La cancha de Colón como nunca se vio: ¡sin nada de verde!
Es la mayor intervención del piso en muchos años. Carlos Lazzaroni, sabalero de alma y Dr. en Microbiología, está facultado para "intervenir en todo tipo de suelos". Es la persona en quien confió Vignatti para refundar la alfombra del Cementerio de Elefantes.
Como cuando la "rompieron" Los Redonditos. O como cuando el estadio hizo de dique pensando en la ciudad con la inundación del Salado que hasta tapó los arcos. Sólo con esas imágenes de archivo de El Litoral se puede comparar esta especie de submarino amarillo que improvisa hoy el piso de la casa del Colón Campeón en Santa Fe. ¡Nada de verde!, todo reflejado de manera imponente por el drone de El Litoral.
Archivo El Litoral D.R
Foto: Archivo El Litoral
Hace un mes prácticamente (en su edición del 30 de noviembre), El Litoral titulaba: "Colón inicia el mayor plan de inversión en césped de su cancha". Y agregaba en la crónica: "Serán casi 100 días sin poder pisar el Cementerio". Lo concreto es que los trabajos comenzaron al otro día mismo del último juego de local del equipo que, por entonces, dirigía Eduardo Rodrigo Domínguez.
Sin dudas, se pasó del relato a los hechos: la destrucción del césped, buscando la excelencia camino a la Copa Libertadores 2022, es total en el viejo y legendario Cementerio de los Elefantes, la casa de uno de los dos campeones de este año en la Argentina.
Ese disparador de Vignatti con la frase "Quiero la cancha 10 puntos para la Copa" está en plan de obras. El "cerebro" de la organización es Carlos Lazzaroni, un hombre de mucho trabajar y poco hablar, es Dr. en Microbiología, con estudios de base en la ciudad de Córdoba y especialización profesional en los Estados Unidos de América. Está facultado para "intervenir en todo tipo de suelos", además de ser el "diseñador, fabricante e ideólogo" de sus propios productos para el agro.
Lazzaroni tiene una frase de cabecera que repite a cada rato: "El césped es un ser vivo, hay que mimarlo, quererlo darle amor. Y lo otro que hay que hacer es invertir todos los días cuatro horas de trabajo".
En su momento, cuando lo convocó Vignatti, Lazzaroni comprobó que el riego automatizado del Brigadier López está "en perfectas condiciones", al mismo tiempo que le hizo un relevamiento al club para poder ir mejorando de a poco el parque de maquinarias.
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Foto: Archivo El Litoral
En ese primer paso, se explicaba: "Se apunta a una especie de malla molecular, con maza biológica. Se tiene que armar una capa con la repetitividad del producto en base a la inoculación de bacterias.
Ahora, de cara a la Libertadores 2022, el plan de Lazzaroni es muy claro: "Se apunta a que la cancha, de una vez por todas, tenga un solo tipo de pasto, gramilla y césped". Por lo que pudo chequear este diario, de manera extraoficial, la inversión más costosa está vinculada con los famosos herbicidas (es lo más costoso) y los miles de kilos de la llamada "semilla de verano". Como las malezas gobernaban un parte importante del césped, el primer efecto generó este "manchón o pelón" general que se observa en las imágenes de El Litoral, ya que el herbicida quemó todo.
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Foto: Archivo El Litoral
"Es posible que se lleve casi todo enero y febrero también, por lo que deberemos jugar los primeros dos partidos del año que viene en otra cancha", había explicado en su momento José Vignatti en la CD sabalera.
Un viejo socio sabalero, que acompaña la recorrida de El Litoral por el campo arrasado y sin césped en el Brigadier López, recuerda: "Cuando vinieron Los Redonditos y la rompieron toda; cuando la tapó las aguas del Salado con la dolorosa inundación". Sólo ésas veces se desfiguró por completo el verde césped del Cementerio de los Elefantes como se lo puede ver en este diciembre de 2021, camino al gran objetivo que le pidió Vignatti a Lazzaroni: "Carlos quiero la cancha diez puntos para cuando juguemos la Copa Libertadores".