Juan Manuel Fernández
Hoy se cargó semilla de algodón con destino a Oriente Medio, pero el embarque zarpará desde Buenos Aires.
Juan Manuel Fernández
Alrededor de 100 toneladas de semilla de algodón, provenientes del norte provincial, se cargaron esta mañana en el Puerto de Santa Fe con destino al Sultanato de Omán, en la península arábiga.
Los cuatro contenedores no se embarcaron en la capital santafesina sino que se trasladaron en camión hasta el puerto de Buenos Aires, desde donde partirán a destino por vía marítima. Esto se debe a que en diciembre de 2016 la terminal santafesina perdió la habilitación de Aduana para despachar contenedores, al finalizar la concesión del operador (que era quien contaba con la autorización correspondiente) y haber quedado desierta la posterior licitación para incorporar uno nuevo.
Una fuente vinculada a la operación, explicó que este factor -junto al retraso cambiario y la caída en el precio de los commodities en el mercado internacional- influyó en la fuerte retracción que sufrió el negocio respecto del año pasado. Mientras en 2016 se vendieron unos 400 contenedores (10.000 toneladas) de semilla de algodón al exterior desde el puerto local, en la presente campaña -ya finalizando- apenas lograron concretar la venta de 250 toneladas (10 contenedores).
El hecho de que las cargas no se despachen por vía fluvial tiene un impacto considerable en los costos del negocio, ya que cada contenedor paga unos u$s1.000 sólo en traslado terrestre hasta Buenos Aires, donde también los costos portuarios son superiores (el doble, aproximadamente) a los de Santa Fe. Por este motivo las autoridades del Ente se encuentran tramitando ante Nación la habilitación para constituirse como operadores.
Con este objetivo se reunieron -en marzo- el intendente José Corral y el titular del Ente Portuario, Sebastián Fumis, con Jorge Jiménez Kockar, subdirector general de Operaciones Aduaneras del Interior. El funcionario nacional se comprometió a dar de baja la autorización que poseía la firma Loginter como primer paso del proceso para habilitar al Ente Portuario como operador de la terminal.
Las partes también acordaron volver a reunirse para delinear las inversiones necesarias para dar cumplimiento a las nuevas exigencias que impuso la resolución 3871/2016 de Aduana, de las que estaba exento el operador que funcionó hasta diciembre, por tener una habilitación preexistente.
Fumis, en diálogo con El Litoral, explicó que el trámite del Ente apunta a logra la habilitación de la terminal, pero no la operación por los altos costos que demandaría. “Tenemos que avanzar -dijo- en la habilitación con los nuevos estándares, pero apostamos a que el capital privado tome la posta”.
Según explicó, las obras necesarias van desde la construcción de un canil donde alojar los perros de Aduana hasta un cerco perimetral, circuito cerrado de tv e iluminación. Pero el condicionante para operar, por lo que ninguno de los 5 adquirientes de pliegos en la última licitación se animó a realizar una oferta, es la instalación de un escanner de contenedores que vale u$s 3 millones.
El funcionario aseguró que están cotizando las obras a realizar, pero podrían demandar varios meses, razón por la cual no creyó posible la instalación de un nuevo operador en el corto plazo.