El precio récord que alcanzó la soja en los últimos días fue una gran noticia para el gobierno argentino, que se podría prolongar en los próximos meses, hasta convertirse en una especie de salvavidas fiscal para el 2013. Según un informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal, la oleaginosa podría aportarle U$S 5.000 millones adicionales a la economía argentina durante el año próximo.
La tendencia alcista del precio de la soja en el mercado internacional, que llevó su precio hasta ubicarse en niveles cercanos a los U$S 640, implica “una variación acumulada en el año aproximada del 40%, y del 54% respecto del piso registrado en diciembre del año 2011”, según el estudio.
La principal causa del repunte de las cotizaciones es el recorte en la producción estimada en los Estados Unidos, que es el principal productor de esa oleaginosa, y que sufre fuertes sequías y altas temperaturas en las zonas agrícolas.
El informe destacó que “el incremento del precio tiene dos efectos concretos en materia temporal: por un lado aumenta el valor de la cosecha no exportada o sin precio fijado hasta el momento, y por otro abre una expectativa optimista para la cosecha 2012-2013”.
“Se estima que todavía quedan unas 16 millones de toneladas sin ser exportadas o sin precio determinado, lo que podría aumentar el valor de las exportaciones del complejo en alrededor de U$S 1.300 millones durante este año. Esto le generaría al gobierno unos U$S 460 millones adicionales en concepto de retenciones. Las provincias y municipios recibirían este incremento con los brazos abiertos, ya que un 30% (U$S 138 millones) les corresponde por el Fondo Federal Solidario”, agrega.
De concretarse esas estimaciones, el valor de las exportaciones podría ascender a U$S 24.800 millones, unos U$S 5.300 millones más que este año. Esos dólares extra que podrían ingresar al país equivalen al 11% de las reservas actuales y al 70% de los vencimientos de deuda en divisa que se tienen en 2013.