Martes 8.9.2020
/Última actualización 15:37
Fue un año tan histórico como cualquiera de los que luego añadieron logros a la institución. En ese 1964, un dirigente tan soñador como avezado, que pensaba en grande y desafiaba circunstancias con mucho coraje y pasión por la institución, había traido primero al Santos de Pelé, el mejor equipo del mundo. Y después, el 8 de setiembre, redobló la apuesta e invitó a la selección argentina que venía de ganar la Copa de las Naciones con aquella famosa actuación ante Brasil y la marca de Mesiano sobre Pelé.
Colón vivía una difícil situación económica, financiera y deportiva en esa época y por eso el presidente, Italo Pedro Giménez, le ofreció la dirección técnica a un ídolo de la institución, el "Chengo" José Canteli. Su sueño era llevar a Colón a Primera, algo que conquistó al año siguiente. En ese camino, se animaba a "empresas" que muchos tildaban de alocadas, pero que Italo las afrontaba a costa de críticas que luego se convertían en expresiones de asombro y que con el tiempo sembraron de hitos trascendentes a la historia del club. El equipo, en ese momento de jugar con la selección, transitaba por los últimos puestos de la zona norte del torneo de la B.
El Litoral La cobertura de El Litoral en esa tarde nublada de 1964, un año inolvidable para la historia sabalera.La cobertura de El Litoral en esa tarde nublada de 1964, un año inolvidable para la historia sabalera.Foto: El Litoral
Habían llegado varios paraguayos (el arquero Juan Luis Pérez, los defensores Juan Bareiro y Ediberto Pérez; el volante izquierdo Luis Cabaña, el volante Cilenio López y su hermano Fernando), además, estaban el entrerriano Alberto "Pulga" Ríos, de Atlético Paraná; el recordado Juan "Can Can" Ceballos de Atenas y Norberto "Chijí" Serenotti, de Sanjustino.Los demás eran chicos del club, donde se destacaban el Beto Poncio y el Pato Colman, entre otros.
La selección, dirigida por un "prócer" como José María Minella, le había ganado en esa Copa de las Naciones a Portugal con Eusebio y a Brasil (3 a 0) con Pelé. Tan enojado estaba "O Rei" con la marca de Mesiano, que le fracturó el tabique de un codazo y lo sacó de la cancha. "Lesionaste al pibe, ahora te la vas ver conmigo", le dijo Rattín después de aquella acción. Dos goles de la Oveja Telch y otro del "Ronco" Ermindo Onega nos dieron la victoria y nos pusieron a un paso del título, que logramos con el triunfo ante los ingleses por la mínima diferencia.
Juan Luis Pérez; Pedro Rosso y Carlos Alberto Larpín; Juan Ceballos, Alberto Raúl Poncio y Horacio Banegas; Luis López, Carlos Alberto Colman, Demetrio Gómez, Alberto Ríos y José Broggi, fueron los once que puso el "Chengo" Canteli esa tarde nublada y fresca de martes. En la selección, había grandes jugadores como el "Cholo" Carmelo Simeone, Rattín, "Puchero" Varacka, el "Toscano" Rendo, el "Ronco" Onega y el "Tanque" Rojas, entre otros. Formó ese día con Ediberto Luis Righi; Pedro Galeano y Abel Omar Vieytez; Carmelo Simeone, Antonio Ubaldo Rattin y José Varacka; Mario Norberto Chaldú, Alberto Rendo, Alfredo Hugo Rojas, Ermindo Angel Onega y Adolfo Alberto Bielli. Después entraron Telch, Mesiano y Willington, mientras que en Colón lo hicieron Fernando López, Bareiro y Cabañas.
El "Pulga" Ríos y Broggi fueron los autores de los goles y cuentan que Rattín se fue enojado al cabo del primer tiempo con sus compañeros, inclusive retornando al hotel sin quedarse a presenciar el segundo tiempo. Esas historias de aquéllos tiempos que no se pueden confirmar con veracidad, pero que -como pasó con el famoso pedido de revancha que el Santos le hizo a Colón y que Italo no aceptó a pesar de que le ofrecían una fortuna- forman parte de las anécdotas de un año maravilloso, antesala del despegue de Colón a jugar en el fútbol grande de Afa.
Todo esto sirvió y mucho para que Italo Giménez pusiera manos a la obra y se lanzara a la difícil misión de llevar el fútbol santafesino a Primera. Así como había traido varios jugadores paraguayos, al año siguiente fue en búsqueda de uruguayos. Con "Pepe" Etchegoyen a la cabeza, armó un equipo que se fue acomodando con el tiempo y que hizo historia ese 14 de diciembre de 1965, cuando una multitud rojinegra se trasladó a Villa Crespo para ver coronado el ascenso en cancha de Atlanta ante Deportivo Español. La locura" de Italo se había convertido en una emotiva realidad.