Jueves 1.9.2022
/Última actualización 17:21
Era la séptima vez que Colón y Boca jugaban en el Centenario y Colón nunca había podido ganarle de local. La primera vez se dio en la Bombonera, el año anterior (1971), cuando los sabaleros vencieron 3 a 2. Boca llegaba puntero del Metropolitano que, finalmente, lo ganó San Lorenzo (dirigido en ese entonces por Juan Carlos Lorenzo y primer bicampeón del fútbol argentino, justamente en ese 1972). Días antes a ese domingo 16 de abril de 1972, había sido asesinado en Rosario el General Juan Carlos Sánchez, comandante del Segundo Cuerpo de Ejército en una noticia que conmovió al país, conducido en ese entonces por el General Lanusse. Días antes, Colón caía en Rosario ante Newell's por la mínima diferencia, en un partido en el que Humberto Dellacasa, árbitro del mismo, expulsó a Trullet y a José Luis Córdoba, que al partido siguiente estaban suspendidos y no podían jugar. Newell's era uno de los punteros. El otro, era Boca, que llegaba a Santa Fe con una enorme carga de expectativa previa que se vio reflejada en el récord de recaudación para la ciudad: 15.000.000 de pesos, en un momento en el que todos pagaban entrada.
Unos días antes, Colón había recibido un préstamo del Ministerio de Bienestar Social que estaba a cargo de Francisco Manrique. ¿El motivo?, la construcción de un complejo deportivo que incluía la pileta de natación y la sede, entre otras dependencias. El presidente del club, el contador Carlos Salerno, fue el que inició aquellas gestiones, que fueron concluidas posteriormente por el doctor Eugenio Marcolín, que lo precedió en el cargo. Precisamente, el día del partido con Boca y aprovechando la presencia de los dirigentes xeneizes y la prensa nacional, Salerno presentó la maqueta que había sido diseñada por el arquitecto César Carli y que luego sería exhibida durante mucho tiempo en un negocio ubicado en la esquina de San Martín y Salta.
El 16 de abril amaneció estupendo en Santa Fe y la noticia del día, para el mundo entero, era la partida desde Cabo Cañaveral del Apolo 16. El Litoral también anunciaba, entre otras noticias, la continuidad de la salida del tren El Porteño desde la vieja estación ubicada en General López y San Juan, descartando que lo hiciera desde la estación Belgrano. El tren salía todos los días a las 14 con destino a Retiro, arribando a las 22.30 y retornaba a las 7 de la mañana, para llegar a Santa Fe a las 15. "El gran golpe" y "Melody", eran las películas taquilleras del momento.
Ese mismo día, un tal Mercedes Ramón Negrete, paraguayo, albañil, que vivía en una pieza compartida en la zona de Villa Domínico, estaba jugando al truco mientras se disputaban los partidos. La fecha arrancó a las 15.30, salvo un partido que había sido el televisado del viernes. Hubo dos partidos en los que Negrete dudó. Uno de ellos fue el que jugaron Gimnasia y Vélez en La Plata, que se definió faltando cinco minutos, a favor de Gimnasia, con un gol de Durso. El otro fue el partido en la cancha de Colón.
El paraguayo Mercedes Ramón Negrete se convirtió en millonario y una celebridad, gracias al batacazo de Colón.
Foto: ArchivoA Colón lo dirigía el Vasco Urriolabeitia y esa tarde formó con Bertinat; Aráoz, Spadaro, Zuccarelli y Edgar Fernández; Cococho Alvarez, Ripke y Borgna; el Mono Olmos, la Chiva Di Meola y Zibecchi. En el banco estuvieron Candia, Silguero, Sacconi, Bustos y Augier. Con una particularidad: era uno de los primeros partidos de Cococho, que luego se convirtió en ídolo sabalero. Había llegado en una forma física no apta para arrancar, por lo que el Vasco lo fue preparando hasta largarlo a la cancha. Fue uno de los tantos que llegaron, a través de él, desde Estudiantes en un par de tandas.
A Boca lo dirigía el "Nano" Gandulla y ese día formó con Rubén Sánchez; Suñé, Mouzo, Rogel y Malbernat; Peracca, Orlando Medina y Potente; Galletti, Curioni y Ferrero. En el banco estuvieron el Tano Roma, Ovide, Bongiovanni, Novello y Villagra.
El único gol del partido lo marcó el Flaco Zuccarelli de penal y la figura fue la Chiva Di Meola para El Litoral. Fue en el arco sur, cuando todavía el Fonavi no estaba construido. A la jugada la armó Borgna y lo derribaron adentro del área. Al penal lo ejecutó Zuccarelli, capitán del equipo por ese entonces, con un remate al palo izquierdo, mientras Sánchez iba al otro costado. Fue el 1 a 0 definitivo. "Nosotros teníamos un plus cuando jugábamos de local. Y yo, de los 42 goles que hice en esos tres años en Colón, 20 fueron de penal", señaló en su momento Zuccarelli. Fue uno de los resultados sorpresivos de ese fin de semana. Y Negrete lo reconoció, cuando dijo que tuvo dudas en ese partido, pero le puso la cruz a Colón, entre otras cosas, porque simpatizaba con River, que ese mismo día le ganó 4 a 1 a Newell's. Pero el gol decisivo para que pueda ganar los 391 millones de pesos (difícil de calcular en dólares, pero sin dudas constituía una fortuna producto de 2 millones de tarjetas apostadas) fue el gol de Walter Durso, faltando cinco minutos para el final, que le dio el triunfo a Gimnasia sobre Vélez.
El estadio de Colón vivió una fiesta, repleto de público.
Foto: ArchivoNegrete estaba de novio, hacía tres meses, con Fabiana López, a quién no quiso ver más. Cuenta la historia que esa noche se alojó el hotel Alvear, que fue convocado por canal 9 cuando todavía no se sabía cuántos ganadores había y a los pocos días llevó a cabo una conferencia de prensa en la que se abrazó con Amadeo Carrizo, seguramente uno de sus grandes ídolos y anunció que al dinero ya lo había depositado en un banco. El PRODE alcanzó gran popularidad en esos tiempos y hasta se hizo un programa de TV ("La cola del PRODE") y una película ("Yo gané el PRODE, ¿y usted?). La historia de este paraguayo alcanzó ribetes impensados, al punto tal que Fabiana López se paseó por los programas de televisión, entre ellos el de Mirta Legrand, como siempre de gran popularidad.
Mercedes Ramón Negrete luego se casó con otra mujer, tuvo cinco hijos y vive actualmente en Paraguay. "Si la infelicidad tiene nombre y apellido debería llamarse Fabiana López. No encuentra consuelo, pues Negrete, con quien vivía hasta que este dejó de ser pobre, no le ha dado señales de vida. Fabiana no quiere el dinero, sólo desea a su Ramón", decía la revista Así en aquéllos tiempos, cuando los 340.000 dólares que ganó su "novio" en el PRODE significaba la compra de 30 departamentos de dos ambientes en la Recoleta. Si para muestra vale un botón, Monzón había peleado dos años antes con Benvenuti por el título de los medianos por una bolsa de 15 mil dólares. Otros tiempos. Y otro valor del dólar y de nuestra moneda.
En ese contexto, Colón lograba su primera victoria en el Centenario ante un Boca que llegaba poderoso y puntero a jugar ese partido. Una curiosidad de la historia agiganta el mito, porque este albañil paraguayo, que ganaba 50.000 pesos por mes, ganó el equivalente a 8.000 veces su sueldo y se convirtió en el hombre del momento en el país. Y metió la cruz a ganador en el casillero de Colón. Que hasta ese entonces, nunca le había podido ganar a Boca en Santa Fe.