Es cierto que el primer tiempo era para otro resultado, pero entre la falta de contundencia para aprovechar esas situaciones y los grandes problemas sin solución en el complemento, se armó una actuación pocas veces vista del equipo.
Fue un partido realmente llamativo. 1) No es habitual que Colón carezca de contundencia, que desperdicie tantas situaciones propicias como pasó en el primer tiempo; 2) Tampoco es habitual que a Colón lo agarren tan mal parado como pasó en la jugada del segundo gol (que arrancó en un tiro libre a favor en las inmediaciones del área adversaria), porque esa virtud es propia de sí mismo; 3) Tampoco es común ver al equipo con tanta lentitud, sin cambio de ritmo, sin imponer el vigor físico, traducido en dinámica, sobre el rival.
¿Causas?: 1) mala puntería; 2) rendimientos muy bajos en lo individual que se hicieron generales; 3) falta de respuesta desde afuera para cambiar la historia. Todas cuestiones que, generalmente, no se dan. Porque aún en los partidos que Colón ganó por la mínima diferencia (los últimos tres), el equipo creó situaciones y fue suficiente; porque hay jugadores que vienen siendo extremadamente regulares en el rendimiento (Lértora, Aliendro, Garcés, Piovi, Bernardi, Mura, Burián) y que bajaron demasiado el rendimiento; porque esta vez no apareció alguien como en su momento pasó con Meza, ante Gimnasia, para convertirse en una figura tan deseada como inesperada.
Si a todo esto se le suma que Facundo Farías no estaba, evidentemente, en condiciones de jugar. O por lo menos no estuvo en el ciento por ciento de sus posibilidades, el equipo perdió potencialidad. No la consiguió en el segundo tiempo cuando puso dos "9" como Beltrán y Morelo, porque la falta de claridad, la lentitud y la impotencia se hizo muy evidente, mucho más luego de que Cauteruccio convirtió el segundo gol (allí se terminó el partido).
Colón es un equipo que está muy bien trabajado, que es peligroso y que sabe dañar al rival. No juega prácticamente con delanteros (Farías es el único que se asemeja a un verdadero "atacante"), pero no le falta llegada. Ni tampoco le falta gol. Crea todo eso a partir de la gran dinámica y convicción de sus volantes para que una vez recuperada la pelota, se ataque de manera vertical y profunda. Lo entienden todos. Aliendro, Bernardi, Castro (que está por debajo del que terminó en un gran nivel la Copa de la Liga), Ferreira y hasta los que se sueltan desde atrás con mucha decisión, como Mura.
Falló en todo el viernes. Hubo un desperfecto generalizado en la "maquinita", que terminó armando una actuación decepcionante si se tiene en cuenta que este equipo no se armó de la noche a la mañana, sino que viene con mucho trabajo encima. Y del bueno.
Puede ser que haya sido un paso en falso. El martes hay una rápida posibilidad de demostrar que el espíritu y la convicción siguen intactas. Domínguez habló de "revisar" lo que pasó en el segundo tiempo. El 0-3 en Mar del Plata se construyó con razones muy claras de rendimientos, individuales y colectivos, muy por debajo de lo normal. Llamativo e infrecuente. Quizás posible. También evitable.
Ineficacia en el primero, ausencia en el segundo
Por Ricardo Porta
Colón chocó con un equipo que, como el sabalero, se destaca por el buen tratamiento de la pelota. O sea que encontró la "horma para su zapato". Bebió de su propio remedio. Pero tuvo tres claras en la primera parte y no estuvo fino en la definición.
Aldosivi se está convirtiendo en un protagonista de la competencia de la mano de Fernando Gago. Supo aprovechar el mercado de pases para reforzarse con inteligencia. En Colón volvieron los desajustes en la línea defensiva y fueron aprovechados por el rival.
En la Feliz hubo un bajón en lo individual y colectivo en el campeón. No aparecieron Lértora ni Aliendro. Son dos jugadores que nunca pueden bajar de cinco o más puntos. Cuando pasa, el equipo se resiente.
Lógicamente que cuando la "pelotita no entra", ronda el fantasma del conflicto por los premios. Insisto que ambas partes -dirigencia y jugadores- deben comunicar con claridad meridiana cuál es el fondo y la postura de ambas partes. Mientras esto ocurra, la salud del campeón se deteriora.
Volviendo al partido, digo que volvió a perder el sabalero y, cuando lo hace, es por goleada. Pareciera que no hay términos medios. Es altamente preocupante en un grupo dirigido por Eduardo Domínguez. Siete goles en contra en dos partidos: Lanús y Aldosivi.
En el segundo tiempo dejó una pobre imagen que para nada se compadece con la del campeón. El equilibrio es una virtud que no debe perderse. Sabemos que hoy los futbolistas son "auténticos profesionales". Hay que tenerlos conformes para que no se les cruce por la cabeza otra cosa. Y menos problemas con el dinero.
Martes 24 a las 16.30
Hora y día del partido ante Sarmiento de Junín, que el viernes goleó 3 a 0 a Atlético Tucumán. El equipo de Mario Sciacqua perdió los tres partidos que jugó de visitante en este torneo.