Eduardo Domínguez hizo declaraciones en Buenos Aires, a AM 910 y dijo que “hay que ser cautos porque de un día para el otro, en el fútbol, cualquier sueño se derrumba”, ante la pregunta de si piensa que Colón está para pelear el campeonato.
El entrenador de Colón señaló que “sostenerse va a ser más duro de lo que hasta aquí conseguimos” y no ahorró elogios con el Pulga Rodríguez: “Es un privilegio dirigirlo”.
Eduardo Domínguez hizo declaraciones en Buenos Aires, a AM 910 y dijo que “hay que ser cautos porque de un día para el otro, en el fútbol, cualquier sueño se derrumba”, ante la pregunta de si piensa que Colón está para pelear el campeonato.
“Cuando tomamos la decisión para volver a Colón, sabíamos que el club atravesaba un momento difícil. Tomamos la responsabilidad con ganas y en el medio vino la pandemia. Hoy nos toca esta realidad. Cuando uno inicia una temporada, se ilusiona y tiene sueños porque el fútbol argentino es parejo. Estamos en un momento bueno y lo estamos aprovechando, me da la sensación de que los jugadores se sienten cómodos de la manera en que estamos jugando”, señaló el entrenador sabalero.
Ante la pregunta de si pensaba que el equipo, con este gran protagonismo asumido, está para pelear el campeonato, dijo que “tenemos que ser cautos en el tema de ser o no campeón, porque de un día para el otro cualquier sueño se derrumba. Hay que ser conscientes del potencial que tenemos y, a las deficiencias, tratar de maquillarlas. Cuando no estamos en plenitud no hacemos diferencia, las hacemos cuando jugamos al ciento por ciento. Es una lástima que no nos pueda acompañar la gente porque no puede ir a los estadios y disfrutaría mucho de estos momentos”, señaló Domínguez, quien reflexionó y dijo que “sostenerse, ahora, va a ser más duro de lo que conseguimos, que todavía no es nada”.
Sobre el Pulga, no ahorró elogios y dijo que “está en un momento de plenitud. Las indicaciones que le damos a un talento como él, las acepta y las hace impecables. El se desenvuelve en la cancha por dónde él siente que debe ir el partido. Entiende el juego mejor que nadie. Aparte, enseña a los chicos cómo tienen que entrenar y cómo ser profesional. Es un privilegio dirigirlo”.
Luego se refirió a los chicos que tiene en el plantel y dijo que “en el primer proceso tuvimos la posibilidad de subir a varios chicos, pero era porque veía que los ‘chicos’ de Colón tenían 22 o 23 años. Los chicos de aquél momento eran Pierotti, Farías, Meza, Garcés. A todos ellos los subí yo en mi anterior etapa”.
Se habla de Domínguez como un nombre apuntado en alguna libreta de quiénes manejan el fútbol de Boca, pero ante la consulta de si está preparado para dirigir a un grande, dijo que “seguro que uno apunta a lo más alto que cree que puede llegar. Este es un camino, el de DT, que arranqué hace cuatro o cinco años nomás. Sé que tengo que dar pasos cortos para ir haciendo el camino. No me apresuro, estoy disfrutando mucho este momento y sé que cuando toque, tocará. Ojalá que lo pueda lograr, pero no puedo ir más allá que del próximo domingo. Los partidos se nos hacen muy difíciles porque nos van a querer ganar, quitar el invicto y hacernos goles”.