De la Redacción de El Litoral
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Un grupo de estudiantes secundarios de un par de escuelas de la ciudad expresaron su disconformidad con el Operativo Nacional de Evaluación (ONE) en el área de Ciencias Sociales porque, según advirtieron, “las preguntas estaban dirigidas políticamente” a favor del signo partidario del gobierno nacional y en contra de la oposición.
Mezcladas con las clásicas consignas de historia y geografía, los estudiantes secundarios se encontraron con algunos planteos que les causaron extrañeza y que no figuran en los planes de estudio de Ciencias Sociales del secundario. Entre ellas: ¿Cuál es el objetivo de la asignación universal por hijo?, ¿En defensa de qué derecho nació el movimiento piquetero?, ¿Quiénes reclamarían si el gobierno aumentara las tasas de impuestos bancarios a los ahorros?, ¿Qué tipo de labranza harías si fueras productor agrario para no degradar el ambiente?
Pero fue otro tipo de preguntas las que desataron el “disgusto” de los jóvenes. “Lo que me molestó a mí y a otros compañeros es que los cuestionarios hacían referencias siempre positivas a los gobiernos peronistas y negativas hacia el radicalismo”, manifestó Francisco Crespo, estudiante de un colegio privado del sur de la ciudad, que salió a expresar públicamente su queja.
Todos los alumnos de 5º y 6º año de secundarias públicas y privadas del país fueron a examen la semana pasada en el marco del Operativo Nacional de Evaluación (ONE) 2013 que realizó el Ministerio de Educación de la Nación con carácter censal. Los jóvenes fueron evaluados en cuatro áreas de conocimiento: matemática (la prueba se tomó el martes), lengua (miércoles), ciencias sociales (jueves) y ciencias naturales (viernes). Debieron resolver actividades con respuestas del tipo múltiple choice.
Tendenciosas
Una de las preguntas con consignas direccionadas proponía, en su cuarta opción, que la Conadep fue creada por Raúl Alfonsín en 1984 “para justificar el perdón a los responsables de los delitos cometidos durante la dictadura militar argentina”. En otro caso, se planteaba la afirmación de que “a partir de la asunción al poder del radicalismo, la conflictividad social aumentó” y preguntaba a los alumnos: ¿cuál fue el año de mayor conflictividad?
Los ejemplos siguen y otro cuestionario preguntaba si el golpe de Estado de 1930 fue “facilitado por la pasividad de la población y la incapacidad del radicalismo” o “impulsado por la Corte Suprema y las instituciones de gobierno”, entre otras opciones de similar tenor.
En cambio, a la hora de hablar de los gobiernos peronistas, una de las tantas consignas decía que “el éxito de Perón fue inmenso”, otra que el ex presidente realizó una “importante labor” impulsando la nueva legislación laboral, o bien que “el Estado cumplió un papel fundamental en el crecimiento económico garantizando el pleno empleo y los salarios altos” durante el peronismo.
“Por más que algunos estén a favor de este gobierno y otros en contra, nos parece que un examen para medir conocimientos en Ciencias Sociales no puede hacerse eco de esta confrontación”, opinó el estudiante.
El Ministerio de Educación de la provincia aseguró no haber recibido ninguna queja formal hasta el momento con relación a esta evaluación que fue diseñada por la Nación y llegó en sobres cerrados a las escuelas.
¿Anónima?
Desde la Escuela Industrial Superior también el centro de estudiantes salió a quejarse por el contenido de la evaluación. En este establecimiento, el profesor Eduardo Henquín, de la materia Electroquímica, salió en apoyo del alumnado. “Me encontré en preceptoría con un grupo de 15 alumnos quejándose por la prueba y les recomendé no contestar las preguntas que consideraban que no se ajustara a examen. Los noté con miedo porque ellos sospechan que los cuestionarios estaban identificados, ya que tenían un código de barras y el nombre del alumno en lápiz”, comentó el docente.
Henquín consiguió los 6 cuestionarios y, tras su lectura, consideró que “muchas preguntas estaban dirigidas políticamente a favor del peronismo y en contra del radicalismo. Este proceder no se corresponde con una evaluación ministerial para medir conocimientos. Es una vergüenza que se avale este tipo de exámenes. Como docente ya presenté mi queja a nivel institucional y estoy considerando hacer un reclamo formal en conjunto entre varias escuelas por el contenido de estos cuestionarios”.
Además de las preguntas tendenciosas, los estudiantes tenían que analizar fragmentos de Página/12, de Clarín, de Eduardo Galeano y una canción de León Gieco, así como dibujos caricaturescos del Tío Sam y el Alca y una viñeta humorística con la figura de un militar. “Estos son recursos a utilizar para abrir el debate y reflexionar en clases, pero no me parecen serios para una prueba estandarizada”, advirtió el docente.
“Propaganda encubierta”
“En las demás materias veníamos bien, pero el problema se presentó en Ciencias Sociales. Cada cuestionario tenía 30 preguntas y teníamos dos horas para resolverlo. Había 6 modelos diferentes de examen para que nadie se copie. Una compañera me dijo que a ella le tocó el 90 % de las preguntas sobre el peronismo y el resto de otros temas”, aseguró el estudiante Francisco Crespo.
“Estoy asombrado -prosiguió el alumno-. Leo los diarios todos los días y me molesta que con todo lo que pasa en el país, se haga propaganda de parte del Estado. No corresponde hacer propaganda encubierta en las escuelas. Fue un insulto a los estudiantes. Debería haber sido una prueba más neutral y objetiva; hubo preguntas demasiado alevosas con opciones descabelladas”.