5,9 al 2,4 por ciento), y a una vivienda digna (del 16,7 al 13,4 por ciento).
El responsable del informe igualmente alertó sobre “la persistencia de desigualdades estructurales", como en el resto del país. “Tanto la desigualdad persistente, como la pobreza estructural son resultado de un modelo económico - productivo concentrado y desequilibrado con efectos de exclusión y desigualdad a nivel socio-laboral”, expresaron desde la UCA, y añadieron: “Aunque devengan inversiones, no habrá derrame hacia los sectores menos dinámicos si no hay políticas activas de desarrollo local-regional, hacia el sector informal y las economías sociales”.
Seguir trabajando
El ministro de Desarrollo Social de Santa Fe, Jorge Álvarez, consideró que los indicadores presentados por la UCA muestran una diferencia marcada entre Rosario y el promedio nacional, “no cabe duda que cualquiera sea el número, nuestro compromiso es accionar para que no existan indigentes en Santa Fe y la pobreza baje año tras año”.
“Estamos convencidos que el Plan Abre, mediante el cual se interviene en infraestructura, servicios y convivencia, sumado al Abre Familia, la integralidad de las políticas sociales y el accionar coordinado con las municipalidades, contribuye no sólo a mejorar indicadores, sino mucho más aún a mejorar la calidad de vida de los santafesinos”, subrayó el ministro.
“El gobierno de Santa Fe no tiene herramientas para modificar la realidad macro económica nacional, pero sí seguirá trabajando en seguridad alimentaria, salud, educación, acceso servicios públicos, hábitat y búsqueda de oportunidades laborales. Estamos convencidos que la baja de índices no es fruto de la casualidad sino precisamente de la causalidad”, afirmó el titular de la cartera de Desarrollo Social.
En tanto, Laura Capilla, secretaria de Desarrollo Social Municipalidad de Rosario, reconoció: “Los índices de indigencia y pobreza siempre nos preocupan, y trabajamos desde hace años para que disminuyan. Que Rosario hoy muestre indicadores por debajo del resto del país es producto del trabajo sostenido de una red de instituciones sociales, culturales, y de salud que hace años se viene construyendo en los barrios de la ciudad”.
En ese sentido, Capilla resaltó como “alentador saber que las políticas sociales implementadas desde hace más de 20 años hacen que hoy Rosario muestre índices menores de indigencia y pobreza en relación al resto del país. El Plan Abre Familia da cuenta de la integralidad de esas políticas sociales, trabajando de manera transversal para garantizar el acceso a los derechos de todos los rosarinos”.
“La indigencia y la pobreza son producto de factores estructurales que escapan a un municipio, pero desde Rosario tomamos el compromiso firme ante contextos de desocupación, como el que comienza a percibirse, o como fue en el 2001, de acompañar a quienes más lo necesitan, generando políticas de economía social, pero es necesario dar un salto cualitativo que permita a esas familias de emprendedores hacer frente al día a día e insertarse en el mercado laboral, y es por eso que seguimos pidiendo al gobierno nacional trabajar articuladamente, en el marco de la Ley de Emergencia Social”, subrayó la secretaria.