Los números avalan al entrenador en esta Copa de la Liga, pero hay una sumatoria de situaciones que van haciendo eclosión. Los dirigentes no quedaron conformes con algunas decisiones futbolísticas en el clásico, pero se suman algunas otras de antes.
Pipo Gorosito dirigió más de 30 partidos en Colón y cumplió, el domingo, su partido número 500 (como entrenador) en el fútbol argentino, sin contar sus pasos por clubes de España y Paraguay. Cuando llegó a Colón, se estaba por jugar la quinta fecha del torneo anterior y la sumatoria, en el torneo de la Liga Profesional, fue escasa. El equipo terminó penúltimo, con 25 puntos y apenas tres por encima de Arsenal, perdiendo en los últimos tres partidos. Ganó 4, empató mucho (12) y perdió 7. No había armado el equipo ni tampoco hizo la pretemporada. Lo mejoró en algunos aspectos, tanto desde lo individual como desde lo colectivo, pero nunca pudo lograr que sobresaliera o que llegaran mejores resultados. Insistió en arbitrajes perjudiciales (en muchos casos con razón) y la dirigencia lo sostuvo a sabiendas de que él no había sido el responsable del armado de un plantel con enormes -y peligrosas- carencias. Se sabía que no tenía demasiado como para torcer el rumbo, al punto tal que en algún momento sobredimensionó la importancia de un jugador como Juan Pablo Alvarez, que en Colón anduvo bien pero que no era una figura tan clave ni decisiva como para cargar, en su salida, las razones del nivel futbolístico del equipo y de los flojos resultados.
La situación se revirtió en parte durante este nuevo proceso. El mercado de pases de Colón ha sido bueno y han llegado jugadores que le dieron otra jerarquía. El técnico se encargó de repetir en varias ocasiones que no fueron jugadores que él pidió, pero a varios de ellos los conoce muy bien (a Botta lo dirigió) y en casi todos los casos levantó el pulgar para aceptar su contratación. No los eligió, pero los aprobó.
Wanchope Abila se fue enojado de la cancha cuando Pipo lo sacó del partido. Había sido la figura del equipo en el primer tiempo y el más peligroso para la defensa de Unión. Crédito: Mauricio Garín
En esta Copa de la Liga, supo revertir la situación y los resultados no son nada malos, al punto tal que está entrando entre los cuatro que clasifican para los play off en su zona. Viene de ganarle a Argentinos Juniors (rival siempre complicado) y de empatar el clásico en un partido que le fue favorable en el trámite durante el primer tiempo (al menos, dispuso más de la pelota), pero que no le pudo encontrar la vuelta en el segundo tiempo. La salida de Wanchope Abila el domingo, cuando era el más peligroso de Colón, fue lo que motivó la reacción en contrario de la gente, la insatisfacción por esa decisión y el repudio. También los dirigentes coincidieron en esa apreciación.
Pipo Gorosito en varias ocasiones dijo que tenía buena relación con Vignatti. "Cuando vine para Santa Fe me alertaron sobre el presidente, pero la verdad es que hasta ahora me llevo bien, no tengo ningún problema con él, todo lo contrario", señaló cuando se lo consultó. Más allá de eso, Pipo tiró algunos "palitos" que no pasaron desapercibidos. Uno de ellos ya se dijo: no fueron pocas las ocasiones en las que indicó que los jugadores que él pidió (Rolón, Sández y Agustín Cardozo) no vinieron. Y la otra, cuando dijo que había que estar más atentos con el tema calendario de partidos y arbitrajes, apuntando a una presencia escasa o poco efectiva en el lugar de las decisiones.
Vignatti contrató a Miguel Abbondandolo para que ejerciera una suerte de "gerencia técnica" y fue éste quien tuvo una relación más fluida con el técnico. También a esto lo dejó en claro el propio Gorosito, sobre todo cuando lo referenció -a Abbondandolo- en la frustrada llegada de Axel Rodríguez, el delantero de Instituto.
Los números avalan a Gorosito en este nuevo proceso. Inclusive, le tocó jugar ante dos rivales complicados en la Copa Argentina, eliminó con total justicia a Lanús y empató con Talleres en Mendoza, cayendo en la definición por penales. En su zona, está compartiendo la segunda posición y a un punto del puntero. Los resultados le dan la derecha y si algún indicio se produjo, en algún momento, fue el que el propio Gorosito mencionó, cuando luego de vencer a Argentinos Juniors, dando vuelta el resultado, dijo: "Si perdíamos hoy con Argentinos Juniors y no ganábamos el clásico, me tenía que ir solo", señaló el entrenador rojinegro en aquella oportunidad, después del 3 a 1 ante el equipo de Guede.
El efecto arrastre -de los puntos del torneo pasado- lo llevaron a esta incómoda posición en la tabla acumulada que determinará uno de los descensos de categoría. Pero la mejoría en este nuevo proceso ha sido evidente, tanto en lo numérico como también en lo futbolístico, más allá de que se jugó muy mal contra Instituto y que la producción del equipo contra Huracán no resultó nada convincente, como tampoco conformó a nadie el segundo tiempo en el clásico.
Los rumores ganaron la calle. Algunos los desmintieron, pero otros admitieron que hay una sensación de disconformismo con el entrenador. Que quede claro: Pipo Gorosito es el entrenador de Colón y dirigirá al equipo contra Barracas Central. Si depende o no del resultado del lunes, el tiempo dirá. El tiempo y también el ánimo de los dirigentes. Insisto: los números generales no, pero los números particulares de esta Copa de la Liga -jugada ya la mitad del torneo- favorecen ampliamente a Gorosito.
De todos modos, en el balance se ponen un montón de cuestiones que van más allá de la frialdad de los resultados, siempre teniendo en cuenta que se trata del elemento vital para definir la salida o la continuidad de un entrenador. Quizás la "calentura" del partido con Unión se vaya pasando con el correr de los días y se llegue a un momento de calma cuando Colón tenga que jugar el partido con Barracas Central en cancha de Huracán. Por lo pronto, la situación del técnico es inestable; o si no cabe el término, por ser muy contundente, hay una crisis de confianza que se ha generado en las últimas horas y que obligan a poner la lupa en Pipo Gorosito.
"Merecimos ganarle a Sarmiento"
El volante de Barracas Central, próximo rival de Colón, Facundo Mater se lamentó por el empate 1-1 ante Sarmiento de Junín, en el partido válido por la 7ma. fecha de la Copa de la Liga, porque consideró que merecieron llevarse la victoria. "Me voy caliente porque teníamos que haber logrado los tres puntos, pero sirve para sumar", indicó Mater en diálogo con TNT Sports.
"Es una pena porque en nuestra cancha tenemos que ganar. Nos iba a servir para despegarnos y estar tranquilos para lo que viene", señaló Mater, a propósito de la lucha por la permanencia en la primera división del fútbol argentino.
"Arrancamos con presión, nos sentimos bien en el primer tiempo y se encontraron con el gol por un error nuestro. A todos les cuesta este campeonato, pero estamos bien y hay que seguir en este camino. Somos conscientes de que hay que sumar", apuntó Mater.
Barracas Central, que llevaba dos triunfos seguidos como local, empató con Sarmiento de Junín, por la 7ma. fecha de la Copa de la Liga en el estadio Tomás A. Ducó, de Huracán. El lunes que viene recibirá a Colón, desde las 18, también en el Tomás Adolfo Ducó.