Sábado 4.6.2022
/Última actualización 11:30
Viernes 4 de junio, 20.55. La hora exacta del éxtasis total del hincha de Colón. Lejos quedó el sufrimiento de 116 años. Afloraron los recuerdos de los que ya no están y de todas esas pequeñas grandes conquistas que a lo largo de la historia el club de barrio de Centenario pudo forjar. Ganarle al Santos, a Peñarol, a la Selección. El nacimiento del Cementerio de los Elefantes, el ascenso del '65 y el subcampeonato del '97, clasificar a las copas, el estadio de nivel mundial y hasta los 40 mil hinchas a Paraguay. Todo quedó en otros planos. El rojinegro de Santa Fe fue campeón del fútbol argentino.
Minuto a minuto
Viernes 4 de junio 20.56. Las lágrimas y gritos en el interior de los hogares comenzaron a traducirse en bocinas y bombas. Por aquel entonces, los partidos de la Liga Profesional se jugaban sin público, así que las tribunas estuvieron vacías en San Juan. A 1.000 kilómetros de distancia, los simpatizantes sabaleros se hacían dueños de las calles de la capital provincial. En los barrios, en las avenidas, en la puerta del club, en la ya tradicional esquina de Rivadavia y Bulevar Gálvez, en la costanera; en todos los rincones de la ciudad comenzaban los festejos al unísono: "Dale campeón", "dale campeón"...
Sábado 00.00. La alegría ya desbordaba la capital santafesina. Desafiando los límites de las restricciones impuestas por la pandemia de coronavirus, miles y miles de hinchas rojinegros quisieron estar presentes en el mejor de los festejos. Si al antiguo Chateau Carreras (hoy Mario Alberto Kempes) fueron 30 mil y si a la Nueva Olla entraron 40 mil, en las calles de la ciudad casa del flamante campeón el número fue ampliamente superior. "Y si no hubiese coronavirus, hubiese sido mucho más", apunta un conocedor del tema. Aquella frase inmortalizada en paredes y banderas "Colón, cumbia y porrón" se hacía carne en las veredas de Santa Fe. Se vivieron todo tipo de escenas que cruzaban lo emotivo con lo cómico, incluso algunas pasaron a ser "virales".
Como era dable esperar, las redes sociales también fueron "foco" de los festejos rojinegros y ayudaron a visibilizar la celebración sabalera a nivel nacional. Una conservadora motorizada que recorría barrio Candioti a pura cumbia y cerveza, una vecina que fue al supermercado con una estrella gigante colgada del pecho, o autos pintados con aerosol, algunos de los episodios que trascendieron las fronteras de la capital provincial.
¿Importa seguir contabilizando la hora? Seguro que la mayoría no tenía noción del tiempo. Ni siquiera estaban preparados para algo así. La ciudad capital no estaba alistada para semejante marea de gente.
Crédito: Fernando NicolaRécord de El Litoral
Los festejos se extendieron hasta las primeras luces del sábado. Mientras tanto, El Litoral sacaba su edición más vendida de los últimos tiempos. "¡Diario, diario, Colón Campeón!", los viejos y queridos canillitas santafesinos agotaron su garganta. Y fue así que tímidamente los hinchas se acercaron a la sede del diario. Cuando se corrió la voz, la fila se hizo permanente.
La locura sabalera rompió todos los límites, incluso provocó un récord de impresión del diario El Litoral. Según los registros, se reimprimieron cuatro veces tanto la edición matutina como la vespertina, llegando a vender unos 40 mil ejemplares.
Crédito: Manuel FabatíaSegún cuenta Luis Carrara, gerente de AGL (la planta de impresión de este diario), no tiene registro de un hecho de "semejante magnitud", sí alguna reimpresión pero nunca algo así.
Haciendo un breve repaso, se puede mencionar la reimpresión de un especial en el marco de la Convención Constituyente de 1994 y otra publicación referida a la inundación de 2003. "Era mayoritariamente un compendio de fotos y lo venían a comprar al diario", recordó Carrara.
Colón lo hizo. El campeonato obtenido por el rojinegro santafesino hizo que el centenario diario imprima sus ediciones por cuadruplicado. Nunca visto, hasta el bendito 4 de junio de 2021.
Crédito: Fernando NicolaCaravana dominguera
Las aguas se calmaron (?) para el sábado a la nochecita. Todo porque las agrupaciones y peñas sabaleras estaban en la organización de otra multitudinaria movilización que partió desde la Costanera, siguió por bulevar Gálvez y finalizó en las adyacencias del club.
Por cielo y tierra, El Litoral acompañó la congregación y se capturaron imágenes para todos los tiempos. La fiesta inolvidable para los simpatizantes de Colón llegaba a su fin, después de tres días de festejos. A rigor de verdad, la celebración continuó en los trabajos el lunes siguiente, donde afloraron las tradicionales gastadas entre compañeros.
Para la historia quedará esa estrella "bajada" del firmamento estampada, de aquel 4 de junio en adelante, en todos los escudos rojinegros, en las camisetas oficiales (y en las otras también), en las paredes de la ciudad y, sobre todo, en el imaginario popular santafesino.