Redacción El Litoral
area@ellitoral.com
Hay que caminar para encontrar precio y calidad. Los que pueden comprar con anticipación obtienen mayor variedad. A esta altura del mes, casi todos pagan con tarjeta. El inicio del ciclo lectivo está previsto para el 5 de marzo.
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Se terminan las vacaciones y llega la hora de salir a comprar el guardapolvo escolar, el calzado y la mochila llena de útiles. Quienes ya comenzaron a ocuparse de la canasta escolar se encontraron con una inflación que oscila entre el 15 y el 30 por ciento, dependiendo del rubro y de la calidad. La cifra es más o menos la misma que en los últimos cuatro años.
Por ese motivo, muchos padres optan hoy por comprar en cuotas. Mientras que otros todavía no empezaron a hacer las compras y esperan que llegue marzo para cobrar el sueldo; especulan con la posibilidad de que se retrase el inicio del ciclo lectivo, previsto para el lunes 5 de marzo en Santa Fe.
Quienes tienen la posibilidad de hacer las compras ahora corren con una ventaja: van a encontrar mayor variedad y productos de marcas alternativas con precios más accesibles. Además, todavía hay comercios que mantienen los precios sin el ajuste que llega cada mes.
Útiles escolares
“La expectativa es la misma de siempre. Comienza febrero y los padres se acercan a completar la lista de útiles escolares”, le dijo a El Litoral Rodrigo Ortega, encargado de la librería El Once. Y destacó que la mayoría de los clientes “financian la compra con la tarjeta (de crédito)”, y agregó que a principio de mes “hubo más compras en efectivo, pero ahora la gente tiene menos liquidez y trata de financiar”.
Y en cuanto a los precios, Ortega dijo que “la escalada del dólar de enero incidió en el aumento de precios, sobre todo porque la gran mayoría de los productos vienen de afuera (importados)”. Para poder ajustar el presupuesto a cada posibilidad, ofrecen tres calidades de productos. “Hay mochilas con carro desde $ 500 hasta $ 1.500”, graficó el vendedor, “por lo tanto cada cliente se adapta de acuerdo a su bolsillo”.
Calzado
Otra de las visitas obligadas de los padres previo al inicio de clases es a las zapaterías, en busca del calzado escolar que mejor se ajuste no sólo al pie del niño sino también al bolsillo de mamá y papá. “Estamos preparados para la venta escolar pero todavía no arrancó”, confesó Renzo Walpen, encargado de la zapatería Bucanero. “Creo que pasa por la incertidumbre respecto de cuándo van a comenzar las clases. Calculo que la gente especula con eso con la intención de pasar la compra a los gastos de marzo”.
El zapatero analizó la situación del rubro teniendo en cuenta “que la gente viene con los gastos de las fiestas, las vacaciones y el que no pudo irse, con los gastos del aumento de los impuestos”. Y en cuanto a la inflación, estimó que trepó a “un 25 a 30 por ciento anual, similar a la de los últimos tres o cuatro años”.
“El año pasado se concentró la venta en la última semana previa al inicio de clases, y este año estimo que va a ocurrir lo mismo”, dijo Walpen, y lo comparó a lo que ocurrió con las ventas para las fiestas de fin de año: “La gente compra ahora a último momento”.
Por último, el zapatero reconoció que “antes el calzado era un producto un poco más económico, pero hoy la mayoría lo compra en cuotas”. La recomendación es “anticiparse, porque todavía hay productos que no sufrieron ajuste de precios; además, el que viene último encuentra poca variedad de números y las opciones más caras”.
Guardapolvos y uniformes
En cuanto al rubro vestimenta escolar, distinto es para quien debe buscar sólo un guardapolvos respecto del que tiene que comprar un uniforme completo. En este último caso, la mayoría de las veces hay que ir con tiempo, ya que los uniformes se confeccionan a medida. Virginia Giardino, de Sisi Uniformes, apuesta a fidelizar sus clientes brindando una buena atención y precios. Ella dice que tiene “grandes expectativas y el año viene muy bien”, dijo. “Tengo un público muy leal y me esfuerzo por que la calidad y el precio sean justos”, dijo.
“Mientras antes vengan es mejor, porque tenemos más tiempo para confeccionar el uniforme”, dijo Giardino, “pero entiendo que ello depende de la organización y economía del hogar”. Al igual que en la zapatería, en este rubro y a esta altura del mes, la gente empieza a “tarjetear”. “Ayer me di cuenta que la gente ya se va quedando sin efectivo y comienzan a utilizar más la tarjeta”, mencionó.
Por último, respecto de la inflación, Giardino reconoció: “En mis proveedores fue de no más del 15 por ciento”, y agregó luego: “Trato de ser cuidadosa para competir con precios”, para rematar: “En mi negocio, la temporada fue igual al año pasado, o mejor”.