Viernes 7.7.2023
/Última actualización 22:06
La imagen preocupante del partido con Racing no se repitió ante River. Perder era una opción, porque Colón es menos que River. Y más este Colón. La única posibilidad era la de hacer un partido perfecto en lo defensivo y capitalizar algún contragolpe. El libreto defensivo fue bueno hasta los 30 minutos. En ese lapso, la pelota y el terreno fueron de River, pero la opción de gol más clara la tuvo Colón con el remate de Meza que se fue muy cerquita del palo derecho. El golazo de tiro libre de De la Cruz (luego de un "foulcito", para ser benévolo, de Goltz) le abrió el partido a River. No obstante, Colón lo equilibró en el arranque del segundo tiempo y jugó los mejores quince minutos. El equipo se adelantó 20 metros. Fue el único momento que estuvo "en partido" y sin adoptar esa postura de "partenaire" o de actor de reparto. Es difícil jugarle de igual a igual a River, máxime con un plantel que es limitado y está diezmado. Pero salió a intentarlo en el arranque del segundo tiempo con el partido 0-1, hasta que una "avivada" de River (o pecado de inocencia de Colón) le dio la posibilidad del segundo gol y allí todos nos dimos cuenta de que el partido estaba terminado.
El caso Wanchope: Gorosito ideó un partido en el que Abila no entraba. Si la idea era refugiarse en el fondo, achicar espacios del medio hacia atrás y salir rápido de contra, Wanchope no le servía. River es un equipo tan ofensivo que sus defensores achican casi hasta la mitad de la cancha. Entonces, con Wanchope estaba el riesgo de que quede mucho en posición adelantada o que reciba la pelota muy solo y con un largo camino por recorrer. Las dos cosas eran perjudiciales para el equipo y por eso buscó frescura y rapidez arriba, con Pierotti y Farías, más el adelantamiento de Meza. De todos modos, Wanchope (que es el goleador del equipo y el mejor asistidor) no viene bien en estos últimos partidos. Y el técnico, advertido de esta situación, lo ha sacado en los últimos partidos. Primero fueron pocos minutos, luego algunos más, el domingo ante Racing fue todo un tiempo y frente a River, directamente fue al banco. Ahora llegó a las cinco amarillas y no jugará el lunes ante Belgrano. Pero es un jugador que el técnico observa que a veces no le sirve, aún con esa capacidad constante de peligro para el arco rival que suele infundir.
Una imagen de la última vez que se cruzaron Colón y Belgrano en el Brigadier López. Heredia maniobra ante la presencia de alguien que, a los pocos meses, llegaría a Santa Fe para lograr su mejor cara futbolística en su carrera: Federico Lértora. Crédito:
Pablo AguirreFacundo Garcés será una de las ausencias en el partido ante Belgrano. Tanto él como Wanchope Abila llegaron a las cinco amarillas. Crédito: Manuel FabatíaCuatro partidos que marcarán tendencia: A Colón le queda el partido del lunes ante Belgrano en el Centenario, la visita a Argentinos Juniors, el choque de local con Tigre y el último partido en cancha de Arsenal ante el equipo de Sarandí. No sólo que Colón -de escasa sumatoria de puntos- necesita sumar una buena cantidad de puntos, sino que esos buenos o malos resultados pueden modificar los ánimos y hasta las urgencias. Que Colón necesita reforzarse, no cabe ninguna duda. Que aún con buenos resultados, esa necesidad no se alterará, también. Pero no será lo mismo si en estos cuatro partidos se mejora la imagen y se consiguen buenos resultados, o si la cosecha es magra y esta situación se agrava. Así como muchos empates logrados por Gorosito dejaron la sensación de haber estado más cerca de ganar esos partidos que de empatarlos (lo cuál le habría dado un desahogo numérico), estas dos derrotas consecutivas y con rendimientos flojísimos (sobre todo frente a Racing), abrieron un frente de preocupación.