Sabaleros y jujeños empezaron a escribir la historia en Primera y fue en esa categoría donde más veces se enfrentaron. Hace más de diez años que no se ven las caras.
Colón y Gimnasia de Jujuy empezaron a jugar oficialmente en 1977, en un torneo Nacional que arrancó ese año, pero que terminó en el 78, con una inolvidable final que protagonizaron Talleres e Independiente, la noche que Independiente consiguió empatar el partido con tres jugadores menos, salió campeón porque el gol de visitante valía doble y gracias al Pato Pastoriza, que evitó que sus jugadores se fueran de la cancha cuando se produjeron aquellas expulsiones en cancha de Talleres, que había preparado todo para el festejo.
Esos dos primeros partidos, tanto en Jujuy como en Santa Fe, fueron ganados por Gimnasia. En el que se jugó en Santa Fe, la victoria jujeña fue por 2 a 1 y el partido tuvo algunas particularidades para resaltar.
Por ejemplo, que en Gimnasia jugaban Francisco Ferraro y Heraldo Ainstein, que luego fueron entrenador y ayudante de campo en la notable campaña que llevó a Colón a ser subcampeón en 1997, jugar la copa Conmebol y tener la chance, victoria mediante ante Independiente, de disputar la Libertadores del 78.
Ese día, Colón formó con Erni; Fertonani, Mariano, Leroyer y Mercado; Cariaga, Báez y Batú; López, Vega y Solís. Luego también entró el chaqueño Mazo, el excelente y talentoso volante que luego siguió su carrera en Independiente y Loma Negra de Olavarría, entre otros clubes.
En Gimnasia de Jujuy, jugaban De la Colina; Gonzalo, Ferraro, Otaola (luego jugó en Unión) y Ainstein; Monteserín, Argüello y S. López; J. Sánchez, Gile y Bareiro. Los goles de los jujeños fueron convertidos por Bareiro y Sánchez, mientras que Pepe Báez convirtió el tanto sabalero.
La última vez que jugaron fue en 2014, año del ascenso sabalero. En esa ocasión, empataron sin goles en Santa Fe y Colón alistó a Broun; Castillo, Lazzaroni, Landa y Ferracutti; Garnier, Poblete, Ballini y Gustavo Villarruel; Pavón y Alario, dirigidos por Diego Osella, quien luego incluyó como suplentes a Curuchet, el Mago Ramírez y Telechea.
Enfrente, a Gimnasia de Jujuy lo dirigía un conocido de los sabaleros: Mario Sciacqua.
Ese fue el año en el que Colón llegó a la última fecha con la obligación de ganarle a Boca Unidos de Corrientes, cosa que consiguió en la parte final del encuentro, pasando de estar en el sexto lugar (subían a la A los primeros cinco), a quedarse con el primer puesto por el resultado de ese encuentro que se jugó bajo la lluvia en el barrio Centenario, ya con Mostaza Merlo de entrenador.
El gran recuerdo que deja aquél equipo, es la presencia de la dupla ofensiva. Pavón había sido prestado por Boca, le costó unos partidos ganarse la titularidad y luego se convirtió en un jugador desequilibrante.
Lucas Alario venía de un muy buen torneo en Primera, repitió en el ascenso y luego fue transferido a River, en una operación que le posibilitó a Colón – gracias a la negociación que hizo la comisión directiva de entonces – un ingreso a futuro extraordinario cuando el delantero se cansó de hacer goles en River, fue figura y el Bayern Leverkusen puso el dinero para que ejecute la cláusula de rescisión.
Hay una particularidad entre el primero y el último de los partidos que jugaron ambos clubes. Y tiene nombre y apellido: Eduardo “Lalo” Vega. En el primero (en 1977), era jugador del club.
En el último (2014) era el presidente de la institución, dejándole luego, tras su renuncia, el mando al actual titular sabalero: Víctor Francisco Godano.
Gimnasia de Jujuy no ha sido un rival accesible para Colón, al punto tal que jugando ambos en Primera, fueron más las veces que ganaron los jujeños, inclusive con varios triunfos en Santa Fe.
De todos modos, Colón también consiguió victorias en el norte del país, algunas de ellas por goleada. Y hay un partido que también se recuerda, en el marco de la gran campaña que hizo Gimnasia con Pancho Ferraro de entrenador en 1994, cuando brillaba el Loco Gorostidi en ese equipo que ascendió a Primera.
En ese partido, con el estadio 23 de Agosto de la Tacita de Plata desbordado de gente, Colón logró empatarle a Gimnasia con un golazo de Javier Agustín Vergel desde afuera del área que enmudeció a los jujeños.
Muchos recordarán también a un histórico presidente que tuvo Gimnasia, Raúl Ulloa, que alguna vez llegó a ofrecerle un contrato de diez años a Pancho Ferraro, cuando éste consiguió ese ascenso a Primera.
Ulloa presidió durante varios años y se convirtió en un hombre reconocido también a nivel nacional.
Y Pancho, que había comenzado su carrera como técnico dirigiendo con gran suceso a Deportivo Español, luego viajó al norte para “conquistar” a la gente de Gimnasia de Jujuy, ascenderlo a Primera y mantenerlo en la máxima categoría, lo cual le permitió llegar a Santa Fe y protagonizar una de las mejores campañas que hizo Colón en Primera.
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