De la redacción de El Litoral
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Hoy volvieron a clases los estudiantes secundarios en toda la provincia. Ésa es la noticia “gruesa”, pero hay otra novedad: con el arranque del ciclo lectivo se comenzaron a implementar las primeras reformas curriculares para el ciclo básico del nivel medio (1º y 2º año). Entre otros cambios, se dividirán las áreas para volver a las disciplinas: así, Ciencias Sociales -integrada por Geografía e Historia- se separará y se dictará Geografía en primer año, con una carga de 4 horas semanales, e Historia en segundo, con la misma carga horaria.
Lo mismo ocurrirá con Ciencias Naturales (Biología se dictará en 1º año y Físico-Química en 2º año) y Educación Artística (los alumnos tendrán Música en 1º año y Artes Visuales en 2º año). En resumen: no se dictará más Historia en el año, ni Fisico-química ni Artes Visuales. También se crean nuevos espacios articulados: seminario de ciencias sociales, laboratorio de ciencias naturales, taller de economía y administración, lengua extranjera adicional. De esos 4 espacios, las escuelas deberán elegir dos.
El Litoral quiso visitar algunas escuelas secundarias de la ciudad para conocer cómo han recibido estas transformaciones curriculares directivos y docentes. El panorama encontrado fue coincidente: se admitieron dificultades en la organización horaria y administrativa, incertidumbres en la “continuidad” de los contenidos (ahora que los alumnos tendrán Geografía en 1° año y no en 2°, qué va a pasar cuando deban retomar las Ciencias Sociales en 3° año; es decir, cuánto de esos contenidos se deberá retomar), entre otras.
Ajustes horarios
“Estamos con dificultades en la organización horaria de las escuela. Como han habido cambios fundamentales en las cargas de algunas materias, ahora habrá materias de 4 horas en una misma división, cuando antes había dos. Esto ha producido una reformulación horaria de las plantas de 1° y 2° año, algo que creo nos va a demandar algunas semanas más de acomodamiento. En eso estamos”, dijo a este diario Roxana Maulle, directora de la Alte. Brown.
En la Domingo Silva las primeras percepciones ante los cambios eran parecidas. “Todo esto es extremadamente complejo: tomemos la reubicación de personal, por ejemplo. Está la organización curricular, pero también viene de la mano la cuestión administrativa. Son cuestiones operativas que deberemos acomodar”, dijo la directora Mónica Manassero. Además, “será necesario cubrir vacancias en los nuevos espacios articulados que se conforman (que son seminarios, talleres y laboratorios) por lo tanto habrá que convocar a escalafones, etc.”.
“Hubo que hacer un movimiento profundo de toda la planta docente, de profesores que han pasado del ciclo superior al básico, y a la inversa. Todo eso hizo que el trabajo de reubicación en la franja horaria que tienen los profesores se haga complique”, dio su visión Nilda Dubuloy, profesora de historia de esa institución. “Además, algunos de los contenidos que mandan son inabordables. Porque tienen una extensión y una complejidad que para chicos de 2° año es imposible de entender, por lo difícil y por la amplitud”, cuestionó.
¿Baches?
“Por lo que he visto, la reacción de los docentes ante estos primeros cambios ha sido ciertamente contradictoria. Los profesores que normalmente trabajaron por áreas (Sociales, Naturales) pedían con atinado criterio la unificación de cátedras, para preservar la identidad de sus áreas. Pero lo que no ha sido tomado con agrado es la acumulación de horas en un curso, y además con el ‘bache’ que se podría generar en el año subsiguiente”.
¿Qué implica ese aludido “bache”? “Por ejemplo, aquel alumno que tenga Biología en 1° año va a tener una carga horaria fuerte de 4 horas, pero no verá esa materia en 2° año”. Esto genera incertidumbres respecto de la continuidad de esos contenidos en caso de que se retomen en 3° año. Qué se pierde y qué deberá retomarse, es la pregunta. “Deberemos trabajar con mucho más tiempo del que tuvimos en una reforma curricular que no produzca vacíos de contenidos. O quizás tener que luchar contra la desesperación de que el chico no pierda contenidos en el ciclo superior, con una acumulación espantosa sobre los primeros años”.
Maulle consideró que “el desafío será trabajar muchísimo en la revisión de contenidos, para no caer en la tentación de la acumulación en el 1° año. Corren épocas donde cuesta mucho trabajar con los chicos sobre operaciones mentales que tienen que ver con la asociación de ideas. Habrá que ver cuánto podrán retener y retomar de los contenidos vistos en 1° año. Me parece que este año será de mucho ensayo, prueba y error...”, concluyó.
Manassero fue más escéptica: “No sabemos si habrá ese bache, porque no se dispone de la grilla de reformas completa. Entonces, desconocemos qué cambios habrá en 3°, 4°, y 5° año. Si dispusiéramos de eso, sería más fácil”, cerró la directora.
>>> 115.000 alumnos que asisten al ciclo básico -1º y 2º año- del nivel medio en la provincia comenzaron las clases hoy con los nuevos cambios curriculares, según la estimación de matrícula del Ministerio de Educación provincial. Son 83.000 alumnos -siempre de 1º y 2º año- del sistema estatal, y 32.000 alumnos del ciclo básico de la educación privada.