Tras la última facturación del suministro eléctrico provincial, desde la Federación de Centros Comerciales de la Provincia de Santa Fe (Fececo) se planteó el pedido de considerar modificaciones en la facturación del servicio de energía eléctrica que permitan a los pequeños y medianos comercios “sobrellevar el duro golpe de los recientes aumentos. Estos pueden convertirse en un golpe letal para las ya alicaídas finanzas del sector”.
Mediante un comunicado, la institución que nuclea los centros comerciales recordó que “el año pasado, luego de los importantes aumentos que se produjeron, el sector realizó importantes esfuerzos por cumplir con la obligación del pago del servicio, reduciendo otro tipo de gastos, incluso relacionados a la calidad de atención, producción y de recursos humanos”.
Aseguran ahora que “no quedan más gastos que suplir ni ahorro que hacer, por lo que las nuevas facturas con este nuevo ajuste tarifario resultan impagables a las flacas cajas de los comercios”. “Los aumentos podrían trasladarse a precios -continúa el parte de prensa-, pero esto implicaría sumar un nuevo factor a la espiral inflacionaria a la vez de continuar perdiendo ventas ante la falta de poder adquisitivo de los consumidores. También se podría absorber y disminuir la rentabilidad, pero en estos tiempos se está trabajando tan al límite de la continuidad económica que ni siquiera hay margen para esa disminución. La Empresa Provincial de la Energía puede aumentar el servicio sin necesidad de analizar sus costos internos, pero este es un recurso que el comercio no tiene, por las razones expuestas”.
Desde Fececo se han realizado diversas presentaciones. Por un lado, a las entidades gremiales empresarias a nivel nacional solicitando gestionar una reducción en la tasa del 27% de IVA con la que se grava el servicio. “Si bien este pago se puede tomar como crédito fiscal, habría un alivio financiero al momento del pago, a la vez de favorecer a los usuarios monotributistas en una reducción del importe a abonar. La próxima semana se iniciarán conversaciones con legisladores nacionales en este sentido”, detalla el comunicado.
Se presentó también una serie de pedidos a la Empresa Provincial de la Energía, solicitando prorrogar los próximos vencimientos a la vez de reducir el interés financiero por pago en cuotas.
Asimismo, hubo una presentación al gobernador de Santa Fe, Miguel Lifschitz, que incluye los siguientes puntos:
-Revisar el valor del kw facturado a los consumidores. “De una simple comparación con otras jurisdicciones resulta evidente la gran diferencia que existe entre lo pagado en nuestra provincia y en el resto”, cuestionan los representantes del comercio provincial.
-Realizar las gestiones necesarias para que se aplique indefectiblemente el beneficio del 14% de descuento a los usuarios comerciales que se encuentren al día con el pago del impuesto sobre los Ingresos Brutos, tal como establece la ley 11.257. “En la actualidad ese beneficio se ha reducido considerablemente. Desconocemos los motivos por los cuales no se acata una ley provincial en vigencia”, reclaman.
-Impulsar una norma que exceptúe al sector comercial del tributo del 6% establecido por la ley 7.797.
-Impulsar una norma que exceptúe al sector comercial del tributo del 1,5% de la Ley Provincial 6.604 del Fondo de Electrificación Rural.
-Exceptuar al sector comercial del pago de la CAP (cuota de alumbrado público), dado que en la mayoría de los casos también es tributado en la Tasa General de Inmuebles.
-Reducir la alícuota del Impuesto de los Ingresos brutos que paga la Empresa Provincial de la Energía y trasladar esa reducción al costo del servicio.
-Aumentar la cantidad de bandas de consumo del cuadro tarifario vigente de la EPE. Es decir que en lugar de que las bandas sean a los 400, 800, 2.000 kwh/mes, éstas sean cada 100 kwh/mes, hasta los 3.000 kwh/mes.
Finalmente, la entidad agrega que “además del deber de analizar el valor del kwh que cobra la EPE, que es superior al de otras jurisdicciones, mereciendo por ende una profunda revisión de las razones por las cuales se convierte en el más caro de la región, se requiere de voluntad política de asumir que las actuales facturas resultarán impagables para una gran cantidad de usuarios comerciales, condenándolos a un futuro incierto, con riesgos de no poder continuar con la actividad comercial o recurriendo, lamentablemente a medidas extremas de reducción de costos en personal para poder atender el excesivo costo del imprescindible servicio eléctrico”.