Cuando Sergio Rondina fue contratado por Colón, una de sus primeras frases fue “tenía previsto irme a Buenos Aires a descansar con mi familia, pero me llamaron desde Santa Fe cuando prácticamente estaba saliendo de Santiago y no pude decir que no; era Colón, no era cualquier club el que me buscaba”.
La realidad es que no se fue bien de Santiago. No gustaron las formas y, por eso, los hinchas hicieron sentir el repudio hacia el actual entrenador sabalero. Cuando los jugadores de Central Córdoba se acercaron al banco a saludarlo, antes de empezar el partido, la silbatina se hizo generalizada desde los cuatro costados.