Sábado 4.9.2021
/Última actualización 11:22
La preocupación estaba instalada. Sin sospechar nada raro, el clima dentro del plantel no era el ideal. Coincidentemente, la repercusión en la cancha estaba a la vista. Y la natural fragilidad del corazón del hincha, inducía que la cuestión económica tenía algo que ver con esos resultados. Insisto, sin lugar a ningún razonamiento de sospecha, ese clima de insatisfacción desviaba el foco de atención. O al menos, eso era lo que parecía. Las actuaciones estaban realmente lejanas de lo que este equipo ha sabido construir con regularidad, disciplina, orden e identidad clara de juego.
Ahora, con el acuerdo verbal logrado en la que las dos partes cedieron -condición casi siempre indispensable para lograrlo-, Colón afronta una nueva etapa en la que lo primero que debe conseguir es borrar de un plumazo esa imagen de equipo permeable y fácil de golear que dio, sobre todo, en las últimas dos presentaciones como visitante ante Aldosivi e Independiente.
El técnico lo vio claramente y por eso acelera el regreso de un jugador que en su momento fue muy importante para conseguir solidez defensiva: Paolo Goltz. Y a partir de allí, también la vuelta a un esquema que dejó de utilizarse cuando a Domínguez se le fueron cayendo jugadores, caso Goltz o el mismo Delgado cuando llegó a la quinta amarilla en la semifinal con Independiente y no jugó la final con Racing.
D.R.Ese Colón enchufado, convencido de lo que hacía en la cancha y que apabulló a dos grandes en la definición de la Copa de la Liga, fue languideciendo. Sólo algunos triunfos consecutivos que lo ubicaron allá arriba en la tabla pero ya no con esa consistencia que lo identificaba. Hasta que los tres partidos en ocho días con apenas un punto de cosecha (jugando mal ante Sarmiento) dejaron un amplio margen de preocupación en todos. El técnico se puso manos a la obra para solucionar lo deportivo y los dirigentes para que ese indisimulable clima de molestia del plantel por este tema de los premios, también se haga a un lado.
Llegó la hora de demostrarlo en la cancha, cuando este sábado a las 15.45 reciba a un Newell's que necesita sumar porque la racha de resultados negativos (en esto se parecen) puso en el tapete a un histórico de la casa -Fernando Gamboa, ex técnico de Colón hace un tiempo- que había arrancado bien, pero con resultados en los últimos partidos que le han dado la espalda.
Para enfrentar a Newell's este sábado, Colón tendría en el arco a Burián. La línea de cinco estaría integrada por Meza, Garcés, Goltz, Delgado y Piovi. En el mediocampo, Aliendro, Lértora y Ferreira, mientras que en el ataque, las mayores chances son para Farías y Bernardi. A propósito de Farías, no ingresó ninguna oferta por el jugador del fútbol español, como había anunciado que la iba a hacer llegar su representante. Al menos hasta hoy, eso no ocurrió.
Acuerdo verbal por los premios
La dirigencia de Colón y el plantel profesional llegaron a un acuerdo verbal por el tema premios, el que será rubricado a través de la firma del convenio que contempla la Copa Libertadores del año que viene, los del actual campeonato y la final que jugará contra el campeón de este torneo, el 17 de diciembre venidero en Santiago del Estero.
Por el lado de la dirigencia, la negociación fue encarada por el presidente Vignatti y el vicepresidente Horacio Darrás, con el doctor Saliva como nexo. Por el lado de los jugadores, estuvieron Paolo Goltz, Christian Bernardi, Rodrigo Aliendro y Federico Lértora.
Quedó en claro que el premio por la clasificación a la Libertadores ya se pagó con el premio por haber salido campeón, pues era la condición fundamental y necesaria.
También quedó en claro que en la Copa Libertadores, el plantel cobrará en caso de pasar de fase. Es decir, Colón va a percibir un monto (este año fueron 3 millones de dólares) por jugar la primera fase (seis partidos) y sólo habrá ganancia para el plantel en el caso de pasar a octavos de final.
En principio, lo que se habría acordado es un "reconocimiento" en el caso de quedar eliminado en la primera fase que consistiría en una diferencia a favor del plantel, según el porcentaje que percibiría en caso de pasar de fase, pero restando el premio ya percibido (un millón de dólares por el título de campeón y clasificación para la Libertadores). Esto se daría en el caso de quedar eliminado en la primera fase (no corresponde premio), pues en caso de clasificar, se cobrará el porcentaje que se acordó sobre el ingreso que percibirá el club.