José Curiotto (Miami, Estados Unidos)
Twitter: @josecuriotto
La tecnología permite conocer como nunca antes a las audiencias de los medios. Los principales generadores de contenidos informativos en el planeta apuestan a brindar servicios de calidad, para que los usuarios estén dispuestos a pagar por ellos.
José Curiotto (Miami, Estados Unidos)
Twitter: @josecuriotto
La irrupción de las transformaciones tecnológicas representó desde hace dos décadas un verdadero golpe en la línea de flotación de la industria de los diarios a escala global. El resto de los medios tradicionales, como la radio y la televisión, tampoco resultó ileso a partir del surgimiento de nuevas plataformas y otras lógicas de consumo de los contenidos.
El pesimismo se extendió como reguero de pólvora. Los modelos de negocios que habían funcionado durante tanto tiempo, se hicieron trizas en un puñado de años. Las audiencias comenzaron a migrar hacia otras plataformas. Y quienes decidieron permanecer, se acostumbraron a una masividad y gratuidad caracterizadas por una profunda pérdida de calidad en los contenidos.
Quizá resulte paradójico. Sin embargo, la misma tecnología que contribuyó a multiplicar progresivamente el número de esas audiencias, comienza a convertirse en una herramienta valiosa para personalizar los contenidos.
¿Cómo se explica este fenómeno?... Muy simple: en estos momentos, la tecnología permite saber qué consume cada uno de los usuarios, en qué momento, de qué manera, bajo qué formato, en qué plataforma. Así, la transmisión de contenidos puede moldearse de manera personalizada para cada uno de los consumidores.
Hasta hace dos décadas, la gente leía lo que el diario decidía publicar, escuchaba la música que las discográficas editaban, seguía sus programas favoritos de televisión en el momento en que los canales decidían emitirlos. Lo mismo sucedía con el mercado publicitario.
Pero la masividad parece condenada. La clave pasa por brindar herramientas que permitan personalizar los contenidos y en encontrar los mecanismos para que las empresas logren monetizar esta relación con sus usuarios.
Nadie está dispuesto a pagar por lo que no necesita o por lo que puede obtener de manera gratuita. Por ese motivo, los principales medios del planeta están convencidos de que la apuesta debe ser por la calidad y el valor distintivo.
El cambio es profundo. Los diarios, la radio y la televisión hace rato que han dejado de ser lo que eran. Hoy deben ser capaces de transformarse en verdaderas fábricas de contenido a través de distintas plataformas. Sólo basta un movimiento en el teléfono móvil para que una persona pueda acceder a textos, fotos, audios o videos.
Las audiencias son las que mandan. Quienes no logren adaptarse, simplemente serán desechados por sus usuarios.
Estos son algunos de los temas que por estos días se discuten en SipConnect 2017, la III Conferencia Hemisférica de Medios Digitales que se realiza en Miami, Estados Unidos, con la presencia de representantes de medios periodísticos (diarios, revistas, radios y televisión), de Google, Facebook y otras empresas dedicadas a brindar servicios en materia de comunicación.