(Enviado Especial a Rosario)
Durante casi una hora y media, un verdadero temporal recordó lo vivido en aquella tarde que se hizo noche en Asunción del Paraguay, el día que Colón llevó 40.000 hinchas a Paraguay.
(Enviado Especial a Rosario)
Eran cerca de las 13.15, ya el Parque Independencia empezaba a tener ese colorido tan particular de las tardes de fútbol y los colores rojo y negro predominaban en la escenografía que tenía, como medida térmica, un intenso calor y abultado porcentaje de humedad. Primero fue el viento sur que empezó a soplar con cierta fuerza, las nubes parecían disiparse pero, en realidad, fueron el presagio de una tormenta tremenda que se desató en una Rosario pasada por agua. El campo de juego, cuando faltaban algo más de dos horas para el inicio del encuentro, tuvo sectores que se anegaron a pesar del muy buen drenaje. Enseguida, todos recordaron las mismas condiciones climáticas de aquél 9 de noviembre de 2019 en Paraguay. No hacía tanto calor como en Asunción del Paraguay aquel día, pero las circunstancias fueron muy parecidas.
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Faltando dos horas y media para el inicio del encuentro, un auxiliar de Gimnasia ingresó al campo de juego con una pelota, la hizo correr y se observó claramente de qué manera se frenaba por los charcos de agua (algunos convertidos casi en lagunas) que había en ese momento en el campo de juego.
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“Que esta tarde, cueste lo que cueste, que esta tarde tenemos que ganar”, fue el grito más escuchado bajo las frondosas arboledas de un Parque Independencia que se convirtió en un refugio cuando la lluvia torrencial se convirtió en un tremendo inconveniente para la multitud.
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De acuerdo a lo que informaron los encargados del operativo a El Litoral en Rosario, Colon vendió 12.500 entradas en total, mientras que Gimnasia estuvo bastante parejo: 12.000. En consecuencia, fueron alrededor de 25.000 los tickets que se vendieron, de los 30.000 que en principio se habían puesto a disposición de las dos hinchadas.
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Durante los últimos días llegó un reclamo de parte del Lokomotiv de Moscú por una deuda de Colón por el pago del préstamo de Germán Conti, que fue uno de los últimos jugadores que se incorporó al plantel en el último mercado de pases.
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En el último entrenamiento, Damonte hizo algunos movimientos y ensayó jugadas de pelota quieta con Nardelli y con Batallini en el equipo titular. Las dudas respecto de la formación titular se mantuvieron hasta último momento, mientras que por el lado de Gimnasia, todo pareció disiparse con el paso de los días (estuvieron concentrados desde el martes en Rosario) y quedó como duda final la presencia o no de Franco Soldano, el ex Unión, como titular junto a Tarragona en el ataque del Lobo.
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Casi de manera idéntica a lo ocurrido con Colón, en Gimnasia se lamentaban mucho el partido con Arsenal. “La imagen que dejó el equipo luego de Banfield, fue la de un equipo descendido”, comentaron algunos hinchas del Lobo ante la consulta de El Litoral. De todos modos, la esperanza y el optimismo es lo último que se pierde. “A nosotros nos cuesta casi 50 luquitas venir a Rosario, pero acá estamos, como no podía ser de otra manera”, señalaron.
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Este fue el segundo partido que se jugó en cancha neutral entre Colón y Gimnasia. El primero fue en el Metropolitano de 1976, cuando la fase final de ese torneo que ganó el Boca de Lorenzo, se jugaba en canchas neutrales. Colón hacía de local en la cancha de Unión y viceversa. Ese choque entre Gimnasia y Colón, se disputó en la de Estudiantes. Y terminaron 2 a 2.