La restricción de ingreso al público visitante en las canchas de fútbol de la Argentina no frenará la violencia en los estadios sino que provocará una "clara reducción de la presencia de los hinchas pacíficos", sostuvo un estudio de investigación de dos egresados en Economía de la Universidad de San Andrés (UdeSA).
El trabajo, utilizando fundamentos matemáticos, fue realizado por los licenciados en Economía Germán Caruso y Julián Genoud, quienes evaluaron "cualitativamente el efecto de la reducción de concurrencia a las canchas a partir de un modelo simple de agent based computational, el análisis de mundos virtuales y la interacción de sus agentes (individuos, organizaciones sociales, etc)".
Caruso, quien cursa un post grado en la Universidad de Illinois, y Genoud, quien trabaja en Silicon Valley, California, sostienen la hipótesis que este tipo de medida restrictiva "conlleva un efecto negativo sobre la concurrencia de hinchas pacíficos, deteriorando aún más la calidad de los espectáculos y acrecentando la violencia en las canchas".
Para ello presentaron una tribuna virtual, con una determinada cantidad de hinchas a los que llamaron "genuinos", de "barrabravas" y de "asientos vacíos". La búsqueda de los investigadores fue ver qué sucedía, a largo plazo con la distribución final, especialmente la de simpatizantes pacíficos. En el trabajo se sostiene que el hincha "genuino" quiere ir a la cancha y ver un buen espectáculo, que incluye estadio lleno y verse rodeado de simpatizantes "de su tipo" que no cometan desmanes. El hincha genuino puede tomar tres acciones: permanecer como pacífico y disfrutar el espectáculo; abandonar el estadio y no concurrir más o contagiarse de la barra y transformarse en un violento más.
Sostiene el trabajo difundido por el portal www.elautomataeconomico.com.ar, que si hay muy pocos hinchas pacíficos a su alrededor, el individuo "se comporta violentamente (contagiado por efecto manada o porque se encuentra relativamente solo)". "En el caso de que haya pocos hinchas pacíficos pero en suficiente cantidad como para no cometer desmanes, el individuo siente apatía por el espectáculo, sea por ausencia de fiesta en las tribunas) y se retira del estadio", resalta el estudio.
En cuanto a los barrabravas, el estudio dio cuenta que "nunca dejan de concurrir al estadio para mantener los negocios y el poder que deriva de su pertenencia al club y de su relación con los dirigentes. Entonces genera conductas agresivas aunque siempre y cuando no se van neutralizando por un número significativo de hinchas pacíficos, que tácitamente o con repudios frenan el accionar del barra. Sin embargo, destacó el trabajo "el barra nunca abandona la cancha pues cuenta con la protección de los dirigentes".
Matemáticamente, Caruso y Genoud comprobaron que "si existe una mayoría de hinchas pacíficos alrededor de un barrabava, el comportamiento de este es mucho mejor". En cuanto a los asientos vacíos, los autores consideraron que "juegan un papel importante como destructores del espectáculo y generadores de violencia". "Por cada asiento vacío que exista -mencionaron- el hincha pacífico empieza a perder interés por el espectáculo, aumentando la probabilidad de tomar su correspondiente acción de abandonar el estadio y no concurrir más a eventos de este tipo".
Con respecto al "rol que cumple como generador de violencia, lo hace en dos direcciones: por un lado, aumenta la probabilidad de que el hincha pacífico se comporte violentamente si toma el liderazgo en la zona de la tribuna al sentirse solo; y, por otro, aumenta el poder relativo de los barrabravas sobre los hinchas pacíficos, porque habrá menos probabilidad de repudiar sus acciones, y por ende menor probabilidad de que se comporten bien".
"Los resultados obtenidos manifiestan una clara reducción de la presencia de los hinchas pacíficos en la cancha a largo plazo a medida que la disposición aumenta. Más aún, se observa que la cantidad de barrabravas es creciente, lo que sugiere que habrá más violencia", sostuvieron los autores.
DYN