Domingo 19.2.2023
/Última actualización 17:18
- Muchas cosas pasaron desde el pitazo final de Echavarría, el viernes pasado en el Centenario. Se habla de un pedido expreso que existió por parte de la dirigencia para que Saralegui presente su renuncia, cosa que el uruguayo no hizo. La posterior conferencia de prensa y su postura de jugar "la última bala" para "irme en ganador". Mientras tanto, el clima de inestabilidad e incertidumbre que se instaló en torno a un plantel que volvió al trabajo con la pesada mochila de las tres derrotas consecutivas, de los gritos de desaprobación de la gente y con el clásico a la vista.
- Este plantel se armó con "caja chica". Sin ventas en los últimos tiempos y con la salida de dos jugadores importantes en el funcionamiento del equipo como el Pulga Rodríguez y Bernardi, quedaron pocos sobrevivientes del equipo base que logró el título. La desjerarquización del plantel se fue haciendo evidente y eso se vio en los cuatro técnicos que tuvo durante el 2022. Saralegui fue ratificado en el cargo, pero la salida al mercado no dio el resultado esperado. Estos tres partidos han mostrado a un Colón muy opaco y sin respuestas.
- Más allá de las tres derrotas, lo que realmente preocupa es el nivel futbolístico del equipo. Por allí radica la decisión de Saralegui de experimentar seis cambios. En algunos, se trata del retorno de titulares (Perlaza, Delgado y hasta podríamos sumar a Abila). En los otros tres, la búsqueda de aportes individuales que traten de aportar lo suyo para levantar un nivel demasiado bajo.
- Si algo no debería hacer Colón, es cambiarle "palo por palo" a Unión. Las intensidades son diferentes y un partido abierto, a priori, es el que menos podría favorecer a la visita. En ese contexto, daría la impresión de no tener chances. En consecuencia, hay que llevarlo para otro lado. Es difícil pensar en un equipo que se plante atrás y que juegue de contragolpe porque no es la idea que pregona (o al menos intenta hacerlo) el entrenador.
- El retroceso por los laterales va a ser fundamental. Unión va a insistir por afuera y quizás en eso haya pensado Saralegui para colocarlo a Schott en lugar de Meza, resignando una posibilidad de atacar por sorpresa. El duelo personal que puedan ganar Schott por derecha y Delgado por izquierda será muy importante para neutralizar al rival. Y que Luna Diale no le gane con frecuencia las espaldas a Picco y Perlaza.
- Por afuera, Colón puede tener un cambio de marcha importante. Pierotti tiene potencia y es un jugador explosivo que llega al área. Galván no ha tenido muchas chances de mostrarse, pero puede aportar también una cuota de claridad ofensiva. Crear un circuito de juego con ellos dos por afuera, con Perlaza manejando la pelota desde más atrás y Troncoso aportando movilidad y buena técnica un poco más arriba, puede ser una esperanza para que el partido se equilibre en el dominio de la pelota. Colón no ha mostrado juego hasta ahora y es lo que Saralegui reclama y necesita.
- Wanchope Abila es un goleador nato y esta clase de partidos parecen hechos a su medida. El comienzo de año ha sido muy malo, con Lanús se lo vio totalmente fuera de estado y no inquietó nunca. Se lesionó y recién apareció como suplente contra Sarmiento. La necesidad tiene cara de hereje y es casi una obligación que lo "tiren" a la cancha, pero también es cierto que se trata de la máxima carta de gol que tiene este plantel, más allá de la llegada de Neris y el Conejo Benítez, que convirtió el único gol que hizo Colón hasta el momento.
- Todo el análisis previo que pueda hacerse es negativo: el equipo jugó mal, perdió los tres partidos y el técnico está en la cuerda floja. Muchos podrán pensar que la llegada del clásico en este momento es lo peor que le puede pasar a un equipo. Se trata de un concepto que, como todo lo que pasa en el fútbol, termina siendo relativo. Cuando el equipo de Domínguez fue a jugar al 15 de Abril aquél partido de los goles de Garnier y Ortiz, la situación era similar. En lo único que se diferenciaba -y mucho- era en que Domínguez recién arrancaba como entrenador del equipo y no tenía esta situación de inestabilidad casi terminal que sufre Saralegui. Colón se fortaleció en lo anímico, el planteo fue el acertado y ganó con justicia el partido. A partir de allí, se enhebraron varias victorias consecutivas (fueron 7 en total) que lo hicieron subir considerablemente en la tabla.
- Si ganar este clásico servirá para algo, será para redimir a un equipo en el que pocos creen. No sé, a ciencia cierta, qué pasará con el DT y hasta qué punto le podrá llegar a los jugadores para cambiarles la cabeza. Pero este es un partido en el que todos deben jugar por todos. La desconfianza no es sólo hacia el DT, sino que se amplía. Y allí es donde se debe encontrar la fortaleza para que el "punto" se convierta en "banca".