El Litoral
La crisis interna por la que atraviesa la comisión directiva de Colón no deja de escribir capítulos. El futuro es incierto porque para que haya elecciones.
El Litoral
El vicepresidente segundo de Colón en ejercicio de la presidencia, Enrique Ariotti, reunió este lunes por la tarde a su círculo más cercano de dirigentes de la actual comisión directiva y les anunció su deseo de renunciar al cargo que ocupa.
Si bien se desconocen las razones, se dice que Ariotti habría sufrido amenazas —él y su familia— en los últimos días y que esto habría motivado su deseo de alejarse de la institución.
De todos modos, tanto Jorge Giorgetti como Aldo Zanetta, Franco Capello y Carlos Tiraboschi, que estuvieron este lunes con el presidente, trataron de convencerlo y le anunciaron que no tomarán el mismo camino.
Enterado de esta situación, el grupo de dirigentes que se enrola detrás de José Vignatti, se reunió para determinar los pasos a seguir. ¿Cuál es la idea principal?, “Si se van ellos, nos vamos también nosotros y abrimos el camino para que el síndico convoque a elecciones?”. ¡Cómo se habrá dado la situación, que hasta se llegó a mencionar la fecha del 12 de junio para el comicio! Y una de las agrupaciones políticas, Futuro Sabalero, anunció por las redes sociales que se iba a presentar.
La decisión de la gente de Vignatti fue coherente con lo que ellos mismos señalaron hace dos semanas en la conferencia de prensa, proponiendo que se produzca la renuncia masiva de la dirigencia para que el síndico asuma la conducción del club y haya elecciones. Vignatti, incluso, dejó deslizar la firme posibilidad de ser el candidato a presidente de una de las listas.
En la reunión de este lunes no estuvieron presentes dos referentes del círculo vignattista. Se trata de Patricio Fleming y Horacio Darrás, este último con un serio problema familiar producto de un accidente doméstico de su madre que motivó su internación y posterior intervención quirúrgica. Si Ariotti es el único que renuncia, con Ferraro y García Adise con licencia, debería asumir Horacio Darrás la presidencia del club.
A propósito de Marcelo Ferraro y García Adise, en el primero de los casos, se comentó que estaría planeando llegar a Santa Fe (está en Venado Tuerto) en las próximas horas. Algunos se animan a afirmar que vendría con la renuncia en mano. Por lo pronto, el presidente en licencia está con tratamiento médico producto de su afección cardíaca y medicado. Más todavía, hasta hay una recomendación para que no vea los partidos con fin de evitar que se ponga nervioso y sufra alteraciones en una salud que no está del todo bien.
Por su parte, Miguel García Adise se ausentó de la ciudad (viajó al exterior) y habrá que ver cuál es su decisión cuando regrese. Por lo pronto, había pedido licencia por tiempo indeterminado. Se desconoce si levantará la licencia para volver al club o si directamente presentará la renuncia.
La situación interna sigue siendo compleja, crítica, de muy difícil resolución. Las voces para que se produzca una renuncia masiva se multiplican desde distintas esferas. Los grupos políticos opositores se encolumnan detrás de esta alternativa y ex dirigentes, como el caso de Eugenio Marcolín, lo han declarado públicamente.
No parece viable, bajo ningún aspecto, que se pueda solucionar una crisis que ya lleva meses, con situaciones personales que no tienen vuelta atrás. ¿Se puede pensar en una convivencia de Vignatti con Giorgetti?, imposible. Y ninguno da marcha atrás, más allá de que José Vignatti, hombre políticamente muy fuerte en el club, no tenga en este momento el cargo de dirigente.
Algunos veían en Enrique Ariotti una posibilidad de, al menos, tornar algo viable la gestión. Sin dudas que era una empresa dificilísima, casi imposible. No existían demasiadas objeciones del grupo vignattista hacia la figura de Ariotti, pero está claro que su futuro en el club está casi sellado: si bien no presentó formalmente la renuncia, Ariotti ya comunicó que ese es el camino elegido.
Ayer se dijo que iban a reunirse Ariotti con Vignatti, pero la reunión nunca se llevó a cabo. Era un último “manotazo” para conseguir algún acuerdo, ya sea para seguir o para provocar la renuncia masiva de las dos partes. Sólo hubo encuentros sectoriales, los ya comentados de Ariotti y su gente por un lado y el de Vignatti y la suya por el otro. Todo muy complejo.
También se comentó que a través de las redes sociales se estaba impulsando una marcha para el viernes, con el fin de pedir la renuncia masiva de la comisión directiva, algo que El Litoral no pudo confirmar si, en definitiva, esto se llegará a concretar.
Al mediodía de este martes, la situación era la siguiente: tensa calma de ambas partes. Daría la impresión que del lado de Vignatti se espera la decisión del otro sector para tomar una medida. Especulaciones que dilatan decisiones que todo Colón espera y necesita, pensando en el futuro.