De la Redacción de El Litoral
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Hoy, a las 7.15 de la mañana, varios pasajeros de la Línea 2 tuvieron que esperar durante 45 minutos la llegada del colectivo en distintas paradas de la ciudad. Según informaron a El Litoral, la frecuencia prometida de 7 minutos no se está cumpliendo y están pasando cada 15 minutos, pero llenos, con lo cual no pueden levantar más pasajeros.
Anoche, una gran cantidad de vecinos de barrio El Pozo volvió a reunirse en el Club de Bochas. Allí, contaron muchos de los perjuicios que ya comenzaron a sufrir por las demoras que están teniendo los coches: pérdida de presentismo en los trabajos y de turnos médicos, llegada tarde de los chicos a las escuelas y problemas para el retorno. “No sólo vienen cargados con la gente de la Costa, sino también con los chicos que van a la Universidad. Esto ha generado una impotencia muy grande porque muchos no pueden cumplir con los horarios. A veces pasan hasta dos coches cargados”, contó José Luis Bermúdez, un vecino que participó de la reunión.
Los que también estuvieron fueron los concejales de la oposición Sebastián Pignata, Juan José Saleme, Ignacio Martínez Kerz, Silvina Frana, Fernando Fleitas y Tomás Norman, quienes mañana trasladarán esta preocupación a la sesión y pedirán, además, la intervención del Órgano de Control.
Los vecinos quieren que se restablezca el servicio que tenían antes de que la Línea 2 se convirtiera en metropolitana y comenzara a llegar hasta Rincón. “Este servicio data desde la creación del barrio, que es prácticamente una ciudad por la cantidad de habitantes que tiene, y es lógico que necesitamos una línea propia. Esta medida del intendente -arbitraria, inconsulta y con objetivos que desconocemos- ha generado un problema mayúsculo con la gente que depende de ese servicio”, agregó Bermúdez.
La asamblea de vecinos volverá a reunirse el viernes para saber si fue aceptado el tratamiento de este tema en el Concejo. “De no ser así, estableceremos un plan de lucha e iremos hasta las últimas consecuencias”, aseguró el vecino. Con eso se refiere a un posible corte de ruta: “No queremos llegar a eso, pero cuando los funcionarios no escuchan los reclamos ni atienden la voz de los vecinos, desesperadamente algo tenemos que generar para ser oídos”, agregó.