Pipo tiene varios "9" pero saca el Conejo de la galera
Colón ganó tres al hilo, el paraguayo metió dos goles y Gorosito relega nada menos que a Wanchope y a Toledo, que ni siquiera ha jugado un minuto hasta ahora. Más allá de esto, los refuerzos le cambiaron la cara a Colón.
Pipo tiene varios "9" pero saca el Conejo de la galera
No solo aportó un gol. También corrió, metió muy buenas diagonales, entendió el juego de los volantes (sobre todo el de Botta y el de Alvarez) y se lo vio mucho más seguro en el manejo de la pelota. Esta vez, el Conejo Jorge Benítez no se enredó tanto como ante Independiente, cuando la decisión de Gorosito había sido la de elegirlo para que juegue delante de los defensores y detrás de los volantes, confiando en su capacidad para asociarse al juego del resto. Pero allí se encontró con un jugador impreciso e inseguro. Todo lo contrario de lo que pasó en la fría noche del Cementerio de los Elefantes ante este Gimnasia de caída libre (hace diez partidos que no gana).
Gorosito eligió primero a Pierotti (ante Lanús) y luego a Benítez. A ellos puso por encima de Wanchope (¿se quedará?, ¿lo pedirá Tevez para Independiente?) y de Toledo, que ni siquiera jugó un minuto en los tres partidos. Nada se le puede reprochar al técnico. Tres partidos jugados y los tres ganados. Cinco goles marcados, de los cuáles hubo dos de Galván y dos de Benítez. Por algo Galván tiene ahora las chances que quizás le faltaron en el torneo pasado. Y también el Conejo Benítez consigue despegarse de los otros “9” que amenazaban ponerse por encima suyo, con más vidriera y “marketing” que el paraguayo.
De Toledo no se puede decir nada porque todavía no jugó. A Wanchope no se lo puede subestimar porque los goleadores en cualquier momento pueden aparecer, pero está claro que hoy no tiene la bendición del entrenador. Y el que goza de ese beneficio ha respondido. Con goles y también con un aporte de generosidad, despliegue y disposición para el juego que a Gorosito lo llena.
¿Qué habrá pasado por la cabeza de Gorosito después de lo que hizo Wanchope en cancha de Independiente cuando “picó” la pelota en el penal?, ¿se habrá disgustado?, ¿le habrá quitado crédito?, ¿o simplemente todo pasa por un mero y franco análisis futbolístico?
Algunas individualidades le cambiaron la cara al equipo. Con Botta, Favio Alvarez y Batallini se juega a otra cosa, hay más fútbol. Mejoró Chicho Moreyra y ese déficit de la ausencia de un volante central rendidor parece que ya no es tal, por más que se siga en la búsqueda. Pero además, el equipo ha recuperado solidez defensiva. En los tres partidos ganados no le marcaron goles y no es un dato menor si se tiene en cuenta lo que pasó en la parte final del torneo anterior.
Colón hizo bien los deberes en el mercado de pases. Era clave y necesario. No fueron jugadores pedidos por el técnico (él mismo se encargó de decirlo en varias ocasiones), pero Gorosito tiene la virtud de haber sabido aprovechar lo que le trajeron para hacerlo funcionar. Pipo también se “reinventó”, como cuando llegó a Colón, sacó y movió piezas, tomó decisiones y le sacó jugo a una fruta bastante seca como la que le tiraron.
Sin dudas que la inserción de Abbondandolo – sin un “cargo” definido y en una situación muy rara y difícil de entenderse – ha sido un aporte valioso. Debe entenderse de esta manera, por más que sea complicado digerir que un hombre que llega como ex dirigente de un club (Atlético Tucumán) se haya convertido en un consejero, casi un “manager” para gestionar la llegada de los refuerzos. Hay cuatro jugadores (Espínola, Botta, Batallini y Alvarez) que se metieron en el equipo para cambiarle la imagen por completo. Toledo todavía no jugó y el Flaco Conti llegó hace unos días y posiblemente se lo tenga en consideración a partir del miércoles, en un partido de Copa Argentina que veremos de qué manera lo afronta Gorosito, porque estos seis puntos que consiguió en el arranque de la Copa de la Liga le otorgan una leve tranquilidad que el técnico no querrá rifar de ninguna manera.