La antena parabólica más moderna de la Agencia Espacial Europea, en la localidad mendocina de Malargüe, recibirá equipamiento de vanguardia por cuatro millones de euros para la exploración del universo en sociedad con la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae), que fortalece recursos de satélites de observación terrestre y enfoca el espacio profundo con perspectivas de integrar misiones extraplanetarias.
Con un disco parabólico de 35 metros de diámetro, la antena instalada en el semidesértico paisaje malargüino en el que las temperaturas invernales bajan a -18 grados y el viento se desata hasta superar los 100 kilómetros por hora, completa el triángulo de aparatos de igual tamaño establecidos en la localidad española de Cerberos y la australiana de New Norcia, dedicados a la recepción de datos de las misiones europeas para la exploración del espacio profundo.
La imponente antena alcanza una cobertura en circunferencia elíptica de 360 grados que cubre todo el hemisferio sur, para seguimiento de sondas que operan a más de dos millones de kilómetros de distancia, abriendo un tiempo disponible por la comunidad científica argentina para investigaciones en radioastronomía.