“La gente entendió que este presidente, que pasa horas y horas de cada día en el club, no juega de número “5”, Moncagatta no es el “10” y Pedrito Eusebio no es el “9”. Se entendió el mensaje y esa es una lectura de un Colón maduro, en crecimiento de sus socios”, deslizó Lerche cuando las preguntas de los cronistas en el club Alumni giraron en torno al proyecto deportivo.
De todos modos, el reelecto Lerche fue muy claro cuando de cara al futuro —deberá gobernar los destinos del Club Atlético Colón hasta el 2014— aseguró que “vamos a seguir con el crecimiento edilicio y trataremos de mejorar en lo deportivo”, apuntando obviamente a los retoques que junto a Fernando Gamboa le dará al plantel profesional de la institución para el 2011. Si bien pidió “tiempo para festejar”, ya hoy lo esperaban dos temas en la agenda: cerrar el fichaje de ese refuerzo con el que ayer avanzó de palabra y conversar con los representantes de Germán Rivarola, que le pedirán anticipar seis meses la salida de “Pirulo”, porque el zurdo quiere jugar y en Rosario Central lo esperan con los brazos abiertos.
La seguidilla imponente de obras —el Predio, el estadio, el Hotel de Campo— y el claro superávit del balance a pesar de desembolsar de bolsillo propio los 25 millones de pesos para la Copa América fueron los pilares contundentes que esgrimió el oficialismo para poner arriba de la mesa a la hora de los comicios. Y así como en el campo deportivo aparecieron tres derrotas consecutivas, en lo institucional Lerche encadenó victorias políticas: Argentina-Colombia acá el 6 de julio de 2011, Bilardo visitando el Predio para confirmar que Messi “dormirá” allí, Binner comunicando la decisión del Estado de acompañar y Grondona contando en Santa Fe que “hacer de esta Copa América algo federal y llevarla al interior fue una idea de Germán”.
En la vereda de enfrente, la oposición salió a la cancha imaginando que Vignatti, Hilbert y Alonso se calzarían los guantes para dar pelea. Pero nada de eso pasó. Sólo quedaron las ganas de Abraham y el prestigio empresarial de un sabalero exitoso como Miguel García Adise.
El resultado fue aplastante y contundente. Las impugnaciones, el veedor, las apelaciones, las denuncias de ayer en la subcomisaría del Centenario y el debate sin altura le quitaron calidad institucional a estos comicios. Aunque la lectura política es otra: ganó Lerche por goleada.