¿Es posible tener más fútbol si Pipo insiste con línea de 5?
Uno supone que el esquema defensivo es provisorio y que si el técnico pretende que Colón tenga más fútbol, deberá agregar gente que juegue mejor a la pelota en el medio.
¿Es posible tener más fútbol si Pipo insiste con línea de 5?
Las recetas mágicas o infalibles no existen en el fútbol. Existen las modas. También existen las "proscripciones" (dicho sin ningún tipo de alusión política). ¿Quiénes son los "proscriptos" en el fútbol?, los enganches, por ejemplo. Antes, todo el mundo jugaba con un 4-3-1-2. Hoy, los enganches (tipo Saralegui o Giovanni Hernández) deben adaptarse a otra posición en la cancha. Juegan de doble 5 o juegan de media punta, detrás del 9. Y si tienen un poco de recorrido y marca, van de volantes internos, condenados a cumplir determinadas funciones que están más enmarcadas con la marca y el despliegue que con el juego en sí.
Jugar con cinco defensores implica un respaldo para el sistema defensivo, pero también significa que algún sector (mediocampo o delantera), quede un poco más huérfano. En el caso de Colón, a Pipo Gorosito no le fue mal con la elección del sistema (le hicieron un solo gol y fue en una pelota quieta mal resuelta ante Huracán), pero quedó desprotegida la zona media, de la que debe salir esa pretendida intención de jugar mejor al fútbol.
El equipo de Domínguez también jugó varios partidos con línea de cinco. Ocurre que la sumatoria de los laterales al medio, la mayor acumulación de volantes y el nivel individual de los jugadores (el que entraba, jugaba bien), hacía que al equipo no le faltara casi nada: tenía marca, tenía juego y tenía gol.
Pipo no tiene pelos en la lengua e hizo una buena autocrítica en los partidos que lleva dirigidos. Crédito: Eduardo Seval
Pipo dijo luego del partido con Gimnasia que al equipo tenía que jugar mejor a la pelota, que no concebía que un futbolista juegue parado (como concepto general y no haciendo referencia a algún jugador en particular) y que el fútbol de hoy tiene mucho de dinámica y movilidad. Son todas verdades. Y para conseguirlo, no sólo dependerá de encontrar individualidades que mejoren y le permitan el logro del objetivo, sino también que pueda ayudar desde lo táctica para que eso se consiga.
Si Gorosito lograse encontrar un rendimiento defensivo sólido y confiable con línea de cuatro, podría sumar un volante a la mitad de cancha. En Pierotti, "descubrió" a un jugador que le puede rendir mucho más en ataque. Es posible que su condición natural lo lleve a arrancar desde atrás, pero con su potencia y velocidad puede recorrer esos metros sin demasiados problemas para llegar bien armado a la zona de definición, algo que tendrá que perfeccionar para que, en caso de volver a tener dos mano a mano como el sábado en La Plata, pueda definir mejor y adquiera la eficacia y contundencia que un delantero necesita.
En el Colón de Domínguez, los volantes llegaban al gol (Aliendro, Bernardi, Castro, etcétera). Por eso, se dio el gusto de ganar el título jugando sin "9". Pero el funcionamiento del equipo le permitía contar con elementos suficientes para controlar los partidos. Eso es lo que pretende Gorosito. Un equipo que tenga más posesión (con Gimnasia apenas tuvo el 41 por ciento y ese promedio fue porque levantó en la parte complementaria). Y eso se logrará encontrando mejor respuesta en cuanto a cantidad y calidad de parte de sus jugadores.
Si levanta Perlaza (es un buen jugador el colombiano, venía de ser figura en el clásico pero con Pipo jugó dos partidos como para que lo saque), si se estabiliza el pibe Moreyra y si levanta Arrúa, aparece Tomás Galván (que demostró, en lo poco que jugó, que es un jugador con buen manejo) o el técnico encuentra algún otro jugador en los que pueda hacer que la pelota descanse y ruede bajo su pertenencia, Colón va a tener más elementos para mejorar y alcanzar ese objetivo que persigue el entrenador.
Gorosito sabe que tiene una tarea ciclópea por delante, porque también debe conseguir un mejoramiento físico para lograr esa dinámica de la que habla y que la "prohibición" de quedarse parado en la cancha -de la que también habla- sea correspondida con movilidad permanente y sin pausas de sus jugadores.
En ese contexto, es poco lo que ha conseguido hasta ahora. No perder fue algo saludable en estos dos partidos; haber encontrado funciones correctas y positivas para Moreyra y Pierotti, también. Necesita imperiosamente que algunas individualidades levanten y muestren más. No lo tiene a Wanchope para 90 minutos con todo lo que eso significa, pero lo más importante -según sus propias declaraciones- es que necesita buenos intérpretes en el manejo de la pelota. ¿Los tendrá?
Frente a Banfield, en el Coloso, el 2 a 0 llegó a través de Gustavo Velázquez y Jherson Mosquera. Luego, en la derrota frente a Instituto en Córdoba por 3 a 1, fue Bruno Pittón quien anotó el gol del honor. Mientras que en la última, fue Zahir Facundo Mansilla quien le dio el triunfo a los rojinegros contra Barracas Central.
Enmarcado en esa situación, los siete goles que exhibió Newell's en el campeonato fueron obra de siete futbolistas diferentes. A los cuatro últimos gritos hay que sumarles los de Ramiro Sordo y Francisco González en el eléctrico empate 2 a 2 frente a Platense, en Vicente López en la primera fecha, los únicos de delanteros, y el de Juan Sforza en la victoria frente a Vélez en el Coloso, por la segunda fecha del campeonato.
Vale destacar que la última vez que siete jugadores rojinegros distintos, sin considerar los goles en contra, marcaron los primeros siete goles en un torneo fue en el Apertura 2004, cuando salió campeón con Américo Gallego como técnico.
En aquella ocasión, el primer gol leproso fue en la segunda fecha a través de Julián Maidana, cuando el equipo del Tolo le ganó 1 a 0 a Central, en el clásico en el Gigante de Arroyito. Luego, en la 3ª fecha, Newell's venció 1 a 0 a Huracán de Tres Arroyos en el Parque, con grito de Guillermo Marino.
Tras igualar 0 a 0 con Colón en Santa Fe en la 4ª jornada, en la 5ª fecha empató de local 1 a 1 con Banfield, tanto de Ignacio Scocco.
En tanto, Fernando Belluschi y Germán Ré fueron los encargados de anotar los goles de la victoria frente a Argentinos Juniors 2 a 1, en La Paternal, por la 7ª fecha.
Mientras que en el octavo capítulo de aquel título leproso, Newell's se impuso 3 a 0 a Instituto en Rosario. Los primeros dos goles los convierten Iván Borghello y Damián Steinert, por lo que hasta allí la lepra tenía 7 goles a favor convertidos por 7 futbolistas distintos.
Hasta que en ese mismo partido, Fernando Belluschi cerró el triunfo ante los cordobeses y además cortó esta racha de goleadores distintos, ya que el volante leproso le había marcado a los Bichitos Colorados en la fecha anterior.