Lunes 28.3.2022
/Última actualización 12:35
"Hace muchos años que estamos en esto y estamos en un grupo que no es de los más riesgosos, comparando con otros que son muy temidos. Antes de empezar a rodar la pelota creemos que puede ser favorable, ojalá que así sea. Jugamos en muchas oportunidades en Paraguay y Uruguay, con la capacidad vamos a trabajar ya que depende del estadio. Dependiendo de eso se saca un coeficiente para los visitantes. Por ello dependerá lo que podamos darles y recibir, creemos que va a andar por un porcentaje alto, creo que va a rondar por el 20 por ciento". Las palabras son de Horacio Darrás, el vicepresidente de Colón a LT 10, hablando de la integración del grupo sabalero, junto a Peñarol de Montevideo y los dos grandes de Paraguay: Cerro Porteño y Olimpia.
Con estos dos, con los paraguayos, Colón ya ha tenido experiencias: les tocó enfrentarlos en la Sudamericana y la Libertadores, respectivamente, en dos choques que dejaron secuelas y mucha tela para cortar. Ante Olimpia, en el '98, definida la serie a favor de Colón con los penales que atajó Pablo Burtovoy aquella noche. Ante Cerro Porteño, en la Sudamericana de 2012, cuando se produjeron serios incidentes en el partido disputado en Asunción del Paraguay, con muchos hinchas de Colón que fueron detenidos por la policía.
Los dos equipos paraguayos están segundo y tercero en el torneo local, escoltando al líder, que es Libertad (un punto más que Cerro Porteño y 5 más que el franjeado). Por su parte, Peñarol de Montevideo está octavo en el torneo uruguayo, a cinco puntos de Deportivo Maldonado, que es el puntero del certamen. En Uruguay tildan de llamativo y poco frecuente el arranque de los dos grandes -involucran también a Nacional- por el poco puntaje que han cosechado hasta el momento (Nacional tiene 6 puntos). Peñarol ha contado con el aliciente de ganar el clásico, pero luego sumó sólo 5 puntos en los otros cinco partidos jugados, es decir, apenas un 33 por ciento ante el resto de los rivales que ha tenido hasta el momento.
Más allá del análisis deportivo que se pueda hacer, vale también lo otro: ¿qué capacidad tendrán estas populares hinchadas cuando vengan al Brigadier López y cuál será el espacio que se le dará a la seguidora hinchada sabalera?. Todo un tema si se tienen en cuenta los antecedentes. Colón llevó 40.000 personas a La Nueva Olla (la cancha de Cerro Porteño), cuando jugó aquélla final tan particular ante Independiente del Valle. Esto será irrepetible, pero habla claramente del poder de convocatoria que tiene Colón. Y si hablamos de Uruguay, sólo basta con recordar la multitud que llevó al Centenario de Montevideo cuando le tocó jugar ante River de esa ciudad, en la misma Sudamericana de 2019.
Estos serán temas a resolver en los próximos días. El vice sabalero explicó algo de lo que le dicta no sólo la experiencia sino también el conocimiento reglamentario a través de las pautas que ordena Conmebol. En función de eso habrá que ser cautos, sobre todo con la movilización sabalera a Asunción del Paraguay y a Montevideo. Los tres rivales son grandes y tienen arrastre popular. Pero lo que ha demostrado la hinchada de Colón, por pasional y seguidora, permite pensar que cualquier cálculo puede resultar escaso o quedarse corto.
Mientras tanto, el plantel se prepara para recibir a Aldosivi en el Brigadier López, tratando de acomodarse mejor en la tabla de posiciones de la Copa de la Liga, que aún lo tiene clasificando. Como después vendrá una seguidilla importante y con poco descanso, es un partido para aprovechar, ganarlo, sumar de a tres y luego ir viendo de qué manera se va efectuando la necesaria rotación que deberá hacer Falcioni.
Por lo pronto, Colón sabe que debuta el martes 5 en la Libertadores ante Peñarol, que pidió jugar el viernes siguiente ante Central en Rosario porque el martes le tocará enfrentar a Cerro Porteño en Paraguay. Y también sabe que en abril deberá disputar nueve partidos, entre Libertadores y Copa de la Liga.