Reutemann y Giustiniani el 17 de marzo de 2010, observados por Obeid y Griselda Tessio. Todos acompañaron al gobernador Binner cuando alegó ante la Corte por el reclamo del Estado santafesino. Foto: Archivo El Litoral
Un estudio privado calcula que esa será la cifra que descontará el gobierno nacional gracias a la prórroga unilateral de un convenio que Santa Fe denunció en 2008 y que la Corte tiene a fallo, en singular demora.
Reutemann y Giustiniani el 17 de marzo de 2010, observados por Obeid y Griselda Tessio. Todos acompañaron al gobernador Binner cuando alegó ante la Corte por el reclamo del Estado santafesino. Foto: Archivo El Litoral
De la redacción de El Litoral
El gobierno nacional le descontará a la cuota santafesina de la coparticipación federal unos 6.200 millones de pesos sólo en este año, para financiar el creciente déficit primario de la Anses, según los números proyectados del informe de coyuntura del Ieral, de la Fundación Mediterránea.
La Casa Rosada se quedará además con una suma similar de los fondos que debería remitir a la provincia de Córdoba.
El pacto fiscal firmado en 1992 habilitaba a la Nación a descontar 15 % de la coparticipación a ambas provincias -entre otras- para financiar el déficit previsional nacional. Pero el gobierno federal se comprometía a cubrir los déficit de las cajas previsionales provinciales no transferidas a la Nación, tales los casos de las dos provincias de la Región Centro.
Aquel acuerdo debía ser ratificado por el Congreso Nacional y las legislaturas provinciales. La mayoría kirchnerista en el Congreso lo viene prorrogando unilateralmente pero Santa Fe dejó de ratificarlo en 2005 y fue a la Corte Suprema de Justicia de la Nación un año más tarde. Pero el máximo tribunal viene de hecho postergando su fallo al respecto, sin explicación conocida. Córdoba denunció el pacto el año pasado. Pero el gobierno de Cristina Kirchner sigue aplicando unilateralmente aquél pacto impulsado por Carlos Menem y Domingo Cavallo, sin pagar la contraprestación prevista: cubrir el rojo de las cuentas previsionales provinciales con plata de la Nación.
Según el Ieral, “un 37 % de los ingresos de la Anses en 2012 provinieron de los impuestos, es decir, que fueron aportados por el Tesoro Nacional y los Tesoros Provinciales, dado que dichos recursos se detraen del sistema de coparticipación federal de impuestos”.
“La resignación de impuestos por parte de las provincias alcanzaría este año a 72
mil millones de pesos, con Buenos Aires aportando 15 mil millones”, refleja el informe. Aunque en el caso de Buenos Aires, las convulsivas relaciones con la administración nacional le permiten negociar compensaciones en otros términos, algo con lo que cordobeses y santafesinos no cuentan.
Entre mayores gastos e informalidad laboral “Con una relación de sólo 1,7 trabajadores activos por cada pasivo, el superávit de la Anses se explica por los recursos tributarios que se detraen del Tesoro Nacional (1,8% del PIB) y de las Provincias (2,6% del PIB)”, señala el Ieral en el informe que firman Marcelo Capello, Gustavo Diarte y Gerardo García Oro. Si se suma la asignación universal por hijo que se paga con fondos de la Anses, la proporción baja incluso a 1,6 activo aportando por cada haber erogado. Para que el sistema se financie por sí, la relación debería ser de tres a uno; pero es apenas más de la mitad. El déficit real del sistema se salva como quedó visto con los aportes nacionales y provinciales, que salen en realidad de impuestos que pagan los contribuyentes. Pero a su vez ese “rojo” previsional se explica por el mencionado plan social y porque los recursos se usan con otros fines no previsionales. Uno es la extensión de la cobertura a quienes no realizaron aportes, pero además están otros programas como Conectar Igualdad (netbooks en escuelas públicas), el Pro.cre.ar (financiado a través del Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) de Anses, para otorgar créditos hipotecarios) y el programa Argenta (política de créditos para jubilados y pensionados nacionales, financiado también con recursos del FGS de la Anses). Más allá de la cualidad de esos fines, se plantea la sustentabilidad financiera del sistema previsional en sí. Una cuestión que se agrava si se considera que “si bien la informalidad laboral se contrajo desde casi un 50% en 2003 hasta el 32% actual, ha dejado de reducirse desde el año 2009, y alcanza aun a uno de cada tres asalariados”, que de tal manera no representan aportes a la Anses.
El dato Déficit Según el Ieral, “la Anses mostró en 2012 un superávit financiero equivalente a 1,1% del PBI. No obstante ello, si no se tienen en cuenta dichos recursos tributarios detraídos de la coparticipación (y sólo se computan los aportes y contribuciones a la seguridad social), la Anses hubiese mostrado un déficit financiero del 3,4% del PBI en 2012, desequilibrio creciente desde 2009, y similar al que existía en 2003 y 2004”, antes de la reestatización del sistema previsional, legalizado en 2008.
La clave Fondo en baja Según el informe del Ieral, el Fondo de Garantía de Sustentabilidad, que a fin de 2009 permitía cubrir el equivalente a 16 meses de jubilaciones, ahora alcanza para 11 meses, a pesar de que evolucionó a valores corrientes un 234 % hasta 264,8 mil millones de pesos a marzo de este año. El fondo fue creado a fines de 2008 tras la reestatización del sistema previsional. Según los cálculos de los autores del informe, creció en términos reales (moneda constante) un 47 %. Aunque está por debajo de los valores de 2010 y alcanza para cubrir menos jubilaciones que en su origen.