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Ariel Marioni, estudiante de Diseño Industrial, diseña e imprime elementos en tercera dimensión. La UCSF incorporará esta herramienta para sus alumnos.
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Ariel Marioni, estudiante de Diseño Industrial en la Universidad Católica de Santa Fe, hace años es un apasionado de la gráfica digital, tal es así que diseñó imágenes en 3D para diferentes empresas de videojuegos, pero el increíble avance de la tecnología le permitió, a través de la impresora 3D, a poder tocar sus creaciones antes digitales.
“Esta idea surge desde una necesidad personal, en mi estudio incorporé este servicio de impresión 3D, ya que el prototipado rápido ayuda mucho en el diseño industrial para crear maquetas y prototipos de piezas”, detalló.
El proceso de producción se realiza mediante el modelado por deposición fundida, un procedimiento de manufactura aditivo, que deposita filamentos en cientos de finas capas hasta formar la pieza en 3D.
A esta nueva impresora, la tercera que Marioni pone en funcionamiento, la denominó Tank One. “Es un producto que está en un 90% terminado, debido a que se le puede seguir incorporando tecnología. En los países más avanzados se imprime hasta con metales en algunos equipos, pero vamos de a poco a llegar a ese tipo de producción”, también aseguró que este tipo de herramientas le genera un continuo aprendizaje, con errores y aciertos, pero con muchas ideas para seguir mejorando los productos.
En la carrera de Diseño Industrial es una herramienta que se utiliza un montón porque es una tecnología que permite acelerar el desarrollo y diseño de los productos. “Antes de la manera convencional era necesario para prototipar, por ejemplo la carcaza de una máquina, hacer moldes, fundir en arena en tierra o hacer un desarrollo en chapa y esos eran procesos que llevan mucho tiempo y costos”, explicó.
En cambio con la impresora 3D, hacer una pieza de un tamaño importante lleva tres horas, pero ese tiempo puede variar si es un elemento más sólido, que puede demandar hasta 20 horas con la máquina en funcionamiento. Sin embargo el estudiante resaltó que un prototipado convencional llevaría meses hacer el mismo producto, que la impresora genera en 20 horas.
La idea de la UCSF es crear, para la Facultad de Ciencias de la Salud, réplicas de huesos para kits educativos y se trabajará con huesos de personas reales. “Se van a escanear mediante tomografías o resonancias, esto ayudará a que los profesionales analicen tangiblemente las lesiones a través de las partes que imprimamos en 3D”, explicó Marioni.