Un golpe de suerte puede ser decisivo para conseguir un buen resultado, pero no se puede depender siempre de eso, de la suerte. La mejor manera de "ayudarla" es jugando bien al fútbol. Y Colón está lejos de eso. Ante Newell's dio un primer paso que significó algo así como reconstruirse desde los cimientos. Los técnicos dicen que los equipos se deben armar de atrás hacia adelante y lo que consiguió Rondina es un orden y una solidez que no venía teniendo. Con un libreto que escapa a sus prioridades tácticas, porque siempre habló de jugar con línea de cuatro. Se nota, en tal sentido, que el 0-3 con Independiente lo llevó a conversar con sus jugadores y encontrar, juntos, la solución. Y echó mano a una vieja receta que viene desde la época de Domínguez y que el mismo Falcioni utilizó cuando necesitó, como pasó con Rondina, mejorar el sistema defensivo.
"Nos sentimos más cómodos y seguros jugando de esta manera", dijo Facundo Garcés después del partido. Y se nota. La pregunta es: ¿jugar de esta forma no condiciona al técnico en la búsqueda del objetivo siguiente, que es el mejoramiento en el juego?. Si se logran variantes con Meza (poco utilizado en Rosario) y Teutén (muy contenido y haciendo la simple en el regreso a las canchas), se aportará algo desde el fondo para que en el medio haya más opciones para jugar la pelota. Colón es un equipo de tránsito lento en la mitad de la cancha y sin sorpresa. La estrategia casi exclusiva pareciera ser la búsqueda salvadora de Wanchope Abila. Poco, por más peligrosidad y temores que infunda el "9" a la defensa rival.
Definir una línea de juego es algo que no debería llevarle demasiado tiempo a Rondina. "Tenemos que ganar dos o tres partidos seguidos", dijo el entrenador. La pregunta es: ¿cómo?. Sin dudas que el camino más fácil es jugando bien al fútbol o por lo menos mejor que el adversario, algo que Colón no consiguió en ninguno de los partidos, inclusive en el que ganó con Rondina ante Sarmiento, en Junín.
Ya se repitió hasta el hartazgo cuál ha sido la génesis de este momento: dos mercados de pases en los que el plantel bajó su calidad. Quizás algo pase por un déficit de confianza y, en ese caso, los resultados serán determinantes y muy útiles para ayudar. Pero no se pueden esperar resultados positivos sin mejoría futbolística. Y a eso, Rondina lo tiene bien en claro porque no se cansa de repetirlo.
En la fria noche rosarina, el técnico sabalero dio a entender que haciendo lo mismo que hizo en los 90 minutos con Newell's, no será suficiente para ganar el jueves en Santa Fe. Y coincido plenamente. Capaz que la suerte está de su lado y emboca una victoria con poco. Pero convengamos que el camino correcto y más directo es que el equipo mejore, levante su bajo nivel (colectivo e individual) y vaya consiguiendo una línea de juego.