Viernes 4.3.2022
/Última actualización 20:46
La historia que unió a Jésica Mastrocola con Luis Miguel Rodríguez recorrió varios puntos del país y emocionó a todos los amantes del fútbol. Al margen de los colores, la foto de Mauricio Garín, fotógrafo de El Litoral, donde se ve a la hincha de Colón celebrando el gol del Pulga Rodríguez junto a su papá conmovió a todos porque allí se retrató la esencia misma del fútbol. Luego de que aquella imagen recorriera las redes sociales, se produjo el encuentro entre la fanática y el ídolo, quien le regaló su camiseta como lo había prometido.
Jésica contó con detalles las sensaciones que le invadieron el cuerpo, luego de que un amigo de la adolescencia le mostrara el revuelo que se había armado en Twitter, Instagram y Facebook por su foto. “Cuando me entero de todo esto, lo primero que le dije a mi papá fue: ‘Pochita ya está, lo conseguimos’. Siempre le dije a mi mamá en vida y lo sigo afirmando: pudimos demostrar que el fútbol es amor”, expresó con alivio. La sabalera siempre está presente con su padre en casi todos los partidos de Colón, pero a pesar de que siempre insistió en sumar a su mamá, ésta se negó. “Ella tenía mucho miedo por lo que podía llegar a pasar y no alcanzó a ir”, contó Jésica. Su mamá falleció hace un año producto del coronavirus y diversos problemas de salud que agravaron su cuadro. “Hay mucho prejuicio en lo que es el fútbol, pero yo quería que mi mamá conozca que en Colón somos casi una familia”, sostuvo.
El poder de las redes sociales y el alcance de este medio de comunicación logró que Jésica pueda recibir uno de los regalos más codiciados por los hinchas de Colón: una camiseta del Pulga. Se sabe de la humildad del “10” sabalero, pero el tucumano sorprendió a la protagonista de esta historia con un gesto que no esperaba. “El primer contacto que tuve con él (Luis Miguel Rodríguez) fue vía Instagram un sábado. Le escribí sin esperanzas para, por lo menos, contarle quién soy y dar a conocer lo que hacemos en cuanto a la inclusión con mi familia, amigos y estudiantes. A la tarde del mismo día, recibo una respuesta donde me dice ‘dame tu dirección que si no llueve hoy, paso por tu casa a darte la camiseta que te prometí’. Ese día no pudo venir porque llovió y al otro día me fui a Colastiné, como todos los domingos. Y después por compromisos de él con el plantel y míos con mi trabajo no nos pudimos encontrar más”, reveló.
Mauricio Garín Jésica y Pocha, su papá, recreando el festejo que se hizo viral.Jésica y Pocha, su papá, recreando el festejo que se hizo viral. Foto: Mauricio Garín
Pese a los contratiempos, Jésica recibió la camiseta con el número 10 estampado en su espalda. El sábado 26, Colón volvió a ser local en Patronato frente a Barracas Central y luego del partido que ganó por 2 a 1, “Jesi” recibió de las manos del Pulga la esperada casaca. Nuevamente, alambrado de por medio, la hincha se encontraba con el ídolo en un momento emotivo que atesorará en su corazón.
Su amor por Colón y la lucha que la moviliza
Tal y como lo comentó Jésica, una parálisis cerebral moderada afectó su motricidad fina y aún no sabe si la enfermedad se originó cuando todavía estaba en el vientre de su madre o durante el parto. Pero su discapacidad no la detiene y marcha con su silla de ruedas y su guardaespaldas (Pocha, su papá) a casi todos los partidos de su amado Colón. Sin embargo, en ocasiones se encuentra con poca accesibilidad para ella y su silla en los clubes.
Patronato fue una de las instituciones donde se encontró con limitaciones, aunque le agradeció a Oscar Lenci, dirigente del Patrón, que la ayudó a llegar a los baños para discapacitados. “Patronato es un club que está creciendo. Si bien a la cancha le falta accesibilidad, por lo menos cuentan con un baño para nosotros”, contó. Pero la experiencia con la Policía de Entre Ríos no fue para nada grata. “Antes de entrar a la cancha, me revisó la Policía y me sacaron el alcohol en gel. Les expliqué que no lo podían hacer porque para mi es fundamental, porque es el que yo puedo manejar con mi motricidad y soy paciente de riego, pero no les importó”, expresó.
Mientras que le tocó padecer otra situación similar en Santiago del Estero, cuando visitó el Madre de Ciudades por el Trofeo de Campeones, donde Colón enfrentó a River. “Ese estadio no tiene nada para nosotros. Tengo un amigo que no puede caminar, al igual que yo, y lo tuvieron que subir en alzas tres pisos por escalera. Solo hay baños comunes, porque no hay para discapacitados y todos estaban inundados. El partido era a las 9 de la noche y nosotros fuimos a las 5 de la tarde, para el horario del inicio los baños eran un mar”, expresó. “No todo lo que brilla es oro”, tituló una nota que salió publicada en el perfil de Instagram “Nuestro pie izquierdo”, haciendo referencia al estadio. “Por fuera con el cascarón del estadio parece enorme y construido para eventos internacionales, pero por dentro deja mucho que desear”, argumentó Jesi.
En cuanto a las instalaciones del Brigadier Estanislao López, Jésica se mostró conforme y orgullosa por la accesibilidad que le brinda su club. “Colón está totalmente adaptado en inclusión. Algunas cosas faltan, porque a veces los ascensores se rompen y demoran en arreglarlos. Pero tenemos ascensores en todos los pisos, baños de discapacitados, rampas y lo más importante para nosotros que es la higiene. A veces los baños para discapacitados no se usan y se descuidan, pero en todos los partidos que fui a la cancha me encontré con todo higienizado. Para nosotros esto es muy importante porque la mayoría somos pacientes de riesgo”, comentó.
Colón, el lazo que une a los Mastrocola
Todo fanático tiene algún familiar, amigo o vecino que lo acerca a la cancha. En el caso de Jésica Mastrocola fue Sebastián, un primo que se crió con ella y vivía frente a su casa en Santo Tomé. “Seba fue sabalero de ley y estoy acá por él. Fue mi primo quien me llevó a la cancha, pero él falleció por una distrofia muscular, una enfermedad similar al ELA (esclerosis lateral amiotrófica), a los 18 años. Él me había dicho: ‘yo sé que me voy a ir, pero vos vas a ir a la cancha’”, contó conmovida a El Litoral.
Pero su primo no fue el único que le enseñó la pasión por Colón. Jesi contó que su madre, aunque nunca quiso ir con ella y Pocha a la cancha, se hizo presente en el partido contra Barracas Central. “Estábamos perdiendo (Colón iba 1 a 0 abajo por Barracas Central) y pasa una mariposa monarca, en mi familia todas las mujeres las tenemos por algún lado (ella la lleva tatuada en el brazo), y mi papá me dijo: ‘tranquila que acá está mamá y lo vamos a dar vuelta’”. Ese partido el Sabalero lo terminó ganando por 2 a 1 por los goles de Christian Bernardi y Lucas Beltrán. “Es creer o reventar”, expresó Jésica, quien desea que Colón levante la Copa Libertadores en este 2022.