De la redacción de El Litoral
polí[email protected]
El ministro de Economía de la provincia, doctor Angel Sciara, reconoció que el primer semestre del año cerró con un desbalance presupuestario del orden de los 800 millones de pesos, que atribuyó fundamentalmente a las políticas salariales otorgadas en octubre de 2010 y a principios de este año, que no fueron previstas en el presupuesto de 2011. Pero, a su vez, recalcó que no era un “déficit financiero” y que la provincia tiene los recursos para hacer frente a todos los compromisos asumidos.
Sciara consignó que la política de remuneraciones dispuesta para el sector público - que tuvo en este mandato una sustancial mejora- presiona “mucho” sobre el gasto total de la provincia.
“Esa diferencia de los 800 millones tienen que ver con las cifras que figuran en el presupuesto y en cómo se van registrando los gastos y los recursos”, indicó el ministro, quien explicó los ingredientes que se conjugaron para que apareciera ese desbalance.
Habló de lo que figura en el presupuesto como gastos devengados y que tienen como contrapartida “un conjunto de recursos no tributarios”, por ejemplo las partidas que debería mandar la Nación para financiar parte del déficit de la Caja de Jubilaciones. En el año, estos fondos sumarían unos 600 millones de pesos, pero hasta ahora la provincia no ha recibido ningún aporte por este concepto. “Esa cifra de 800 millones hubiera sido distinta si hubiésemos recibido 350 millones de la Nación por el semestre”, dijo el ministro.
En segundo término, Sciara consignó que el primer trimestre del año tradicionalmente es deficitario, porque es de baja recaudación; situación que se va nivelando más avanzado el ejercicio fiscal.
En ese primer trimestre es cuando se otorgó un incremento al sector público del orden del 27/ 28%, que se esperaba compensar incluso por efecto de la inflación, que ahora se ha “amesetado” y que se ubicaría en el año entre un 21 y 23%.
El incremento para la política salarial tuvo sus derivaciones no sólo en materia de remuneraciones, sino en los subsidios a las escuelas privadas y en otras retribuciones que paga la provincia ( pasivos ley 5110) y en las jubilaciones y pensiones.
Dificultades
El ministro de Economía indicó que se trabaja en la reducción del gasto “en aquellos espacios que lo permiten” y en lograr una mayor eficiencia en la recaudación de los ingresos. Pero también aseveró que, históricamente, existe una inercia en el gasto que hace muy difícil bajarlo. “El gasto fijo está en el orden del 90% del gasto público total, y la masa salarial demanda el 60% de los ingresos de Rentas Generales”, confirmó Sciara.
Ya en julio, la provincia logró cambiar la tendencia: hubo un ahorro y cerró con superávit. Por eso Sciara se manifestó prudentemente optimista, en el sentido de poder ir bajando ese desbalance en este segundo semestre con eficiencia en la recaudación propia, manejo del gasto y administración presupuestaria.