En Romang se confirmó un brote de dengue que al menos afecta a 40 pacientes. Un equipo de profesionales de la Dirección de Protección y Promoción de la Salud, del Ministerio de Salud de la provincia, está trabajando en la localidad del noreste de Santa Fe para evitar más contagios y atender a las personas con síntomas. Se emitió una alerta sanitaria para los pueblos y ciudades vecinas.
En diálogo con El Litoral, Andrea Uboldi, directora de Protección y Promoción de la Salud, confirmó que de las 40 muestras de sangre que se están analizando 17 dieron positivas de dengue. “Asumimos que el resto también los son por las características de la enfermedad (dengue tipo 1) y los síntomas de los pacientes”, aseguró Uboldi, que este domingo estaba en la localidad santafesina para coordinar las tareas de contención.
Hasta el momento, los pacientes no necesitaron ser internados y permanecen en sus casas con atención ambulatoria. El equipo del Ministerio de Salud llegó a Romang, que tiene más de 8.000 habitantes, el jueves pasado cuando se comenzaron a detectar casos compatibles con la enfermedad. La base de operaciones se instaló en el samco.
Además, se intensificaron los trabajos para disminuir la población del vector de la enfermedad: el mosquito Aedes aegypti. Se realizan fumigaciones y se está ingresando a las casas de la gente para “descacharrar” (limpiar y quitar el agua de los lugares en los que se crían las larvas del mosquito).
Qué es el dengue y cómo se previene
Es importante recordar que el virus del dengue se transmite a los humanos por la picadura de un mosquito infectado. Para ello, se requiere que el insecto haya picado a una persona afectada por la enfermedad.
La enfermedad es viral y presenta en dos formas: el dengue clásico y el hemorrágico. El dengue clásico tiene síntomas semejantes a los de una gripe fuerte (son los casos que se están detectando en Romang), es decir, fiebre alta de aparición brusca, dolor intenso de cabeza y detrás de los ojos, dolores musculares y de las articulaciones, náuseas, vómitos y erupción en la piel.
En tanto, el hemorrágico, se produce en raras ocasiones. Puede aparecer como una enfermedad severa y a veces mortal llamada fiebre hemorrágica del dengue (FHD) o dengue hemorrágico (DH). En este caso, a los síntomas del clásico se le agrega el sangrado en distintas partes del cuerpo.
Las medidas recomendadas para prevenir el contagio son disminuir la reproducción de los mosquitos eliminando los lugares donde ponen sus huevos, principalmente los envases artificiales que acumulan agua en los patios de las casas.
También es clave cambiar con frecuencia el agua de los bebederos de animales y floreros, tapar los recipientes con agua, eliminar la basura acumulada, protegerse de las picaduras de los mosquitos usando acondicionadores de aire, colocando tela metálica en puertas y ventanas, aplicando repelente contra insectos en la piel expuesta.
Los mosquitos además pueden picar a través de la ropa. Por eso, es importante rociarla con repelentes que contengan permetrina o Deet, y se aconseja usar camisas de manga larga y pantalones largos, cuando uno se encuentra al aire libre.