Sábado 25.11.2023
/Última actualización 20:36
Colón llegó a Buenos Aires con la misión de buscar un sólido triunfo que lo deje en la Primera División del fútbol argentino. El Sabalero de Israel Damonte todavía depende de sí mismo y sabe que una victoria lo saca del ojo de la tormenta. El cruce contra Vélez inicia a las 18, en el José Amalfitani, y el conjunto rojinegro lo jugaría con los dientes apretados.
Al igual que en el partido contra Talleres, donde Colón venció por 3 a 0, la hinchada quiso jugar su rol. No importó dejar Santa Fe y viajar más de 400 kilómetros, los fanáticos del Sabalero tenían el objetivo de hacer sentir su apoyo. Con la organización de la Filial 1985 de Buenos Aires, un nutrido grupo de hinchas se agruparon en la Plaza San Martín del microcentro porteño y comenzaron a colgar banderas rojas y negras como si estuvieran en el Parque Sur.
Las banderas sabaleras en Buenos Aires. Crédito: Agustín GuzmánEn medio de los "trapos" y algunos bombos, los fanáticos comenzaron a cantar en la puerta del hotel NH Crillón, mientras agentes de policía de la Ciudad de Buenos Aires intentaban controlar la situación. Claramente la vereda del alojamiento quedó desbordada y rápidamente comenzaron a copar la calle.
La familia, una carta fundamental
El partido ante Vélez no sólo se podrá resolver con fútbol dentro del campo de juego, el corazón y la contención juegan un papel fundamental. Cada jugador que viajó en el colectivo que traslada al plantel recibió en su celular un video con emotivos saludos de sus hijos, parejas, padres, entre otros. Hasta el director técnico, Israel Damonte, tuvo un sorpresivo mensaje de sus hijos brindándole apoyo.