Viernes 26.11.2021
/Última actualización 19:09
La gran diferencia entre Racing y Central, fue Burián. Después, los problemas defensivos se repitieron. En todo caso, se podría sumar la gran eficacia y la figura descomunal de Marco Ruben. Pero si se suman la situaciones creadas por los rivales y los errores cometidos por la defensa, los dos partidos, aunque con distintos resultados, dejaron la misma sentencia. Y preocupante por cierto.
Domínguez habrá visto cosas que no le gustaron contra Racing y por eso cambió la defensa. Pasó a jugar con cinco. Y faltaba Lértora. Con tres centrales, si de algo se podía asegurar era de contar con gente para cabecear adentro del área. Y Ruben marcó tres goles de cabeza. Y volvieron a hacerle un gol apenas arrancado el partido, algo que se agravó porque a los 7 minutos, ya Central ganaba 2 a 0. Y si había que agregarle otro golpe más, fue el tercero, cuando apenas amanecía el segundo tiempo.
Gallardo en un nivel muy bajo; Piovi también. Consecuencia: un flanco izquierdo que sufre demasiado, sea con cuatro o con cinco. Y el resto con muchos problemas. Bianchi más rescatable contra Racing que ante Central. Y Garcés, que debe ser uno de los jugadores más regulares y parejos de este 2021 inolvidable para Colón, cometiendo errores que habitualmente no comete.
Colón estuvo muy cerca del descuento en el momento de la expulsión de Meza. Y estuvo "en partido" cuando Piovi descontó. Era difícil. Casi heroica. Iba por la epopeya. Pero iba. Y alentado por una hinchada que no paraba de empujar al equipo, que tenía un abanderado en Aliendro, el único que mantuvo un nivel medianamente aceptable en lo individual. Pero el mismo Piovi que había marcado el gol -gran jugada previa de Bernardi- fue el que quiso salir jugando desde atrás y cometió uno de los tantos errores que viene teniendo en el manejo de la pelota, dejándola a merced de un Vecchio que la "rompió" y cuya trascendencia sólamente se vio disimulada por la enorme contundencia del implacable Ruben.
Manuel Fabatia Los 11 que arrancaron el jueves en el Brigadier López. De pie: Burián, Gallardo, Garcés, Bianchi y Piovi. Agachados: Meza, Beltrán, Ferreira, Aliendro, Bernardi y Moschión. Habrá cambios este domingo para jugar contra Defensa y Justicia.Los 11 que arrancaron el jueves en el Brigadier López. De pie: Burián, Gallardo, Garcés, Bianchi y Piovi. Agachados: Meza, Beltrán, Ferreira, Aliendro, Bernardi y Moschión. Habrá cambios este domingo para jugar contra Defensa y Justicia.Foto: Manuel Fabatia
No estaba cómodo, ni sereno Domínguez. Se lo notó fastidioso en las declaraciones. Rescata lo positivo y está bien. Este es un año histórico para Colón y él es el gran responsable. Inclusive, más allá del título de campeón, está entre los tres mejores equipos del año (compartido con Talleres). El lo recalca y tiene razón. Es un gran mérito cuando, en realidad, Colón no hizo una apuesta contundente y obligatoria para pelear un campeonato. Tomó buenas decisiones a principios de año. Y el técnico le dio identidad de juego al equipo. Logró lo que consiguen los técnicos que arman equipos exitosos: el que entraba, jugaba bien. Por eso, sale campeón con una defensa en la que faltaban Goltz, Delgado y Bianchi. Que antes del comienzo del campeonato, iban a ser los titulares. La mitad del vaso lleno está muy claro y evidente: hay que rescatar lo positivo y máxime si se trata del único título de campeón de Primera División en 116 años de historia. Punto y aparte.
El tema es que el equipo entró en una irregularidad que a Domínguez lo debe desubicar y enojar. Se da cuenta que cuando el equipo pierde, pierde en serio y dejando una imagen preocupante y sobre la que hay que reconstruir. Le pasó en Patronato y hay que sumar también este partido con Central. Se pasa de la solidez a la endeblez, de la fortaleza a la fragilidad. Los vaivenes pueden llegar a desconcertarlo. Y por eso la búsqueda de un equilibrio que se le hace complicado y que era un aspecto distintivo en la campaña anterior. Y por algo salió campeón.
Salvo Aliendro, que juega siempre en un nivel de aceptable para arriba, el resto del equipo entró en este "modo Colón" de vaivenes. La mira apunta al 18 de diciembre y está bárbaro que así sea. Pero como dijo el técnico, no hay que acordarse de eso cuando falte una semana, porque será tarde. Estoy seguro que para cualquier jugador, no es lo mismo cualquiera de los partidos que se están jugando que el que se va a jugar contra River. Pero para llegar bien al de River, estos partidos también sirven. En todo caso, es el aspecto esencial que distingue a aquéllos equipos que hacen historia: mantener el nivel de expectativa y compromiso bien alto. Cuesta mucho, lo reconozco. Pero hay que intentarlo.
Colón jugó un partido que se "rompió" a los 7 minutos con el segundo gol de Central. Obligado por las circunstancias, se entregó al desorden de ir a buscar el arco de enfrente con desesperación y corriendo el riesgo defensivo del desmantelamiento y la multiplicación de espacios para el rival. Tan natural como previsible e inentendible si se parte de la base de que se optó por un esquema de cinco defensores para, supuestamente, fortalecer un sector del equipo que evidentemente falló.
Manuel Fabatia Facundo Mura charla con Luciano Ferreyra y otros jugadores de Rosario Central. El marcador de punta ingresó en el primer tiempo y pisó varias veces el área rival en el complemento. Es un candidato firme a ser titular en Florencio Varela.Facundo Mura charla con Luciano Ferreyra y otros jugadores de Rosario Central. El marcador de punta ingresó en el primer tiempo y pisó varias veces el área rival en el complemento. Es un candidato firme a ser titular en Florencio Varela.Foto: Manuel Fabatia
Un rival que busca ser subcampeón
Defensa y Justicia está coronando también un gran año, que arrancó con la obtención de la Copa Sudamericana de la mano de Hernán Crespo. Si bien no tuvo un buen arranque de campeonato ni tampoco una buena Copa de la Liga Profesional, este envión con el que llega al final de este torneo lo ha colocado en una posición de privilegio.
El equipo de Beccacece está segundo, compartido con Talleres. Tiene 40 puntos (12 menos que el campeón River), producto de 11 victorias, 7 empates y 4 derrotas.
Defensa y Justicia es un equipo protagonista, que es dueño del balón, que realiza una presión asfixiante con su alta intensidad, que llega con mucha gente y no pierde el hambre de gol, como lo mostró ante Atlético Tucumán, Unión y Central, sus últimos rivales, donde pudo marcar 10 goles. Es el equipo de Beccacece, también con pequeñas diferencias el de Crespo, y de Soso y se puede seguir yendo para atrás. Porque esa es la clave del Halcón: pasan los jugadores y los entrenadores pero la metodología de dirigir al club y la filosofía futbolística no se negocia por nada. Desde hace mucho tiempo que Defensa tiene una idea de juego, la respeta y la mantiene. Son las bases de un proyecto que ha llevado al engrandecimiento de un club ubicado en el conurbano bonaerense, que impensadamente se ha ganado un predicamento en el que pocos confiaban hace un tiempo atrás.
Si algo está claro, es que Federico Lértora recuperará su lugar en el equipo. Después, ni Goltz ni Delgado están todavía en condiciones de jugar, mientras que al cierre de esta edición se evaluaba lo de Facundo Farías, que presentó en estos días un fuerte dolor intercostal producto de una acción de juego en un entrenamiento.
Partiendo de esta base, no sería descabellado pensar en algunos cambios para jugar ante Defensa y Justicia, porque además el técnico evaluará un aspecto que es clave: el cansancio de los jugadores. Colón jugará su tercer partido en siete días (Racing, Central, Defensa), con dos viajes a Buenos Aires. Es posible que haya algún futbolista que quede al margen para evitar alguna lesión.
Después de este partido con el Halcón de Varela, Colón afrontará dos compromisos más antes de la final con River. Sin fecha definida, el fin de semana del 5 de diciembre se medirá con Atlético Tucumán en el Brigadier López y luego, el fin de semana siguiente (Colón pidió viernes 10 o sábado 11) el clásico con Unión.