Marcelo Saralegui y la dirigencia de Colón llegaron a un “común acuerdo” para que el uruguayo deje de ser el entrenador del plantel profesional. Así lo confirmó el propio Saralegui en declaraciones efectuadas al colega Marcelo Benedetto en Buenos Aires. “Tenía ganas de revertir la situación, pero somos los técnicos los que pagamos los platos rotos”, señaló.
Por su parte, la dirigencia sabalera no sólo ratificó lo dicho por Saralegui, sino que aclaró que la salida se da “en buenos términos”.
“Tuve una conversación con Vignatti, lo único que no me perdono es bajar los brazos. Quería ganar el partido y seguir. Yo sé que en algún momento iba a tener que aflojar, pero se toma la decisión para descomprimir la situación de ellos, de los dirigentes”, dijo Saralegui, quien en varios momentos de la charla dijo que “llegaron tarde las incorporaciones”.
“En estos últimos días hubo muchos agravios hacia la comisión directiva y en algún lado eso se canaliza, yo me sentía entero para seguir trabajando y por eso dije que, con un punto logrado en el clásico, me sentía Tarzán. Me tocó afrontar el año pasado una situación complicada y logré sacar adelante al equipo. Confiaba en que podía ser así esta vez”, dijo el uruguayo, que ganó tres partidos iniciales y luego encadenó cinco derrotas y dos empates.
“El martes voy a despedirme de los jugadores, es un buen plantel, van a salir adelante. Estoy contento con el grupo, no se pudo tener antes a las incorporaciones, el tema billetera fue el detonante. Se armó con lo que había”, dijo Saralegui, quien contó que “me citaron a la casa del presidente y en la reunión estaban Vignatti y otros cuatro directivos, me dijeron que hubo una reacción del equipo ante Unión, pero que no conforma. No hay nada raro, me voy bien”, señaló, agregando que “si la de Alvarez entraba, sobre la hora, hoy no estaba hablando de esto y te puedo asegurar que seguía. Cuando la pelota pega en el palo y entra, sos bueno y si pega en el palo y sale, sos malo. Si el partido duraba cinco minutos más, lo ganábamos”, dijo Saralegui.
Cuando se le preguntó si era justa o no esta salida, dijo que “no sé qué ni quién es justo. Sé que es magra la campaña, nos costó acomodarnos al principio, pero este punto podría haber sido un buen punto de partida. Creo que logré convencer a los jugadores, hubiese sido muy lindo ganar el partido clásico o tener la oportunidad en el próximo que es de local”.
Recordó también lo que pasó el año pasado, en setiembre, cuando fueron a buscarlo para que dirija los últimos seis partidos del año: “Cuando llegué, hacía 15 meses que el equipo había salido campeón pero estaba de capa caida. Fuimos a Estudiantes, armé un esquema para jugar en 40 metros y ganamos el partido jugando bien. El fútbol tiene mucho de vorágine y el equipo pasó de jugar mal a jugar bien. No hubo misterios”, señaló.
Luego se refirió a Wanchope Abila, que se fue a Qatar a ver el Mundial y arrancó la pretemporada mucho más tarde que el resto. “Fue un permiso consensuado con la directiva y el pedido de él, que tenía la oportunidad de ver a Argentina campeón del mundo. Eso trajo malestar al grupo, que mientras tanto se entrenaba con 40 grados en Santa Fe, mientras él estaba en Qatar. Se lo ve falto de estado, había que meterlo en la cancha porque tiene su personalidad. Para su físico, estar así le cuesta mucho más. Si está bien, marca diferencias”, señaló.
En otro tramo, Saralegui dijo que “quiero revancha, quizás sigo pensando como jugador, a mi me gustaban los partidos difíciles y los vacunaba a los grandes cuando venían a jugar en Santa Fe. Tomaron una decisión, agradezco esta experiencia, el fútbol argentino es uno de los más hermosos del mundo y voy a buscar una revancha”, y agregó que “es difícil cuando se van jugadores de mucha jerarquía y talento, no pudimos convencer ni conquistar ni pagar a los jugadores que lleguen para reemplazarlos y no perder jerarquía. De todos modos, vivimos una experiencia muy linda y estamos agradecidos. Parafraseando lo que dije de Tarzán, me siento como que me cortaron las lianas”, concluyó.
¿Y ahora?, lo que se dice es que Vignatti tendría en carpeta dos entrenadores. Uno de ellos sería Pipo Gorosito, que viene de una muy buena experiencia en Gimnasia y Esgrima La Plata. El otro sería la dupla Orsi-Gómez, de interesante trabajo en Godoy Cruz, que llegaría de la mano de Bragarnik en el caso de que se interesen por esta alternativa. De todos modos, todos los caminos conducen a que sea Pipo Gorosito el nuevo entrenador de Colón.