"El joven manos de tijera": el cuento de hadas freak que cautivó al público
La película se estrenó el 6 de diciembre de 1990, hace 30 años. Está considerada una obra de culto del cine moderno. Marcó el inicio de la sociedad entre Johnny Depp y el director Tim Burton. Fábula oscura sobre la creación artística, masificó el personal universo de Burton, que se consolidará en las décadas siguientes.
20th Century Fox El talento visual de Burton unido a las amplias posibilidades interpretativas de Depp, hicieron de El joven manos de tijera una de las películas más estimulantes de principios de los ?90.
La adaptación cinematográfica de Batman realizada en 1989 resultó rentable para los inversores: costó 35 millones de dólares (buena parte de los cuales fueron para Jack Nicholson por ponerse en la piel del Guasón) y recaudó más de 400 millones. Esto le abrió al director del film, Tim Burton, las puertas para desarrollar un proyecto más personal y cercano a su cinefilia. Fue así que, el 6 de diciembre de 1990, hace exactamente 30 años, presentó en Los Ángeles “El joven manos de tijera” (“Edward Scissorhands” según su título original), oscura fábula sobre las dificultades de una sociedad frívola y endogámica para aceptar lo diferente.
La película -cuyo guión tuvo origen en un dibujo generado por el director en su solitaria adolescencia- relata la historia de un joven creado artificialmente que se llama Edward, a quien su creador colocó tijeras en lugar de manos. Termina adoptado por una familia de clase media que habita en un idílico barrio residencial de clase media alta y se enamora de Kim, de su misma edad.
El cruce entre lo fantástico, el drama, la comedia y hasta el cine adolescente de la década del ‘50, que se expresa en la estética y en las características de los personajes (a los padres, alienados, les cuesta mucho comprender a sus hijos) le sirve a Burton para reflexionar sobre diversas cuestiones. Desde el amor, la familia, la aceptación y la discriminación, hasta los complejos recovecos del los procesos creativos en las artes. Es que el personaje de Edward, que solo pronuncia 169 palabras en los 98 minutos del film, es una especie de criatura de Frankenstein del siglo XX, que funciona como catalizador para una serie de situaciones ya latentes.
El elenco perfecto
Más allá de sus valores estéticos (la puesta en escena, que combina elementos góticos que se contraponen con las asépticas casas donde vive la familia que acoge a Edward es creativa) una de las claves de “El joven manos de tijera” es que supuso la conformación de la sociedad creativa entre Tim Burton y el actor Johnny Depp. En términos de los resultados que produjo la combinación entre ambos artistas, solo es posible compararla con las que se conformaron entre Robert De Niro y Martin Scorsese y entre Francois Truffaut y Jean-Pierre Léaud en Francia. Lo cierto es que la interpretación que hace Depp en el film de 1990 forma una comunión tan precisa con los demás elementos que pone en juego el director, que es imposible pensar en otro actor para el papel protagónico. A pesar de que estuvieron en carrera Tom Cruise, Tom Hanks, Robert Downey Jr., William Hurt y hasta Jim Carrey.
D.R.
Pero Depp no es el único triunfo de “El joven manos de tijera” en términos de su elenco. Winona Ryder (que rechazó participar en “El padrino III” para sumarse al proyecto) encarna a la adolescente de la cual se enamora Edward. A Dianne Wiest, uno de los pilares fundamentales para que la película funcione, le corresponde el rol Peg, que en su empeño de brindar belleza al mundo acaba defendiendo al protagonista de la intolerancia de sus vecinos. Mientras que el papel del “Inventor” (el viejo artista-científico misántropo que ha creado a Edward) fue escrito específicamente para Vincent Price, actor referente de las películas de terror de clase B de los ‘50 y ‘60, admirado por Burton.
Resistir al tiempo
Aunque en muchos sentidos era rupturista, “El joven manos de tijera” obtuvo buena recepción entre los críticos y también entre el público. Sin embargo, como pasó con otros filmes de los ‘90 como “Sueños de libertad”, se fortaleció más y más con el paso del tiempo hasta convertirse en una obra de culto, disparador para artistas de otras disciplinas como la plástica y la música. Johnny Depp rompió con el molde de adolescente rompecorazones que había cultivado en los ‘80 y junto a Burton construirían en los años siguientes un universo particular dentro de la cinematografía norteamericana, que se expresaría en trabajos como “Ed Wood” (1994); “La leyenda del jinete sin cabeza” (1999) y “Charlie y la fábrica de chocolate” (2005).
D.R.
Sin Oscar
“El joven manos de tijera” no cosechó ningún Oscar entre los correspondientes a la producción cinematográfica de 1990. La película apenas fue nominada en la categoría “Mejor maquillaje”, que finalmente quedó en manos de “Dick Tracy”. La gran ganadora de ese año fue “Danza con lobos”, que se llevó 7 estatuillas.