Café con Fútbol, un clásico lleno de historias y discusiones futboleras
Nació de las charlas que teníamos en el bar del viejo edificio de El Litoral y se llevó a la televisión con una notable aceptación por parte de la gente.
Los comienzos de un programa que sigue vigente en la señal de CyD Litoral.
Todo nació donde debió nacer: en un bar. Los argentinos discutimos de fútbol en cualquier parte, pero el bar y la oficina (siempre que haya un jefe permisivo) son esos lugares por excelencia. Y en el bar de El Litoral, cuando nuestra casa estaba en 25 de Mayo, con ingreso también por Pedro Víttori, las charlas futboleras se sucedían todos los días y en diferentes horarios.
Con Darío Pignata cumplíamos con la religiosa costumbre de tomarnos un café y, como no podía ser de otra forma, siendo los comentaristas de fútbol del Diario, surgían las charlas que, muchas veces, se convertían en discusiones. Pared mediante con el bar, estaba la oficina de Gustavo Víttori, uno de los directores del Diario en aquél momento, que escuchaba todo lo que decíamos… Y a veces molestábamos.
Gareca, en su visita al estudio de CYD para charla de fútbol.
Un día, Gustavo tuvo la gran virtud (con mucha astucia y perspicacia), de cambiar el reto por una propuesta. En ese momento se estaba armando Cable y Diario. Y Gustavo entra al bar, se hace el silencio porque enseguida mira para nuestra mesa y dice: “¿Por qué todo lo que discuten acá, no lo discuten en una mesa de café televisada en Cable y Diario?”. Dio media y vuelta y se fue.
Se hizo un silencio profundo, nos miramos y pensamos por dentro que la idea era muy buena. Y nos pusimos manos a la obra. El primer gran problema era conseguir la escenografía. Y allí fue clave Manuel Víttori, por entonces uno de los gerentes de El Litoral, que adoptó la idea, la trabajó, la maduró y la apoyó económicamente. Había que conseguir la escenografía de un bar de antes. Y eso contemplaba, por ejemplo, una mesada de madera pesadísima y de grandes proporciones, una cafetera que tenga la mayor cantidad de años posible, etcétera. Visitamos todas las casas de antigüedades de la ciudad y fuimos adquiriendo todo lo que necesitábamos, además de la escenografía en sí. Creo, sin temor a equivocarme, que fue el programa por el que más se invirtió en estos elementos para que la ambientación ayude. Y claro que ayudó.
Los Palmeras también presentes en Café con Fútbol.
El segundo paso fue conseguir a alguien que hiciera de mozo. Debía tener “pinta de personaje” y ser futbolero, naturalmente. En el primero que se pensó fue en el queridísimo “Tapichi” Miranda, que por entonces trabajaba en el Diario (hoy jubilado). No pudimos convencerlo. “Vos tenés que hacer lo que hacés siempre con nosotros cuando nos ves, o sea, hablar de fútbol”, le dijimos. Pero no lo logramos. Y fuimos por un “tapado” como se dice en la jerga futbolera.
El club Pasaje Suárez tenía un grupo que se quedaba hasta altas horas de la noche (madrugada en realidad), tomando algo y jugando al truco. Un día de esos, caimos con el equipo de fútbol a comer un asado y nos encontramos con ese grupo, entre los cuáles estaba el Negro Raúl Cardozo, el ex jugador de Colón y Boca que, para muchos, fue el mejor marcador de punta que hubo en la historia (y eso que Colón tuvo grandes laterales por derecha, como el Bambi Aráoz e Ibarra, entre otros).
Tilger, Gigena y Castillo, los jugadores de los equipos de Santa Fe siempre acompañaron el ciclo.
Uno de los “feligreses” era Miguel Panetto. Un personaje que nos hizo reir toda la noche, un tipo que parecía conocernos de toda la vida. Ni siquiera recordábamos el nombre cuando fuimos a buscarlo al Pasaje. El bufetero, cuando le dimos las referencias, no dudó. “Ustedes están buscando a Miguelo”, dijo sin dudar. “Vayan acá a una cuadra y media, él vive en ese pasillo”. Y fuimos. La primera vez no lo encontramos y dejamos el mensaje. El no creyó, pensó que era “joda”. Cuando fuimos la segunda vez, no lo podía creer. Se animó y fue todo un hallazgo. Un tipo que encarnó a la perfección el personaje, haciendo valer su “calle”, su humildad y esa pinta de buen tipo que se ganó el cariño de la gente.
Pumpido y Luque, infaltables en la mesa de café.
El programa “pegó” desde el primer día. Patita Mazzoni y Cristian Castillo fueron los primeros invitados y nos jugamos cuando lo hicimos venir de Buenos Aires a José Sanfilippo, con el que hicimos un programa memorable y en el que, entre otras cosas, dijo por primera vez que “el gol de Diego a los ingleses, el segundo, fue en contra”.
Café con Fútbol sigue vigente porque la gente así lo ha reconocido y valorado. Siempre decimos lo mismo: uno puede esforzarse, pero si no llega a la gente, no vale de nada. Y creo que lo conseguimos.
Fuertes, ídolo sabalero, participando del programa.
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