Colón y Defensores de Belgrano: mismos colores y caminos distintos en la historia
La última vez que se midieron en el Brigadier López fue en 1985. Siempre jugaron en el ascenso y nunca en Primera División, como ocurre con otros rivales sabaleros en este duro camino por volver a Primera. Los une el rojo y el negro de sus colores.
Colón y Defensores de Belgrano: mismos colores y caminos distintos en la historia
Colón y Defensores de Belgrano se vuelven a enfrentar en cancha de Colón luego de 39 años. No hay historial entre ambos clubes en Primera, pero se midieron en 31 oportunidades a lo largo del ascenso, con 13 victorias de Colón, 6 de Defensores de Belgrano y 12 empates.
El último antecedente en el estadio Brigadier López es de 1985, un año muy particular en la vida deportiva de Colón pues bajo la conducción del club a cargo de don Joaquín Peirotén, se intentó el armado de un equipo con muchas estrellas para buscar el retorno a la máxima categoría.
A ese equipo lo condujo Federico Sacchi, que venía de dirigir a Tigre. Sacchi había sido un gran defensor, de elegante presencia, buen dominio de pelota, al que Colón buscó para que arme un equipo que tenga serias aspiraciones de ascender. Pero falló en el intento más allá de que llegaron jugadores de la talla de Daniel Carnevali (había sido arquero de la selección argentina en el Mundial de Alemania), Gabriel Puentedura, Dante Alfonso Roma, Juan José Lazlo (una de las figuras del año anterior militando en Talleres de Remedios de Escalada), el “Caña” Belén, “Pichón” Rodríguez, Hugo Zavagno, el uruguayo Acosta Silva, Omar Alegre, Héctor López (venía de ascender con San Lorenzo y Gimnasia), Waldemar Victorino (campeón mundial con Nacional de Montevideo) y “Carozo” Mir, entre otros.
Ese partido con Defensores de Belgrano se jugó el 17 de agosto de 1985, cuando ya se había ido Sacchi y al equipo lo dirigía el profesor Carlos Hurtado, que en varias ocasiones fue convocado por la dirigencia sabalera como “piloto de tormenta”.
Al partido lo ganó Defensores por 2 a 1 y Colón formó con Puentedura; Juncos, Wermer, Carmona y Schneider; Aldo Rodríguez, Zavagno y Bernasconi; Héctor López, Victorino y Chena. Luego entraron el uruguayo Acosta Silva y Raúl Oscar Luque.
Por su parte, Defensores de Belgrano lo hizo con Alles; Gándaras, Barrios, Laguna y Carrizo; Zuviría, Galbán y Godoy; Aguirre, Jorge Díaz y Cataldo. Zuviría era el “Torito”, aquél wing izquierdo que arrancó en Unión, pasó por Argentinos Juniors (ya jugando de lateral por izquierda) y luego se convirtió en un gran referente del Barcelona de España, país en el que se quedó a vivir. Cataldo, en tanto, fue un wing izquierdo que un tiempo antes también había jugado en Unión, cuando llegó procedente de Vélez.
Al marcador lo abrió “Pichón” Rodríguez para Colón, pero Eduardo Laguna y Jorge Díaz lo dieron vuelta al resultado para construir el 2 a 1 definitivo. Un par de días después de ese partido, Colón contrató como entrenador al “Conejo” Roberto Tarabini, que se hizo cargo del equipo en lo que restaba de esa temporada y se quedó para dirigirlo en el primer semestre de 1986, cuando otra vez Colón hizo un gran esfuerzo y llegaron, entre otros, el “Negro” Palma, Bachino, Di Gregorio y varios más para jugar un torneo corto en el que Colón se quedó afuera de la ronda final en la última fecha y por diferencia de goles con Lanús.
Otro recuerdo interesante de partidos entre Colón y Defensores de Belgrano se dio en 1983. El dato curioso y en común con el del 85, fue que a Colón lo dirigía también el profesor Carlos Mario Hurtado y fue la primera fecha del torneo de Primera B. Esa tarde, Colón jugó con una camiseta celeste y blanca al estilo de la selección argentina. Y ganó 4 a 2 el partido, con goles convertidos por el entrerriano Pesoa, en dos ocasiones, “Copito” Andrada y Claudio Chena. Ese día, Colón formó con Piccard; Juncos, Godano, Wermer y Bustingorria; Andrada, Mercado y Balbuena; Pesoa, Chena y Solís. Como se podrá apreciar, era un equipo constituido por jugadores de Santa Fe o de la zona. Piccard había sido arquero de Unión en la temporada anterior, “Copito” Andrada llegó de Gimnasia de Ciudadela y Américo Ramón Pesoa venía de jugar en Paraná. El resto eran jugadores de Colón, varios de ellos de las inferiores como Mercado, Balbuena, Solís, Chena, Wermer y el “Bicho” Godano, actual presidente del club. Al poco tiempo, comenzó a alternar un volante central de muy buenas condiciones que luego triunfó en el fútbol grande: Daniel Guadalupe Pighín.