ilustraciones: lucas cejas
La confrontación del discurso oficial con las medidas de gestión, e incluso de éstas entre sí, indica contradicciones aparentemente insalvables. Sin embargo, encuentran su lógica interna en la razón de ser del proyecto kirchnerista.
ilustraciones: lucas cejas
Emerio Agretti [email protected] Comenzó apelando a la “transversalidad” basada en coincidencias supra-partidarias, para terminar apropiándose del aparato del peronismo más tradicional, alineando por seducción o extorsión, y castigando con dureza la disidencia. Mientras vociferaba contra la “vieja política”, usó la pretendida renovación como coartada para blanquear el rancio pasado de caudillos, operadores y jerarcas del partido. A la vez que dotaba de resonancias épicas hasta a las decisiones administrativas más pedestres, insufló ánimos a sus seguidores mediante la elección sucesiva o simultánea de una serie de enemigos -en algunos casos, ex-amigos-, contra los cuales aglutinar fuerzas y embestidas. Así, la renovación de la Corte permitió recomponer su prestigio, aniquilado durante el menemismo, pero se terminó descalificando a sus miembros y a los del Poder que encabezan en la medida en que no respondieron a los deseos de palacio. La condena de los delitos de lesa humanidad y los crímenes de la dictadura sirvió para juzgar y encarcelar a sus personeros, pero también para estigmatizar y calumniar a los adversarios. La gestión de consensos terminó reducida al más cerrado verticalismo, con generosidad para los arrepentidos e impiedad para los discrepantes. La apertura del espectro comunicacional fue el argumento para desarticular grupos periodísticos no alineados, pero más que ampliar el espectro de voces se usó para amparar la creación de un descomunal aparato de propaganda, que se sumó al abuso de la cadena nacional y la costosa explotación del Fútbol para Todos.
Política La reivindicación del rol del Estado en la vida pública asumió tintes de soberanía y “empoderamiento” popular, que tuvo como contrapartida la restricción del espacio de defensa de los ciudadanos. Y el federalismo se contrajo a la mínima expresión, a expensas no sólo de la salud institucional, sino también de las posibilidades y la libertad de quienes padecen la circunstancia de ser gobernados por un mandatario de la oposición. La recomposición de ingresos de los más desfavorecidos se basó en el manejo discrecional de cajas millonarias y resultó fluctuante frente al nunca reconocido impacto de la inflación en la economía doméstica; y el incremento de la presión fiscal sobre las clases medias y los trabajadores fue la contracara de la inexpugnabilidad del sector financiero y las dispensas para millonarios infractores de la ley. Los estímulos al consumo y el control de variables exhibieron la misma dudosa eficacia, y el favorable contexto internacional no tuvo un impacto correlativo en el crecimiento del país, ni en su estructura productiva. Modelo La democratización del Poder Judicial fue el engañoso rótulo con el que se pretendió apuntar contra los inocultables vicios y privilegios del estamento más aristocrático del Estado, pero con procedimientos claramente orientados a condicionar políticamente a sus miembros. Y las invocaciones a la transparencia sufrieron una rotunda desmentida con las restricciones impuestas a la difusión de los datos de las declaraciones juradas, precisamente en momentos en que se extendía a los jueces la obligación de presentarlas, y mientras arreciaban las denuncias y revelaciones sobre el colosal incremento patrimonial de la familia gobernante y sus allegados. Negocios fabulosos sospechados de corrupción, que la sociedad decidió ignorar, dispensar o exacerbar -según el caso y el momento- y que plantean como nunca una interpelación a la vapuleada Justicia. El favorecimiento a determinadas minorías contrastó nítidamente con el afán de aplastar o ignorar a otras, incluso -o más aún- cuando éstas coincidieron con una protesta social con una magnitud difícil de soslayar. La manipulación de los números del Indec no permite saber en qué medida se redujo la pobreza, ni establecer si existió en alguna medida la redistribución del ingreso. La opacidad de las bóvedas, de los contratos condicionados y de las cuentas off-shore no permite atisbar cuánto de él fue a parar a las mismas manos. Poder La lista de contradicciones podría seguir de manera indefinida, y punteando prácticamente toda una gestión que no vacila en asumirlas con el mismo énfasis y virulencia, y en todos los casos adaptarlas a un pasado tan mítico como volátil, reescrito a voluntad y más como insumo conceptual para el presente que como testimonio del devenir histórico. Pero, según los parámetros con que se las juzgue, puede que esas contradicciones no sean tales. El kircherismo nació por y para el poder, y sus primeros diez años en la escena nacional coinciden con su ejercicio. Y toda su vertiginosa trayectoria bien podría cifrarse en la convicción de que la única manera de mantenerlo, es incrementarlo cada vez más.
Ese hombre distinto y esa mujer distinta hoy son parte de una Argentina distinta. Una Argentina donde las mayorías populares ejercen su derecho a la alegría y a vivir la vida que desean vivir. Una Argentina que, depositada en el futuro, quiere más futuro”. Frente para la Victoria, en una solicitada publicada hoy en medios oficialistas. Los pocos logros del comienzo se desvanecieron producto de políticas cortoplacistas e inconsistentes, y el rumbo de esta gestión es absolutamente preocupante. Lo único visible es la intención de perpetuarse en el poder y enriquecerse a costa del trabajo de todos los argentinos”. Mario Barletta / presidente de la UCR
El dato Al margen de la estadística En enero de 2007 el indicador de inflación mensual superó el 2 %, y el gobierno decidió que eso no volviera a ocurrir. A través de una intervención, desplazó a los técnicos del Indec y alteró el procedimiento de medición. No fue un mero placebo. Desde esa fecha, no es posible contar con información fidedigna sobre la evolución de precios y costo de vida, datos de crecimiento y niveles de pobreza. Paritarias, endeudamiento, flujo de capitales y políticas públicas quedaron condicionados por esa información manipulada. Y el perjuicio -al igual que en otros campos- se extenderá más allá del ciclo kirchnerista. Las principales medidas de la última década
Julio Nazareno, la cara más visible de la “mayoría automática” menemista en la Corte, renunció en junio de 2003. Lo siguieron Adolfo Vásquez y Guillermo López, ante la posibilidad de resultar destituidos por juicio político. Eduardo Moliné O’Connor fue removido de su cargo a fines de ese año. El gobierno propuso a Eugenio Zaffaroni, Elena Highton de Nolasco, Carmen Argibay y Ricardo Lorenzetti, que junto a Carlos Fayt, Enrique Petracchi y Juan Carlos Maqueda conforman la actual Corte.
DDHH
24 de marzo de 2004. El retiro de los cuadros de Videla y Bignone del Colegio Militar sintetizó en una imagen la política de derechos humanos que el nuevo gobierno abrazó como causa. El Congreso derogó las leyes de Obediencia Debida y Punto Final y habilitó el enjuiciamiento de los responsables de delitos de lesa humanidad durante la dictadura. A partir de allí se permitió la continuidad de las causas y se abrieron otras basadas en la apropiación de bebés, que permitió encarcelar a muchos represores.
Alineamiento
4 y 5 de noviembre de 2005. La Cumbre de las Américas, en Mar del Plata, y con la presencia del presidente estadounidense George Bush, fue el marco para que la Argentina rechazara la posibilidad de integrar el Acuerdo de Libre Comercio de las Américas (Alca), inaugurase un discurso fuertemente crítico hacia la potencia del norte y los organismos multilaterales de crédito, e iniciara una política de fuerte alineamiento con gobiernos latinoamericanos, fundamentalmente el “eje bolivariano” con la Venezuela de Chávez.
Deuda
15 de diciembre de 2005. Con reservas del Banco Central y el argumento de “ganar libertad”, el gobierno anunció el pago de la deuda al Fondo Monetario Internacional, como forma de liberarse de sus reclamos y exigencias. Más compleja fue la negociación del canje de deuda con acreedores privados (en la foto, Lavagna y Nielsen), todavía hoy está sometida a tribunales internacionales y esporádicamente deriva en el riesgo o la concreción de embargos a bienes argentinos, como la Fragata Libertad.
Retenciones
Marzo de 2008. Ya en pleno gobierno de Cristina Fernández, la imposición de alícuotas variables a las retenciones de exportaciones de soja y girasol impactó con dureza sobre la producción agropecuaria, y motivó una histórica protesta, con el acompañamiento de buena parte de la población. Fue el momento más difícil para el kirchnerismo gobernante y, a su pesar, la cuestión se zanjó con el pronunciamiento “no positivo” del vicepresidente Julio Cobos, que desempató el debate por la derogación de la 125.
Noviembre y diciembre de 2008. En lo que apuntó a convertirse en una escalada, el gobierno estatizó primero el sistema previsional y puso fin a las AFJP, proveyendo un cuantioso flujo de fondos a la Anses. Continuó con la expropiación de Aerolíneas Argentinas y Austral, hasta entonces explotadas por capitales españoles, lo que generó fuerte fricción a nivel internacional. Ésta llegó a un nuevo nivel en mayo del año pasado, con la re-estatización del 51 % de las acciones de YPF, que poseía Repsol.
Medios
Octubre de 2009. Con el indisimulado propósito de desarticular al grupo Clarín y el argumento de avanzar hacia una comunicación más abierta y participativa, el gobierno logró la sanción de la ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. Esto le permitó exigir que Clarín se desprendiese de activos y montar un poderoso esquema de medios propios y afines. A un costo millonario, el Fútbol para Todos birló otro negocio al grupo y obtuvo rating para la propaganda oficial.
Asignación
Octubre de 2009. Tomando una bandera enarbolada por sectores de la oposición, el gobierno estableció el sistema de Asignación Universal por Hijo, para personas desocupadas o con empleos “en negro”. En mayo de 2011 la ayuda monetaria se extendió a mujeres embarazadas a partir de las 12 semanas de gestación. La medida, planteada como una recomposición social, tiene como contrapartida la obligación de sostener la escolaridad de los chicos y cumplir con visitas médicas.
Minorías
14 de julio de 2010. La sanción de la Ley de Matrimonio Igualitario -impulsada por Cristina y votada por Néstor, como diputado- generó un fuerte debate en la sociedad, las instituciones y el seno de los propios partidos políticos, que en muchos casos votaron divididos. La normativa que permite la unión de personas del mismo sexo en las mismas condiciones que los matrimonios heterosexuales no tiene antecedentes en Latinoamérica. En 2012 se completó con la Ley de Identidad de Género para la obtención del DNI.
Justicia
Abril y mayo de 2013. A las apuradas y con toda la oposición, las instituciones y buena parte de la sociedad en contra, el oficialismo impone un paquete de leyes para “democratizar” el Poder Judicial, incluyendo la politización del Consejo de la Magistratura y la restricción de las medidas cautelares. A la fecha, la promulgación de parte de estas normas está pendiente, y las más polémicas son objeto de planteos judiciales, bajo la acusación del intento de controlar y disciplinar a la Justicia.