Eloy Rodríguez
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Fuente consultada: Daniel Pustilnik, especialista en explotaciones de aguas subterráneas.
En el noroeste de nuestra provincia son casos testigos la Ruta Nacional 95, Tostado (Santa Fe)-Villa Ángela (Chaco); Ruta Provincial 17 (empalme Ruta Provincial 2 con la ciudad de Ceres, 34 km); Ruta Nacional 98 (Bandera, Sgo. del Estero-Vera, Santa Fe); la R.P. 4 (Nelson-San Cristóbal) y la más notoria por sus sucesivas repavimentaciones como la Ruta Nº 2, desde San Cristóbal hasta Mojón de Fierro, límite con Santiago del Estero.
Esto ha significado y cuesta decenas de vidas por accidentes, roturas de vehículos de todo tipo, aislamiento de pueblos y ciudades, encarecimiento de los fletes y consiguiente aumento del costo de vida y de la producción regional, éxodo de familias enteras, y una sumatoria de calamidades conexas que sería muy largo inventariar.
Si a estos factores le agregamos el hecho que años después de ocurridas estas “fatalidades” se deben volver a re-repavimentar tendremos un patético panorama.
Miles de millones de pesos se han dilapidado inútilmente, con un costo de muertos, heridos, y mutilados en vida por vuelcos o choques, experiencia que indica que estos esfuerzos económicos no se debieran repetir, teniendo en cuenta semejante costo a nivel humano.
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