Falcioni reconoció la falencia defensiva. "No responsabilizo a nadie, pero tenemos que ser más seguros", tiró en la conferencia de prensa. Le convierten muchos goles a Colón. Y le convierten mucho de cabeza, aún teniendo buenos cabeceadores como Garcés, Lértora y también sumo a Goltz y Delgado, sin tanta altura pero con capacidad para ir de arriba. Pero no es sólo eso. Las espaldas de Meza son una invitación permanente al desborde. Eric Meza es un jugador que tiene muchísima proyección. Y no sólo hablo de la proyección ofensiva (es su fuerte) sino de proyección pensando en el futuro. Pero hay que corregir ese aspecto. Que además sorprende por el hecho de que Colón tiene, en realidad, cinco defensores en su constitución como equipo, más allá de que tanto Meza como Teuten aporten mucho por los laterales.
Falcioni es un técnico en el que se puede y se debe tener la seguridad de que si en algo no puede fallar, es en el armado de una estructura sólida de mitad de cancha para atrás. Su filosofía no es la de atacar siempre desnudándose en el fondo. Colón tiene 14 goles a favor, los mismos que Tigre y Aldosivi. Sin embargo, estos dos equipos tienen 5 puntos más en la tabla. Y la razón es muy sencilla: a Tigre le hicieron sólo 5 goles y a Aldosivi 9. Pero a Colón le marcaron 12. Y eso lo llevó a permanecer durante seis fechas sin ganar, luego de un muy buen comienzo de campeonato, cuando había empatado con Boca y luego cosechó tres victorias al hilo: Godoy Cruz, Central Córdoba y Barracas Central. Es demasiado en el marco de un torneo muy corto. Son 14 partidos en total y si Colón no le gana este martes a Huracán, habrá sufrido la mitad del recorrido (7 partidos) sin victorias. Casi como firmarse solito el "certificado de defunción" en la Copa de la Liga.
El otro aspecto al que hizo referencia Falcioni después del empate con sabor a casi nada frente a Independiente (los dos necesitaban la victoria), fue el de la seguidilla de partidos. Algo que se emparenta con otro aspecto a seguir muy de cerca: el cansancio que se evidenció en varios pasajes del partido de este sábado (disimulado cuando entraron los cambios). Colón va a jugar cuatro partidos en 11 días. Y dos de ellos se jugarán con menos de 48 horas de recuperación (la visita a Olimpia en el Defensores del Chaco de Asunción, el 28 y el partido con Arsenal, en Sarandí, el 30). Por eso, en los próximos dos partidos del torneo local, Colón decidirá su suerte. Va a enfrentar a un alicaido Huracán en Parque Patricios, pero luego recibirá a un arrollador Estudiantes (por presente, uno de los mejores equipos del fútbol argentino).
Colón no puede resignar puntos en los dos partidos, pues faltan sólo cuatro fechas y la diferencia que le sacaron algunos equipos es muy importante. Estudiantes no saca el pie del acelerador, mientras que Aldosivi y Tigre están aprovechando -más allá de gozar de un muy buen momento- de una situación de "privilegio" para disputar este torneo local: juegan una sola competencia. Y luego está Boca, con todo lo que eso supone. Complicado panorama para resolver. Por lo pronto, la única receta es ganar. Pero para ello, el equipo tiene que mejorar en casi todo, sobreponiéndose a una difícil pero prevista circunstancia: la seguidilla extenuante y exigente de partidos.
Falcioni remarcó en la conferencia el tiempo de recuperación que hay entre el partido con Estudiantes y el choque con Olimpia por la Libertadores. Pensando que para este partido (con seis días de recuperación luego de la visita del equipo de Zielinski), irá con todos los titulares, se puede deducir que no habría problemas en recibir a Estudiantes con una formación bastante parecida a la que irá a Asunción. El tema es este martes. ¿Poner a la gran mayoría de estos jugadores, salvo Meza que se fue muy extenuado y pidiendo el cambio?, ¿utilizar algo de la receta que usó en Rosario, con jugadores como Acevedo, Novillo, Pierotti o Abila?, ¿acaso Farías desde el arranque?
No dudo que uno de los elementos que Falcioni tendrá en cuenta, es la evaluación exhaustiva de la parte física. Y después, la necesidad extrema, casi obligatoria que tiene, de ganar estos dos partidos que se vienen esta semana. Si no, habrá que pensar exclusivamente en la Libertadores y empezar a decirle adiós al torneo.
Colón jugará este martes a las 19 con Huracán en el Ducó, luego recibirá el viernes a Estudiantes de La Plata, desde las 20.30 en el Brigadier López, posteriormente jugará con Olimpia en Paraguay por la Libertadores, el jueves 28 a las 21 de nuestro país y dos días después, el sábado 30, jugará por la noche ante Arsenal. Con muy poco descanso, el miércoles 4 de mayo enfrentará a Cerro Porteño en Santa Fe, a las 19 y luego se medirá con Vélez, el primer fin de semana de mayo, en lo que será la última fecha de la fase clasificatoria de la Copa de la Liga. Complicadísimo.