Javier Díaz
Supo leer los momentos del partido: cuando pudo dominó y, cuando tuvo que hacerlo, peleó con fiereza para neutralizar a uno de los animadores del torneo. La efectividad le valió los tres puntos.
Javier Díaz
Colón derrotó a uno de los animadores del certamen como lo era -y seguramente seguirá siendo- el Talleres del "Cacique" Medina, que llegó a Santa Fe con la misión de llevarse los tres puntos para mantenerse bien pegado a River Plate, equipo al que deberá enfrentar en la próxima fecha en condición de local. Fue un triunfo trabajado, luchado y en el que el sabalero lució -por primera vez ante su público- los atributos que lo llevaron a consagrarse campeón de la Copa de la Liga Profesional, hace poco más de cuatro meses.
Fue, quizás, una actuación sin demasiado brillo. Tampoco hubo una figura sobresaliente, cuya producción se destacara por las del resto. Pero sí una performance convincente y sólida del equipo en general. En ese argumento se cimentó en gran medida el triunfo.
Hubo momentos -no muchos- en los que Colón dominó a la "T" y otros en los que le tocó sufrir, aunque si hablamos de situaciones de peligro frente al arco de Burián tampoco fueron demasiados. En cualquiera de los dos casos, la constante fue un andamiaje sólido y convincente, conocedor del libreto y dispuesto a cumplirlo al pie de la letra. A eso le aportó la efectividad necesaria para aprovechar una de las pocas ocasiones de gol con las que contó y vencer la resistencia de Herrera.
En pocas palabras, Colón volvió a ser el Colón campeón: inteligente para leer los momentos del partido, férreo y solidario a la hora de defender y eficaz ante el arco contrario. Argumentos suficientes para sumar tres puntos de oro y volver a prenderse en la parte alta de la tabla.
Por ello no sorprende que los puntos altos hayan estado en la defensa -incluidos el arquero y el volante central- y en el autor del gol, que hasta el momento de la conquista no tenía un buen partido pero fue el jugador determinante para el resultado final.
Leonardo Burián (6): Tras un primer tiempo en el que prácticamente no tuvo trabajo, encontró abajo un remate con destino de gol de Retegui antes de los 10 minutos de la segunda parte y le tapó un mano a mano a Valoyes en el descuento, dos intervenciones clave para mantener la victoria.
Eric Meza (6): Buen partido del lateral derecho, que estuvo firme en defensa y se mostró como opción de salida. Le tocó custodiar a Valoyes, siempre amenazante con su velocidad, y lo contuvo bien. Salió con una molestia física producto de todo el desgaste que hizo.
Facundo Garcés (7): Firme en el fondo, tiempista y evitando complicarse. Tuvo una aproximación de peligro, en una jugada preparada que atrapó sin mayores problemas el arquero Herrera. Gran partido del pibe que por momentos juega con la soltura de un experimentado.
Paolo Gotlz (6): Atento en la marca pero por momentos pecó por exceso de confianza en la salida y arriesgó demasiado, particularmente en el primer tiempo. En el complemento cumplió un buen papel ante los siempre peligrosos delanteros de Talleres.
Rafael Delgado (6): Buen primer tiempo, en el que estuvo impasable para Fértoli y también neutralizó a Valoyes en los escasos minutos en los que el colombiano se cambió de banda. Completó el partido con una soberbia actuación, cercana a sus mejores pasajes del torneo del campeonato.
Alexis Castro (7): Impreciso con la pelota, lejos del nivel que mostró en el torneo pasado, se encaminaba a un primer tiempo reprobado, pero abrió el marcador con un golazo de tiro libre y mejoró en la segunda mitad. Suma puntos por esa acción y porque se arremangó junto al resto del equipo hasta que salió extenuado.
Federico Lértora (7): Correcto primer tiempo, redoblando esfuerzos como es costumbre, aunque en oportunidades falló en la distribución. En el complemento mejoró en ese rubro y terminó cumpliendo una positiva actuación. Su tarea de contención es fundamental en el andamiaje rojinegro. Junto a Aliendro son los motores del equipo, cuando ellos funcionan, el equipo lo nota.
Christian Bernardi (5): Jugó libre por la mitad de la cancha, a su dinámica habitual no la pudo acompañar con buenas decisiones con la pelota dominada. Si bien es un jugador que siempre obliga al equipo rival a mantenerse alerta, se sabe que puede dar más. Salió en los últimos minutos.
Rodrigo Aliendro (6): Lucha y sacrificio durante toda la primera mitad. Por su forma de jugar, arriesgó la pelota en varias oportunidades, pero es una de las cartas de salida clara que tiene la mitad de la cancha. Mejoró en el complemento aunque esta vez no tuvo un gran aporte en ofensiva, como ocurrió en encuentros anteriores.
Mauro Formica (5): Poca intervención en el comienzo, fue levantando con el correr de los minutos y mostró mayor movilidad que en los partidos anteriores. De a poco se va a amigando con el balón. Generó dos faltas cerca del área, una de ellas para la apertura del marcador. Redondeó una buena actuación hasta que salió reemplazado por Pierotti.
Facundo Farías (5): Movedizo y dispuesto a presionar, hizo un gran gasto de energía en la primera mitad. Se lo nota lejos de su nivel y le cuesta resolver bien cuando encara mano a mano, la mejor virtud que mostró en su irrupción en el equipo.
Santiago Pierotti: Ingresó a la media hora del segundo tiempo cuando Talleres comenzaba a venirse. Le aportó aire al mediocampo y pudo haber definido el partido con un remate desde afuera del área que pasó cerca del arco defendido por Herrera.
Facundo Mura: Ingresó en el tramo final por el cansado Meza, con la difícil misión de contener los embates del rival. Se acopló rápido al ritmo del encuentro.
Lucas Beltrán: Entró en el tramo final del partido y tuvo pocos minutos en los que debió aportar sacrificio.
Nahuel Gallardo: Caso similar al de Mura, entró en los últimos minutos y se acomodó al trámite de un encuentro que estaba complicado. No desentonó.