Enrique Cruz (h)
Se volvió a tocar el tema de las entradas. Hay inquietud y se reforzaron gestiones ya efectuadas, porque ven que los cálculos de todos se desbordan.
Enrique Cruz (h)
(Enviado Especial a San Pablo, Brasil)
La lluvia dominó la escena en el atardecer de miércoles paulista. Colón tenía previsto un reconocimiento del campo de juego que finalmente no se hizo. Y Domínguez prefirió que los jugadores se muevan en forma liviana en el hotel como para que las horas se consuman más rápidamente y la espera para el gran partido no se haga tan tediosa.
A todo esto, los dirigentes, con José Néstor Vignatti y con la compañía de varios que llegaron a San Pablo, entre ellos dos de sus vicepresidentes –Patricio Fleming y Horacio Darrás- se juntaban este miércoles con sus pares de San Pablo en una cena de camaradería a la que fueron invitados. Si algo no le ha faltado a Colón en esta excursión brasileña, ha sido apoyo: no sólo de la hinchada, sino también de la dirigencia, que en muy buen número (son más de 10 en total) llegó a esta cosmopolita ciudad de casi 20 millones de habitantes.
Antes, Vignatti tuvo una reunión con Eduardo Domínguez en el hotel. ¿De qué habrán hablado?, ¿acaso se tocó otra vez el tema Pinilla?, ¿habrá surgido algún otro nombre de posible refuerzo? Todo puede ser. El presidente y sus pares invitaron al periodismo santafesino (obviamente allí estará el enviado de El Litoral) para un almuerzo que se realiza este jueves y bien temprano, como para que si la sobremesa se extiende, no altere el trabajo de quienes hemos llegado a esta gigantesca mole de cemento que es San Pablo, para cubrir este partido tan trascendente para la historia sabalera, no sólo por lo que se juga en una copa internacional, sino porque enfrente está uno de los grandes en serio de esta parte del mundo.
A propósito del tema Pinilla, en Colón nadie quiere abrir la boca. “Está todo en manos de los abogados”, señalan con insistencia cuando se les plantea el tema. “La realidad es que los dirigentes no quieren decir nada después de lo que pasó. La decisión final la tendrá el jugador. Y si quiere venir, se evaluará. Pero lo único que se puede decir es que nadie aceptará que venga alguien que no tiene ganas de venir”, confió a El Litoral un allegado a la dirigencia, quien ratificó lo que desde el primer momento se dijo: que lo de Pinilla no fue una cuestión económica, ni de impuestos ni de nada que tenga que ver con la relación contractual que se abría con Colón, sino que fue un tema personal, seguramente familiar. Y punto.
Conclusión: todos los caminos conducen a pensar que desde el momento en que Pinilla anunció que se iba de la concentración porque tenía arreglada su salida de la U de Chile para ir a Santa Fe y firmar para Colón, las repercusiones que hubo lo llevaron a tomar la decisión de dar marcha atrás y volver todo a fojas cero. Obviamente que las consecuencias fueron nefastas para él, ya que tenía papeles firmados con Colón, compromisos asumidos y así lo hizo saber claramente la dirigencia de la U de Chile, que liberó definitivamente al jugador. ¿Y ahora?, está claro que si alguien quiere a Pinilla, primero deberá hablar con Colón. Y el club, a todo esto, evaluará, en función de la decisión final que tome el futbolista, los pasos a seguir. El abanico de posibilidades es grande, como podrá apreciarse.
Otro tema es el de las entradas. Ha llegado mucha gente a San Pablo. Y hay algunos aspectos que deben explicarse claramente. Colón hizo averiguaciones y gestiones. ¿Cuál fue la respuesta?, que por Conmebol, la exigencia es que el 5 por ciento de la capacidad se destine a la hinchada visitante. Esto implica un mínimo de 3.400 entradas que están aseguradas. “A partir de allí, todo depende de la voluntad y de lo que se pueda gestionar con la gente de San Pablo”, fue la sugerencia recibida desde Afa y Conmebol. ¿Qué hizo Colón?, advertirle a San Pablo y a la policía también, que viene mucha gente y que quizás la capacidad reservada puede quedar chica. ¿Se arriesgará la policía a dejar gente afuera?, cualquier análisis medianamente prudente y sensato indica que no.
La situación fue evaluada y tratada. Seguramente se hizo en el encuentro de camaradería con la dirigencia de San Pablo en la lluviosa nochecita paulista. El Litoral advirtió la preocupación de todo Colón por este tema. Hubieron razones muy claras por las cuáles no se pidieron entradas para vender en Santa Fe, más allá de que era algo bastante engorroso y casi imposible de concretar. Quizás se podría haber iniciado la venta en la víspera o esta mañana temprano para la gente de Colón y no esperar hasta último momento, como así lo organizó San Pablo. Desde la dirigencia se opina que es lo mismo que puede llegar a ocurrir en el partido revancha. Colón está obligado a darle el 5 por ciento de la capacidad, pero, ¿quién puede discutir que la tribuna sur en su totalidad será para la hinchada brasileña? Entonces, en esa tribuna del Fonavi, con capacidad para 5.000 personas o quizás algunos más, se tomarán los recaudos para que la habilitación impida que quede gente de San Pablo afuera. Se acotará el lugar si no son muchos, pero a medida que vayan llegando se irá agrandando porque toda la tribuna será para los visitantes, naturalmente con las prevenciones que se tomen de parte del organismo de seguridad para evitar cualquier inconveniente entre las dos parcialidades.
Nuestra diferencia con Colón, es que nosotros venimos en competencia y ellos no. Conozco al entrenador y es un gran técnico. A muchos jugadores también y será un rival de cuidado. Ellos jugaron amistosos y nosotros partidos oficiales. Eso nos da una ventaja, a priori, porque no es lo mismo disputar un par de amistosos que jugar cinco encuentros oficiales como los que llevamos en esta última parte. El hecho de que sólo hayan jugado amistosos también me ha complicado para tener mayores elementos de análisis de nuestro rival”.
Diego Aguirre, DT de San Pablo